¿Qué tan efectivos son los champús anticaspa?

La caspa es un problema muy común y que afecta a muchas personas. Causa picazón, descamación y, cuando se vuelve muy intensa o frecuente, una disminución de la confianza, sobre todo si socialmente alguien te la hace notar. Aunque nadie quiere tener copos de cuero cabelludo cayendo por los hombros, una investigación estadounidense asegura que este problema afecta a la mitad de la población mundial después de la pubertad.

La caspa, según la definía en un artículo anterior Rodrigo Loubies, dermatólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago, es una “descamación de la piel del cuero cabelludo”, que se origina “frente a cualquier proceso inflamatorio o de secreciones acumuladas”.

“Además de la condición genética, existen factores externos para el desarrollo de la caspa”, comenta Nicolás Francisco Flores, Ingeniero en Biotecnología de Liva Company, empresa especializada en tecnología con microorganismos. “Además, en el último tiempo se ha investigado la conexión entre la caspa y la microbiota del cuero cabelludo”.

Para comprenderlo mejor, dice el especialista, es importante explicar que la piel del cuero cabelludo tiene su propia microbiota, que es como se denomina a los ecosistemas de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, con bacterias y hongos que conviven en un equilibrio que nos beneficia tanto a nosotros, los humanos, como a estos pequeños seres.

“Adicionalmente, tenemos la presencia de sebo, que es unos de los actores claves en la aparición de la caspa. La razón fundamental radica en que las bacterias y hongos que habitan en el cuero cabelludo utilizan el sebo como fuente de alimento para su crecimiento”.

Según plantea Flores, un exceso de sebo, influenciado por factores como la edad, la dieta, el estrés, el uso de medicamentos o productos capilares, puede provocar un crecimiento excesivo de ciertas bacterias o hongos, “como el Malassezia, que se ha asociado como uno de los principales causantes de este problema”, ahonda.

“Hay otras patologías de la piel que también pueden considerarse como causas, aunque menos comunes, de la caspa. Por ejemplo, la piel seca o la hipersensibilidad a algún cosmético de higiene del cuero cabelludo y el cabello”, cuenta Eva Graf Finckenstein, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello. “El estrés y el cansancio también pueden contribuir a la aparición de caspa, así como los trastornos hormonales, especialmente en las mujeres”, advierte la especialista en tecnología cosmética.

En farmacias y supermercados es común ver productos anticaspa de diferentes marcas, muchos de los cuales se venden sin receta ni prescripción médica. ¿Pero qué tan efectivos son estos productos para combatir este problema? ¿Existe algún tipo de consideración que se deba tomar antes de comprar uno?

“En Chile, las farmacias son el único lugar habilitado para comercializar productos anticaspa que contengan fármacos antifúngicos de uso tópico”, dice Graf. “Son productos farmacéuticos y se debe contar con un diagnóstico claro de que hay presencia de hongos para adquirir y utilizar estos productos”.

“Al seleccionar un tratamiento para la caspa, lo más importante es identificar las causas subyacentes que la han desencadenado y las condiciones presentes en el cuero cabelludo, como el pH, el nivel de irritación, la sequedad o la presencia de hongos, entre otros factores”, aconseja Flores.

Para eso, el especialista sugiere consultar a un dermatólogo y así encontrar el champú anticaspa que mejor se adapte a tus necesidades. “A la hora de elegir un champú, es esencial asegurarse de que esté formulado con ingredientes antifúngicos, si es que la caspa tiene un origen microbiológico. También es beneficioso buscar champús que contengan vitaminas como la B5 y B6, la biotina, agentes hidratantes y componentes que ayudan a reducir la picazón y la inflamación”, recomienda.

En cuanto a los productos más bien cosméticos, que se encuentran en los supermercados, hay una variedad de champús anticaspa que incluyen subvariedades para cabello normal, grasos, cuero cabelludo sensible o anticaspa-anticaída, entre los más comunes.

“En muchos casos, verán la presencia de un ingrediente que se llama Piroctone olamine, un agente anticaspa muy utilizado”, destaca la especialista. Entre los productos que contienen extractos naturales, destaca un extracto bastante innovador: el Zizyphus joazeiro. “Es de una planta brasileña y ya hay productos en Chile que contienen este ingrediente”, dice.

Un punto importante a destacar es que, durante marzo de 2022, el Piritionato de zinc fue prohibido para ser utilizado como agente anticaspa, “debido a un dictamen del Scientific Committee on Consumer Safety (SCCS) de Estados Unidos, que determinó que este ingrediente eventualmente era cancerígeno. Por lo tanto, cualquier persona que detecta un producto en nuestro mercado con este ingrediente activo, primero no debe usarlo y en segundo lugar denunciarlo ante las autoridades de salud”, advierte Graf.

En términos generales, es fundamental seguir ciertas pautas al utilizar productos anticaspa. Como todo producto, siempre se recomienda leer detenidamente las instrucciones de uso y seguir las indicaciones proporcionadas por un dermatólogo. “La mayoría de estos productos suelen tener instrucciones específicas, que incluyen la frecuencia de aplicación y el tiempo de contacto”, dice Flores.

A modo de regla general, según comenta el especialista de Liva Company, los champús anticaspa se utilizan al menos dos o tres veces por semana, aunque esto puede variar según el producto. “Es importante enjuagar el champú de manera completa con agua tibia, para evitar la acumulación de residuos en el cabello, ya que podría generar mayor irritación y agravar la situación”, menciona como dato.

“Lo más recomendable es leer detenidamente el modo de empleo, ya que en muchos casos es necesario dejar actuar el producto en el cuero cabelludo durante algunos minutos antes de enjuagarlo”, sugiere Graf. Si el producto contiene activos farmacológicos antifúngicos para tratar los hongos, “debe seguir las indicaciones que el médico tratante indicó”.

Pero tan importante como usar productos adecuados, ojalá recomendados por un especialista, es mantener en equilibrio la microbiota del cuero cabelludo. “Para eso se puden usar suplementos probióticos, tanto orales como tópicos, específicamente formulados con cepas probióticas del género Lactobacillus”, comenta Flores. Estos microorganismos desempeñan un papel importante al proteger la piel del cuero cabelludo contra contaminantes y agentes externos dañinos, ya que “fortalecen la barrera cutánea y previenen el crecimiento excesivo de hongos o bacterias perjudiciales”.

En esto también es relevante mantener una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, además de añadirle algunos fermentados como el yogur natural o el chucrut, que en sí mismos contienen probióticos.

“Hay algunas prácticas de higiene capilar que pueden ayudar a erradicar la caspa”, dice Graf. Por ejemplo, hay personas que piensan que secar el pelo a altas temperaturas sirve para erradicar la caspa. “Es al revés: las temperaturas altas, tanto del agua al bañarse como del secador, pueden resecar el cuero cabelludo. Para protegerse, la piel reacciona produciendo más sebo, lo que a su vez puede causar más caspa”, explica la profesional.

Otro detalle importante es evitar acostarse con el cabello húmedo, porque eso “crea un microambiente que promueve la caspa”.