Momentos incómodos y críticas al rol de Mañalich: Así fue la primera cita para un acuerdo entre el oficialismo y la oposición

Pese a que las fuerzas políticas lograron consensuar plazos y un diseño de trabajo para avanzar en un diálogo en materia de protección social, reactivación económica y estrategia fiscal, el encuentro no estuvo exento de enfrentamientos.


Que al ministro Jaime Mañalich se le acabó la “línea de credibilidad” para enfrentar la emergencia sanitaria y cuestionamientos al hecho de que el gobierno marginara del encuentro a partidos sin representación parlamentaria en las comisiones de Hacienda del Congreso. Esos fueron algunos de los puntos que provocaron momentos de tensión y terminaron, inevitablemente, marcando la primera reunión entre el gobierno y los partidos de Chile Vamos y la oposición para iniciar un diálogo por un acuerdo ante la emergencia.

En la cita -en la que todas las fuerzas políticas que participaron acordaron ponerse un plazo de dos semanas para alcanzar un consenso en materia de protección social, reactivación económica y estrategia fiscal-, la centroizquierda no perdió la oportunidad para manifestar sus reparos a la forma en que La Moneda ha enfrentado la pandemia.

Fueron los presidentes del Partido Radical, Carlos Maldonado, su par de Revolución Democrática, Catalina Pérez, y el timonel PPD, Heraldo Muñoz, quienes al tomar la palabra cuestionaron duramente al titular de Salud. Según presentes, los dirigentes apuntaron a la supuesta “falta de credibilidad” del secretario de Estado y, asimismo, a sus polémicas declaraciones en que admitió no conocer los niveles de pobreza y hacinamiento que han quedado a la vista en el país con la crisis del coronavirus.

En ese sentido, durante la reunión los timoneles señalaron que Mañalich había perdido el “crédito” y remarcaron que la discusión sobre un posible acuerdo económico debía ir acompañada de la estrategia sanitaria, materia que, dicen desde la oposición, el oficialismo no quiso abordar. Estas críticas, incluso, fueron más duras a la salida de la cita, donde los timoneles llegaron a solicitar públicamente que el titular de Salud “diera un paso al costado”.

En la misma línea, con un tono crítico, pero según destacan en el gobierno “más constructivo”, se manifestó el líder socialista, Álvaro Elizalde, quien reafirmó que el diálogo debía ser acotado, que la principal responsabilidad era del gobierno y que su partido esperaba que esta vez el Ejecutivo escuchara realmente sus planteamientos. Asimismo, cuestionó la estrategia de “vuelta a la normalidad” que impulsó el gobierno a principios de mayo y destacó que cualquier “medida sanitaria sería un fracaso si no se acompaña de protección social”.

No obstante, fue el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte, quien advirtió a sus pares de la centroizquierda que no correspondía que se emitiera ese tipo de críticas ni menos deslizar solicitudes de “renuncia” en ese espacio. A su vez, luego la presidente de la UDI, Jacqueline van Rysserlberghe habría defendido la gestión de Mañalich, apuntando a que las críticas no “contribuían” a la discusión. Desde RN, en tanto, Mario Desbordes, subrayó que la política sanitaria debía ser conducida por el Ejecutivo. Finalmente, habría sido el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, quien zanjó la polémica pidiendo a los invitados “no desviar el foco” del debate.

“Críticas a la conducción sanitaria son legítimas pero se deben hacer en la mesa social covid o en las comisiones de salud en el Congreso. Yo creo que no hay que agregar temas, es condenar el trabajo el fracaso. Hay que concentrarse exclusivamente en medidas sociales y económicas”, sostuvo tras la cita Desbordes.

La marginación

Otro momento de tensión se dio cuando los partidos de la oposición cuestionaron que el Ejecutivo haya “marginado” de la cita a colectividades del sector que no tienen representación parlamentaria en las comisiones de Hacienda del Congreso, pero de todas formas haya convocado a partidos oficialistas como Evópoli o el PRI, quienes no cumplen con ese criterio y tampoco cuentan con integrantes en dichas instancias.

La determinación complicó particularmente al Frente Amplio, coalición que el día anterior había acusado al Ejecutivo de no estar haciendo una invitación abierta, pese a que partidos como el PL y Convergencia Social se habían mostrado disponibles a concurrir a un diálogo.

En ese sentido, el punto fue planteado por la presidenta de RD y luego respaldado por sus pares de la centroizquierda. Según presentes, la diputada apuntó directamente a Blumel y le señaló que no había “excusa” para excluir a otras colectividades. “Ministro, usted me dijo que esta era una invitación a Hacienda y la verdad es que está excluyendo al resto del FA, entonces por qué yo veo sentado aquí a Evópoli y al PRI”, habría dicho la parlamentaria.

Así, desde la oposición manifestaron que ese hecho “agravaba gratuitamente” las condiciones para un diálogo, debido a que, según algunos de ellos, no sería “sostenible” iniciar una conversación con exclusiones. Sin embargo, según explican, el punto no habría sido recogido por el oficialismo de forma directa, aunque otras fuentes señalan que se planteó buscar fórmulas para incluir a otras fuerzas al trabajo.

El diseño para un diálogo “político” con foco “técnico”

Pese a las tensiones y recriminaciones, tanto desde la oposición como desde Chile Vamos valoraron que, al menos, se hayan logrado establecer algunos consensos para iniciar un trabajo coordinado. Finalmente, el diseño que terminó imponiéndose fue viabilizar el diálogo técnico mediante las comisiones de Hacienda del Congreso. Así, cada partido tendrá que nombrar a uno de sus integrantes y proponer, además, algún economista que represente la visión de cada colectividad.

Y si bien al inicio de la cita se abordó la posibilidad de que continuara -además del trabajo en las comisiones de Hacienda- una instancia con los presidentes de las colectividades, opción que habría sido desechada por los timoneles opositores.

Según explican en ambos sectores, la idea es que los proyectos que se vayan consensuando en lo político, queden plasmados en redacciones que estarán a cargo de esas instancias.

“Valoramos la disposición de los presidentes de partidos para buscar un acuerdo por la protección social y la reactivación económica. Ahora iniciaremos un trabajo para concordar propuestas que permitan apoyar a las familias y recuperar nuestra económica, con un foco especial en el empleo que es la principal prioridad”, sostuvo el ministro Blumel tras la cita.

Desde Chile Vamos, en tanto, los dirigentes oficialistas también destacaron la apertura al diálogo. “Tuvimos una reunión positiva con el gobierno y diversos partidos sobre necesidad de acuerdo para la protección social y la reactivación económica. Fue un diálogo, con sentido de urgencia, que permite ir construyendo las bases de un acuerdo”, señaló Larraín Matte, mientras que su par de la UDI destacó que “fue una buena reunión. Se avanzó, se llegó a un acuerdo en que esto tiene que ser un tema acotado a lo urgente, en cómo ayudamos a las familias. Incluso se acordó el plazo de dos semanas que es menor al que propuso inicialmente el Presidente. Demuestra que en todos los sectores hay sentido de urgencia para sacar esto adelante”.

En tanto, el presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahin, señaló que “nos dimos plazo de dos semanas para llegar a un acuerdo acotado en materia de apoyo social a las familias, reactivación económica y empleo y un marco fiscal definido para eso”.

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