La tecnología de la nueva cédula está siendo subutilizada




Justo hace dos años comenzaron a emitirse las nuevas cédulas de identidad chilenas. A quienes les ha tocado renovarla, quizá han notado una forma diferente de registrar sus datos. La tradicional firma es lo de menos. El registro de las huellas dactilares (en ocasiones de los diez dedos) y el meticuloso escaneo del rostro son clave para el sistema biométrico altamente sofisticado que tiene este documento, así como el pasaporte.

El carné tiene incorporados una serie de elementos de seguridad e información sobre su dueño. Incluso, un chip con memoria donde se pueden guardar datos históricos. Con esto, Chile pasó a formar parte de una lista de 50 países que utilizan este nivel de tecnología, entre los que se encuentran Estados Unidos, Alemania, Francia y Gran Bretaña.

Pero según la industria tecnológica, a 24 meses de su circulación, sus cualidades están siendo subutilizadas. El sistema de verificación de seguridad que posee, podría implementar una serie de servicios que van más allá de lo que actualmente se puede ver en el pago bonos de isapres en línea o al cambiar un cheque en la caja de un banco, por nombrar los ejemplos más cotidianos. Más aún si se estima que para el 2022 habrán cerca de 25 millones de cédulas y 4 millones de pasaportes con este sistema.

Derivación de identidad

Para hacerse una idea, el carné podría permitir identificar a todos quienes entren a un estadio y detectar individuos riesgosos según su historial, prohibiéndoles el paso, lo que ya se hace en estadios de Medellín (Colombia) y en los partidos de la NFL en Estados Unidos. Algo similar se espera incorporar en el plan Estadio Seguro del Gobierno.

El carné tiene tambien el sistema denominado como  “derivación de identidad”, que permitiría utilizar todo el proceso seguro que ya se realizó en el Registro Civil, en otros documentos que se emiten en Chile, como la licencia de conducir y la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE), entre otros, “lo que generaría  una serie de ahorros operativos y administrativos para el Estado de Chile”, según comenta Alfonso Viveros, gerente general de Safran, holding que mediante la empresa Morpho, se ganaron la licitación del desarrollo de la nueva cédula.

En términos técnicos, el actual documento de identidad duplica la cantidad de medidas de seguridad respecto de la anterior. Si antes tenía 17 medidas, ahora tiene 24: doce visibles, diez que se pueden chequear con máquinas de apoyo y dos adicionales que sólo conoce el personal del Registro Civil y los laboratorios de criminalística de Carabineros y la PDI. “Pero las características que permiten desarrollar acciones tecnológicas no se están utilizando. Por ejemplo, a la nueva cédula de identidad se le puede cargar la Firma Electrónica Avanzada, herramienta para identificar y validar legalmente a la persona que firma un documento electrónico”, agrega Viveros.

Incluso, las más de 7 millones de cédulas que hay actualmente en circulación pueden convertirse en un tóken (sistema criptográfico de seguridad), lo que permitiría mejorar algunos procesos como solicitar un crédito comercial o acceder a beneficios sociales, entre otros.

Ricardo Navarro, CEO de TOC, empresa especializada en soluciones de biometría, indica que, incluso, con la cédula se podrían hacer pagos biométricos a través de internet, eliminando tarjetas de coordenadas y passwords. “La verificación biométrica comparando la cédula de identidad con la huella dactilar viva, permite una movilidad mucho mayor para realizar trámites con máxima seguridad. Ya hay notarios que utilizan tablet para realizar verificaciones de identidad, corroborar firmas electrónicas y validar una serie de trámites sin estar pegados al escritorio”, apunta Navarro.

NFC

La tecnología Near Field Comunication (NFC), que es también una de las grandes cartas de presentación de la nueva cédula, también está siendo subutilizada, principalmente por los pocos dispositivos que vienen con un chip que pueda leer bajo esta tecnología, como el caso de muchos smartphones.

Según Jorge Gutiérrez, gerente comercial de Acepta, si bien la actual cédula dispone de este chip, “Se deben establecer las alianzas que impliquen donde usarla, por ejemplo, en el cine o en el auto. En general, la tecnología NFC es capaz de brindarnos enormes posibilidades en muchos sectores industriales, ya que nos permite establecer una comunicación personal con distintos usuarios”, dice Gutiérrez.

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