Sin antivirales ni vacunas: Reaparece mortal virus de Marburgo, cuya letalidad llega hasta el 88%

Un trabajador de la salud limpia una zona en el norte de Angola tras un brote del virus de Marburgo en 2005. Foto: Reuters

La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó la muerte de dos personas a causa de este virus, muy similar al ébola.


El pasado 7 de julio, dos personas fallecieron en Ghana. Las primeras pruebas dieron positivo para el virus de Marburgo, una enfermedad altamente infecciosa y similar al ébola.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo entonces que las muestras aún debían ser confirmadas, por lo que fueron enviadas al Instituto Pasteur en Dakar, Senegal.

Y este domingo, el instituto dio su veredicto: ambos pacientes, que no estaban emparentados ni relacionados entre ellos, murieron a causa del virus de Marburgo.

Ambos hombres mostraron síntomas que incluían diarrea, fiebre, náuseas y vómitos y buscaron tratamiento en el mismo hospital con días de diferencia. La OMS está apoyando a un equipo de investigación nacional conjunto en la región Ashanti de Ghana y alertando a los países vecinos de alto riesgo.

El primer caso fue un hombre de 26 años que fue hospitalizado el 26 de junio y murió al día siguiente, dijeron las autoridades. El segundo caso fue un hombre de 51 años que buscó tratamiento en el mismo hospital el 28 de junio y murió ese mismo día. Ambos pacientes, que no tenían parentesco, experimentaron síntomas similares, como diarrea, fiebre, náuseas y vómitos, dijo la OMS el domingo.

“Las autoridades sanitarias han respondido rápidamente, tomando ventaja”, dijo Matshidiso Moeti, director de la OMS para África, en un comunicado. “Sin una acción inmediata y decisiva, Marburgo puede salirse de control fácilmente”.

Hasta 88% de mortalidad

El virus es una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que el ébola. Rara vez se ha detectado en África Occidental.

Las tasas de letalidad han variado del 24% al 88% en brotes anteriores, según la cepa del virus y la calidad del manejo de casos, dijo la OMS. Aunque no hay vacunas ni tratamientos antivirales aprobados para tratar el virus, la atención de apoyo de síntomas específicos mejora la supervivencia.

Desde 1967 se han producido una docena de brotes importantes de Marburgo, la mayoría en el sur y el este de África.

“Las autoridades sanitarias han respondido rápidamente, adelantándose a la preparación para un posible brote. Esto es bueno porque sin una acción inmediata y decisiva, Marburgo puede salirse de control fácilmente. La OMS está sobre el terreno apoyando a las autoridades sanitarias y ahora que se ha declarado el brote, estamos reuniendo más recursos para la respuesta”, dijo la Dra. Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS para África.

Se han identificado y están siendo monitoreados más de 90 contactos, incluidos trabajadores de la salud y miembros de la comunidad.

Marburgo es una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que la más conocida enfermedad del virus del Ébola. Es solo la segunda vez que se detecta la enfermedad zoonótica en África occidental. Guinea confirmó un solo caso en un brote que se declaró terminado el 16 de septiembre de 2021, cinco semanas después de que se detectara el caso inicial.

Se han informado brotes anteriores y casos esporádicos de Marburgo en África en Angola, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica y Uganda. La OMS se ha comunicado con los países vecinos de alto riesgo y están en alerta.

Un trabajador de la salud durante el brote del virus en 2005 en Angola. Foto: Reuters

El virus se transmite a las personas a través de los murciélagos de la fruta y se propaga entre los humanos a través del contacto directo con los fluidos corporales de personas, superficies y materiales infectados. La enfermedad comienza abruptamente, con fiebre alta, dolor de cabeza intenso y malestar general.

Muchos pacientes desarrollan signos hemorrágicos severos dentro de los siete días. Las tasas de letalidad han variado del 24 % al 88 % en brotes anteriores, según la cepa del virus y la calidad del manejo de casos.

Aunque no hay vacunas o tratamientos antivirales aprobados para tratar el virus, la atención de apoyo (rehidratación con líquidos orales o intravenosos) y el tratamiento de síntomas específicos mejora la supervivencia. Se está evaluando una variedad de tratamientos potenciales, incluidos hemoderivados, inmunoterapias y farmacoterapias, así como vacunas candidatas con datos de fase 1.

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