Sección: MasDeco
Los mejores panoramas de la semana del 22 de mayo de 2010.
Fin de semana con feriado. Qué cosa más deliciosa y que haga feliz a más personas al mismo tiempo. Tener un día libre para regalonear, descansar o hacer lo que se plazca es un regalo. Para mí, parte en el desayuno, sobre todo en la cama. Nada mejor que despertarse con una bandeja con cosas ricas, una florcita, la obligación de quedarse en cama y esa escena adorable que es ver cómo alguien preparó un momento para compartir.
Si antiguamente ver que una casa se manejaba sola era de película, hoy es una realidad gracias al mundo de la domótica. Y es que las casas comienzan a hablar por sí solas, las funciones del hogar se vuelven más fáciles y el ahorro energético se automatiza en forma inmediata, demostrando una tendencia de control absoluto sobre el lugar donde todos los días habitamos.
Pilar Izquierdo y Sofía Marty partieron sólo con ideas y ganas de trabajar. Suficiente viéndolo en perspectiva. Hoy su emprendimiento, Taller Maíz, se ha transformado en un referente para el mercado local en diseño de lámparas y pantallas decorativas.
Entre el 17 y el 23 de octubre Valparaíso se iluminará para recibir al primer Encuentro Iberoamericano de Lighting Design, EILD 2010, instancia que busca fortalecer las conexiones entre los diseñadores de iluminación de Iberoamérica, quienes han hecho de la luz una profesión y nos ayudan a ver el mundo de una forma diferente.
El pasado 22 de abril la capital de Brasil celebró sus primeros 50 años de existencia en medio de festejos populares y crisis políticas. Invitados por el Instituto de Turismo Brasileño, Embratur, tuvimos la oportunidad de recorrerla y descubrir la vida que corre bajo sus pulcras avenidas y cuidados jardines.
Estilizadas, redondas, de pie, atornilladas o puestas simplemente sobre una superficie. ¿De qué estamos hablando? De las lámparas y su efecto redentor. Sensaciones optimistas, características ligeras, intimidad absoluta, todo esto es lo que puede provocar la buena elección de una lámpara dentro de un ambiente.
Ando como antojada de cosas originales, creativas, que hablen de la persona que crea. Me paro en un día delicioso de aire caliente en la mitad de Ricardo Lyon y las hojas vuelan. Todo vuela. Por eso me obsesiono con buscar lo que queda. No eternamente, claro, pero al menos en la memoria, en la boca, la retina. Una suerte de marca registrada o el gran apellido, que al final es usar el concepto ?autor? después de algo.