Científicos detectan por primera vez infección de un humano con hongo que solo atacaba plantas

Chondrostereum purpureum en un jardín. Este hongo causa la enfermedad de plata.

El caso fue reportado a través de un estudio que documentó este inusual caso. Lo más llamativo es que la persona infectada no tenía ningún antecedente médico que explicara su infección.


Candida auris (C. auris), un hongo emergente considerado una amenaza urgente por su resistencia a los antimicrobianos (AR) y que se propagó a un ritmo alarmante en los centros de atención médica de Estados Unidos entre 2020 y 2021, según datos publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Igual de preocupante fue la triplicación en 2021 del número de casos resistentes a las equinocandinas, el medicamento antimicótico más recomendado para el tratamiento de las infecciones por C. auris.

En general, C. auris no es una amenaza para las personas sanas. Pero las personas que están muy enfermas, tienen dispositivos médicos invasivos o tienen estadías prolongadas o frecuentes en centros de atención médica tienen un mayor riesgo de contraer este hongo. Los CDC la considera como “una amenaza urgente”, porque a menudo es resistente a múltiples medicamentos antimicóticos, se propaga fácilmente en los centros de atención médica y puede causar infecciones graves con altas tasas de mortalidad.

Ahora, otro hongo genera alarma en ese país. Se trata de Chondrostereum purpureum, que genera la llamada enfermedad de la hoja de plata en muchas especies de plantas, que van desde peras hasta rosas y rododendros. Al infectar sus hojas y ramas, puede ser fatal para la planta si no se trata rápidamente.

Pero lo inquietante es que ahora se detectó el primer caso reportado de este tipo, un micólogo indio de 61 años parece haber contraído un caso bastante grave de enfermedad de la hoja de plata en su propia garganta, lo que brinda un raro ejemplo de un patógeno que aparentemente está dando un gran salto a través de reinos enteros en el árbol de la vida.

Foto: Istock.

El caso fue documentado a través de un estudio publicado recientemente, que describe a un paciente masculino en la región este de la India que acudió a un centro médico con tos, voz ronca, fatiga y dificultad para tragar. Una tomografía computarizada de rayos X de su cuello reveló un absceso lleno de pus junto a su tráquea.

Las pruebas de laboratorio no encontraron ninguna bacteria preocupante, pero una técnica especial de tinción para hongos reveló la presencia de largos filamentos similares a raíces llamados hifas.

Las enfermedades fúngicas no son exactamente infrecuentes en los humanos, aunque de los millones de especies conocidas, solo unos pocos cientos son capaces de causar mucho daño. La tiña, el pie de atleta y la candidiasis bucal comúnmente se encuentran en áreas húmedas de nuestra piel, para nuestra irritación.

A veces, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos, los hongos que comúnmente se alimentan de la vegetación en descomposición, como las especies de Aspergillus, pueden infectar partes más profundas del cuerpo humano.

Sin embargo, la infección del micólogo indio no se parecía mucho a ninguna de esas, lo que llevó a los especialistas médicos a buscar el consejo de un centro de investigación y referencia de hongos de la Organización Mundial de la Salud, que identificó al sospechoso poco probable a partir de su ADN.

Pese a su profesión, el micólogo no recordaba haber trabajado recientemente con esta especie. Su trabajo de campo lo había puesto en contacto con material en descomposición y otros hongos vegetales, lo que podría explicar la fuente de su infección.

El hecho de que el paciente en este estudio de caso pareciera tener un sistema inmunológico en pleno funcionamiento, sin indicios de estar tomando medicamentos inmunosupresores, o tener VIH , diabetes o cualquier tipo de enfermedad crónica, lo hace aún más desconcertante. Si no es un toque preocupante.

Aunque es extremadamente raro, el hecho de que claramente podría suceder lo convierte en un área que merece atención. Los hongos representan especialmente un riesgo significativo: las similitudes en la bioquímica de los hongos y los animales hacen que el diseño de vacunas y terapias adecuadas que puedan prevenir o controlar la infección sea un verdadero desafío.

Casos de infecciones por hongo en Chile

En Chile, alrededor de “350 mil personas sufren de una micosis potencialmente letal”, advirtió en una nota a Qué Pasa Eduardo Álvarez Duarte, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile y representante en nuestro país de la “Acción Mundial para las Infecciones Fúngicas” (GAFFI), quien detalla que cuatro de los patógenos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de poner en una lista categorizados como de importancia crítica, están presentes en Chile.

El académico explicó que algunos de estos hongos causantes de enfermedades graves se han expandido por el mundo (Candida auris) y que uno de los principales problemas asociados a ellos es el desarrollo de resistencia a fármacos antifúngicos. Agrega que en los últimos años se ha podido comprobar que dos especies de esta lista corresponden a micosis importadas desde zonas tropicales y subtropicales.

El momento de este aumento y los hallazgos de las investigaciones de salud pública sugieren que la propagación del hongo puede haber empeorado debido a la presión sobre los sistemas de salud y de salud pública durante la pandemia de Covid-19.

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Cryptococcus neoformansAspergillus fumigatusCandida albicans y Candida auris fueron los cuatro hongos de importancia crítica que entraron en la “lista negra” de patógenos fúngicos publicada recientemente por la OMS, especies asociadas a enfermedades graves como la meningitis, infecciones de distintos órganos y sistémicas y a la resistencia a los antimicóticos, este último, un fenómeno de creciente preocupación global. Esta “Lista de patógenos fúngicos prioritarios” la integran -en total- 19 tipos de hongos categorizados como de prioridad “crítica”, “alta” y “media”, organismos de importancia médica que provocan la muerte de más de 1,6 millones de personas al año y causan enfermedades a largo plazo en cientos de millones más.

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