SEÑOR DIRECTOR:

Ni los colegios están a resguardo del crimen, como lo confirma la balacera ocurrida hace unos días en un colegio de San Pedro de la Paz, en Biobío, episodio que dejó a tres alumnos heridos.

Este no es un hecho más que se incorpora a las cifras de delitos que a diario se cometen en Chile. Es una dura realidad que refleja lo extendido que se encuentra este flagelo en el país, donde ni las aulas son una zona segura hoy, y reafirma la derrota del Estado frente a los grupos delictuales, que se han apoderado de la gran mayoría de los espacios.

Aunque el actual gobierno quiera desligarse de su responsabilidad en la crisis de seguridad que afecta a Chile, escudándose en que es un problema heredado, lo cierto es que ellos han sido los principales protagonistas del desborde de la delincuencia y la violencia en el territorio nacional. Lo fueron cuando avalaron la asonada octubrista en 2019, y ahora, ante su incapacidad para enfrentar esta situación.

En su última Cuenta Pública, el Presidente Boric desconoció esta realidad y mostró datos que minimizan la angustiante realidad que padecen a diario millones de chilenos que viven en zonas cada vez más inseguras y tomadas por el crimen organizado. Según el relato del Mandatario, a la ciudadanía no le queda más que esperar que pasen rápido los 9 meses que le restan a este gobierno, porque su administración ya tiró la toalla ante la delincuencia.

Cristián Araya L.

Jefe de Bancada de Diputados

Partido Republicano