Hace casi dos meses que el arquero chileno Claudio Bravo no jugaba con el Betis. Sin embargo, esa falta de fútbol no fue impedimento para que el capitán de la Roja se alzara como una de las figuras en el triunfo por la cuenta mínima en casa del Athletic de Bilbao.

“Fue un triunfo muy bueno. Hace más de diez años que no se ganaba en este campo. Es un lugar difícil, un ambiente especial, donde la gente te presiona mucho. Es una victoria importante de cara al siguiente encuentro y para lo que viene”, dijo el golero a los medios oficiales del club.

Consultado por desaparición de la titularidad en el equipo, el de Viluco reconoció que “es parte de, también… Uno no está en estos lugares por arte de magia, te avala tu trabajo y tu trayectoria. Depende de la manera de esforzarte día a día, sino es imposible llegar a este nivel”.

En la misma línea, explicó que “más que sufrir en este tipo de partidos, yo disfruto como un niño cuando juego. Y si no juegas habitualmente, no pasa nada. La confianza no la venden en las farmacias. Yo sigo trabajando siempre, a disposición del grupo”.

Triunfo necesario

En materia colectiva, el guardameta aseguró que el elenco sevillano hizo un gran partido, en líneas generales. Situación que le permitió llevarse un triunfo muy valioso de una cancha difícil.

“Todo el equipo hizo un gran partido, mi trabajo es que no nos hagan goles, pero la defensa ha estado muy bien. Los momentos en los que se nos perdió el balón, el equipo también estuvo bien. Marcamos pronto e incluso pudimos anotar el 2-0 para estar más tranquilos. Pero sabíamos a lo que veníamos”, advirtió Bravo.

Asimismo, afirmó que “sabemos que dependemos de nosotros para volver a ser un equipo agresivo, si seguimos así vamos a conseguir premio en todos los estadios. Hacía falta ganar porque lo necesitábamos de cara al objetivo que es estar en Europa. Dejamos pasar opciones valiosas y lo seguimos intentando. Nuestra mentalidad está en ganar siempre, no empatar ni perder”.

Sobre el ambiente hostil que encontraron en Bilbao, declaró que “no me importa que me silben o que insulten, sacar puntos de un lugar complejo como este es lo lindo del fútbol. Así también lo hacemos sentir nosotros en nuestra casa. Esto es lo que intentamos hacer desde hace tres años, que este equipo esté arriba, para estar en Europa”.

Finalmente, aclaró que “esto se lo dedico a mi familia, que siempre ahí para apoyarme, a la gente que está contigo, sobre todo cuando desapareces de los medios, cuando estás más resentido. Es para los que están en las malas, porque en las buenas siempre tienes a mucha gente”.

El Deportivo