Carlos Alcaraz estaba extenuado. Luego de un primer set donde el español se mostró imponente, parecía que Casper Ruud le tomaba la mano y dominaba. Tras una segunda manga para el olvido, tuvo un positivo arranque en la tercera. Pero los fantasmas volvían. El cansancio se notaba. Había jugado tres partidos consecutivos de cinco sets. Ante Jannik Sinner estuvo cerca de caer, pero se levantó de la lona. Igual que en la final del domingo.

Avanza el cronómetro. El español, de solo 19 años, sabe que es una oportunidad única. Puede ganar su primer Grand Slam, escalar al primer lugar del ranking ATP y transformarse en el líder más joven de la historia. No puede sucumbir. La igualdad del tercer set no se rompe. El noruego está cerca de quebrarle. Si lo hace, se queda con la manga y toma ventaja. Alcaraz lucha para que no ocurra. Lo logra y estira al tie break. Es un segundo aire, se nota en la definición, donde saca lo mejor de su repertorio.

En el cuarto gana. Un break es suficiente. El Abierto de Estados Unidos tiene nuevo rey. El tenis mundial encuentra un nuevo monarca, en rigor. Un novel tenista que llega para quedarse y que tiene la expectativa de comenzar una nueva era.

Explosión

Desde pequeño, el muchacho de El Palmar, un pueblo perteneciente al municipio de Murcia, tenía clara su gran meta. “Quiero ser el número uno”, declaraba a los dieciséis años. Hacía solo dos que dejaba la escuela de tenis dirigida por su padre, para saltar a competiciones más complejas.

Su familia, aficionada al tenis desde sus abuelos, le inculcó el deporte. Claro que no fue hasta la edad de catorce, cuando Juan Carlos Ferrero vio su potencial, que inicia su subida exponencial. Solo un año y medio en el circuito le ha bastado para llegar a donde está. Los números son increíbles. En cinco temporadas el chico murciano, luego de abandonar el hogar, llega a ser el mejor del planeta en su disciplina.

Carlos Alcaraz celebra después de ganar la final contra Casper Ruud. Foto: REUTERS/Shannon Stapleton

Carlitos, un apodo que se explica en el hecho de que su papá lleva el mismo nombre, llega al alero de Ferrero luego de que Albert Molina lo captara. El agente arribó a la vida del tenista cuando tenía doce años. Desde entonces lo acompaña en su toma de decisiones. En todos sus encuentros, cuando gana un punto o la situación se complica, la mirada del murciano se dirige a Ferrero o Molina. La complicidad se nota en el dialogo y los gestos.

Ferrero, histórico ex tenista español, en tiempo récord ha desarrollado las virtudes del actual número 1. Muchas horas de gimnasio, permanente trabajo mental, aprovechar su altura y su potencia en el saque, son algunas de las claves.

Juventud al liderato

Claro que no todo en la vida de Alcaraz es tenis. Si el 80 por ciento, probablemente. Así se llega a su posición. Sin embargo, con toda una vida por delante, el joven deportista ocupa su tiempo libre en otras aficiones. Es hincha de un equipo de fútbol, por ejemplo: el Real Madrid. Además, afirma ser un seguidor del golf.

Su ídolo en su área es lógico. Ad portas de los veinte años, no es de extrañar que admira a Rafael Nadal. Con quien, dicho sea de paso, se ha visto las caras en tres ocasiones. Con dos triunfos para el experimentado y uno para el novel. El triunfo de Carlitos fue en el Masters 1000 de Madrid, esta temporada, por 6-2, 1-6 y 6-3. Curiosamente, no le gusta que se le compare con el manacorense, pese a no ocultar su idolatría. “Si tengo que decir un jugador que es similar a mi juego, creo que es Federer, tratando de ser agresivo todo el tiempo”, declaró en alguna ocasión.

En su vida privada, tiene gustos generacionales. Asegura “disfrutar” del reggaeton y dice escucharlo. También sostiene que su actor favorito es Will Smith, pero que su película predilecta es Rocky Balboa. La obra de Sylvester Stallone suele aparecer en las listas de los deportistas.

Es la nueva cepa del tenis. Este domingo, luego de su gesta histórica en Nueva York, tomó el micrófono para dar a conocer sus sentimientos. “Ganar un título de ‘Grand Slam’ y ser número uno es algo que soñaba desde niño”, arrancó diciendo. Mirando hacia atrás en su historia, Alcaraz dijo que: “Debo poner en perspectiva todo el trabajo que he hecho junto a mi equipo y mi familia”.

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