Sergio Sauvalle tenía poco más de 30 años cuando trabajaba en el Servicio de Impuestos Internos como tasador de bienes raíces. “Visitaba fundos, de mucha gente amiga que era dueña de fundos y de caballos. A ellos les gustaban las historias de caballos”, contó Sauvalle en 2009 desde una entrevista con 24 horas.

Una de esas visitas fue al fundo Lolco en Curacautín, perteneciente a su amigo Patricio Mozo. Ambos paseaban a caballo cuando vio una escena que decidió inmortalizar en una canción: un arriero golpeaba brutalmente a un caballo viejo, y Mozo decidió hacer algo al respecto.

"Era mucho más pequeño, como un burro o algo así, que cargaba sacos de arena. Le pegaban tanto que 'Pato' le preguntó '¿Cuánto vale el caballo?'. Ponte tú que le haya dicho 50 lucas. 'Ya, ahí las tiene. El caballo ahora es mío', y ahí lo soltó. De ahí me vino la idea", contó Sauvalle.

El corralero fue compuesta en 1965, y uno de los primeros en oírla fue Jorge Aravena Llanca, un compositor que en ese entonces vivía en Buenos Aires y decidió visitar Pichilemu: “Todo ocurrió por el primer viaje que realicé en mi vida hacia Chile. Me dediqué, sin asco, al vino tinto: a mirar las estrellas de las noches de Pichilemu; a los poetas Teillier, Cárdenas, Carvajal y otros, y a los cantores populares”, contó Aravena al sitio El Marino.

Pedro Messone

“Pues bien, en una de esas visitas escuché cantar a Sergio Sauvalle que me enseñó su recién compuesta canción El Corralero. Debí regresar a Argentina y ahí ya cantando a pleno pulmón, difundí El Corralero, oxigenado por las salinas de Cáhuil. La aprendió un gran amigo mío: Hernán Figueroa Reyes, uno de los cantantes de más éxito por entonces en toda la Argentina”, explicó el músico que actualmente reside en Berlín, Alemania.

Figueroa Reyes quedó tan maravillado con la canción que invitó a Aravena a participar de su nueva película Ya tiene comisario el pueblo (1967), dirigida por Enrique Carreras. Como una de las cintas argentinas más populares de la época, la canción -que formaba parte de la banda sonora- se popularizó rápidamente por Latinoamérica. Pero en Chile no fue valorada desde un comienzo.

El menosprecio de Viña

Tras abandonar Los Cuatro Cuartos en 1964, Pedro Messone fue de gira como parte del elenco de La pérgola de las flores, y tras su paso por México decidió retomar la música. Lograr reintegrarse al conjunto folclórico parecía una misión imposible, por lo que decidió buscar otro compañero.

Sergio Sauvalle había renunciado recientemente a Los Huasos Quincheros, y tenía en su repertorio diversas canciones que no fueron valoradas como Sauvalle esperaba. El corralero llamó la atención de Messone, y juntos decidieron conformar un grupo para el que convocaron a José Luis Pepe Hernández y Renato Ledermann.

Bajo el nombre Los de Las Condes, se presentaron en la competencia folclórica de la VI edición del Festival de Viña del Mar en 1965. Sin embargo, no lograron convencer al jurado que confirió el primer lugar a Mano nortina de Los Cuatro Cuartos.

Recién el año 2000 la canción fue reconocida, pero en la voz de Los Huasos Quincheros liderados por su recientemente fallecido líder, Benjamín Mackenna. El certamen le confirió Gaviota de Oro y treinta mil dólares para su autor original.

¿Crítica social?

“Se contaron muchas cosas, que era un millonario, que le llovían las mujeres... y todo eso no es cierto”, contó Sauvalle, quien incluso explicó que hay quienes la interpretan como una suerte de crítica social, pero la historia es más simple de lo que se cree.

Clave en su pecho un cuchillo porque el patrón lo ordenó.

“Creían que era la rebelión del corralero contra el patrón y nada que ver, toda la importancia la tiene el caballo”, añadió.

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