Acercándonos a la mitad del 2018 el balance del desempeño en la renta variable local no ha sido tan positivo como esperábamos a principio de año. El retorno promedio del Ipsa acumulado en 2018 alcanza apenas el 0,5% y de los 40 integrantes del índice, 26 registran retornos negativos a la fecha.

Al revisar el desempeño sectorial también se observa un resultado bastante diferente al que esperaba el consenso. El mercado tenía expectativas muy positivas en sectores cíclicos y productores de commodities, con una visión cauta en el sector bancario (por sus elevadas valorizaciones) y el eléctrico. Sin embargo, la industria bancaria ha liderado los retornos, mientras que las empresas productoras de commodities han tenido desempeño mixto (positivo en forestal y negativo en el resto), y en las empresas cíclicas solamente el sector construcción ha mostrado retornos positivos.

¿Qué ha sucedido? Una variable clave ha sido la inesperada depreciación de las monedas emergentes y la corrección a la baja en las expectativas de crecimiento económico regional. Esto en un contexto de fortaleza del dólar y de una política monetaria más contractiva a lo esperado en EEUU, que ha generado salidas de flujos de capital desde mercados emergentes, impactado a la baja las perspectivas de retorno en estos mercados y en las materias primas.

Sin embargo, a nivel de resultados las compañías han reportado en línea a lo estimado. Al analizar el crecimiento en la utilidad neta esperado por el consenso, se ha visto incluso un aumento cercano a 7% en los últimos tres meses, y solo se han dado correcciones en el sector transporte y en Telco/TI. Si se mantiene la incertidumbre global podría empezar a influir en los fundamentos de las empresas, pero nuestra visión es que el desempeño reciente obedece más bien a una mayor aversión al riesgo que a un cambio en las expectativas.

Por lo anterior, seguimos manteniendo nuestra tesis de inicio de año: apostar a empresas cíclicas en Chile y productores de materias primas, sobreponderando renta variable local en los portafolios. Creemos que los fundamentos en las economías emergentes son sólidos y podría haber existido una sobre reacción en las monedas y las expectativas de crecimiento. Las últimas cifras de crecimiento en Chile han sido superiores a lo estimado y el ciclo económico en China se sigue viendo razonablemente sólido, lo cual podría seguir sosteniendo el precio de las materias primas.