“Una década más peligrosa”: La preocupante advertencia de centro de estudios británico sobre la seguridad global

Presentación del informe The Military Balance 2024, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), en Londres.

En su informe The Military Balance 2024, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) destaca que países de todo el mundo han aumentado el gasto militar en respuesta a la invasión rusa a Ucrania, el ataque de Hamas a Israel y la creciente asertividad de China, entre otros factores, los cuales contribuyen al “deterioro del entorno de seguridad”.


El mundo ha entrado en una era de creciente inestabilidad a medida que países de todo el orbe aumentan el gasto militar en respuesta a la invasión rusa a Ucrania, el ataque de Hamas a Israel y la creciente asertividad de China en el Mar de la China Meridional. Tensiones que presagian “lo que probablemente será una década más peligrosa”.

Esa es la conclusión de un nuevo informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), que también destacó las crecientes tensiones en el Ártico, la búsqueda de armas nucleares por parte de Corea del Norte y el ascenso de regímenes militares en la región africana del Sahel como factores que contribuyen al “deterioro del entorno de seguridad”.

El reputado think tank con sede en Londres, considerado como uno de los mejores en materias de defensa y seguridad nacional a nivel mundial, ha compilado su estimación anual de la situación militar global durante los últimos 65 años. Y en su último informe alerta sobre la situación de seguridad.

Empleados trabajan en una línea de producción mientras el canciller alemán, Olaf Scholz, y el ministro de Defensa, Boris Pistorius, visitan el futuro sitio de una fábrica de armas de Rheinmetall, en Unterluess, Alemania, el 12 de febrero de 2024. Foto: Reuters

“La actual situación de seguridad militar presagia lo que probablemente será una década más peligrosa, caracterizada por la descarada aplicación por parte de algunos del poder militar para perseguir reclamos -evocando un enfoque de ‘el poder es lo correcto’- así como el deseo entre democracias con ideas afines de tener vínculos de defensa bilaterales y multilaterales más fuertes como respuesta”, dice el informe The Military Balance 2024.

“Los renovados combates entre Israel y Hamas, la reaparición de la amenaza de misiles de los hutíes, las crecientes tensiones en el Indo-Pacífico y el Ártico, la agitación en el África subsahariana, junto con la guerra de Rusia contra Ucrania que se acerca a su tercer año, crearon un entorno de seguridad altamente volátil el año pasado”, agrega.

El reporte destaca que “al mismo tiempo, los gobiernos están tratando de equilibrar el apetito por armas avanzadas con la necesidad de reconstruir la capacidad de producción de municiones a escala industrial. La desaparición del Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa puso de relieve una falta de interés en el control de armas”.

Al respecto, el gasto en defensa global aumentó un 9% a 2,2 billones de dólares el año pasado, cuando la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia aumentó las preocupaciones de que China y otros estados militarmente poderosos puedan intentar imponer su voluntad a sus vecinos, dijo el IISS. “Es probable que la cifra de este año vuelva a ser mayor”, advierte.

El aumento fue aún mayor en la OTAN, que ha apoyado a Ucrania como baluarte contra nuevas incursiones rusas en Europa, destaca The Associated Press.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky; el primer ministro británico, Rishi Sunak; el presidente estadounidense, Joe Biden; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante una cumbre de líderes de la OTAN en Vilna, Lituania, el 12 de julio de 2023. Foto: Reuters

Muchos países europeos han aumentado la inversión en sus Fuerzas Armadas. En respuesta a la invasión rusa de Crimea hace una década, los miembros de la OTAN no estadounidenses han aumentado el gasto en defensa en un 32% combinado. Además, desde 2014, los miembros de la OTAN han duplicado en promedio la proporción de inversión de sus presupuestos de defensa del 15% al 30%, con un marcado aumento en 2022 y 2023. Diez miembros europeos alcanzaron el objetivo de la Alianza de gastar el 2% de la producción económica en defensa el año pasado, frente a solo dos en 2014, encontró el think tank británico.

“Y si bien es bueno, desde una perspectiva de seguridad, que los países europeos estén gastando más, gran parte del dinero se destina a abordar la subinversión pasada”, apunta el informe. Y agrega: “Sin embargo, para ser claros, Washington sigue gastando la mayor cantidad en general: representa el 40% del gasto en defensa global y el 70% del total de la OTAN”. El gasto en defensa de los estados miembros de la OTAN, dominado por Estados Unidos, ha aumentado a aproximadamente el 50% del total mundial, señala el estudio.

El gasto en defensa europeo recibió una renovada atención en los últimos días después de que el expresidente estadounidense Donald Trump dijera en un mitin de campaña que cuando era presidente le dijo a un Estado no identificado de la OTAN que “animaría” a Rusia a atacar a los miembros de la Alianza que no cumplieran con sus compromisos de financiamiento. “¿No pagaste? ¿Es usted un delincuente?”, recordó haber dicho Trump. “No, no te protegería. De hecho, los animaría a hacer lo que quisieran. Tienes que pagar. Tienes que pagar tus cuentas”, añadió.

Pero si Occidente gasta más, también lo hacen China y Rusia. Estos dos países también representan una alta proporción del gasto, y la cifra nominal de cada país subestima el poder adquisitivo de esas asignaciones. Rusia ha aumentado su presupuesto oficial de defensa para 2024 más de un 60% interanual. El gasto militar total representa ahora un tercio de su presupuesto nacional y alcanzará aproximadamente el 7,5% del PIB, lo que indica que se centra en su esfuerzo bélico, señala el IISS. Sumando los presupuestos de defensa de China, Rusia e India, el total colectivo asciende a más del 70% del gasto militar mundial.

Una de las conclusiones clave del informe es que Rusia ha perdido casi 3.000 tanques durante los combates en Ucrania. “Rusia ha perdido más de 2.900 tanques de batalla principales desde que lanzó su guerra a gran escala contra Ucrania, aproximadamente tantos como los que tenía en inventario activo al comienzo de la operación. Sin embargo, Moscú ha podido intercambiar calidad por cantidad, sacando miles de tanques viejos de su almacenamiento a un ritmo que, en ocasiones, puede haber llegado a 90 tanques por mes. Los inventarios de equipos almacenados en Rusia significan que Moscú podría potencialmente soportar alrededor de tres años más de grandes pérdidas y reponer los tanques de las existencias, incluso aunque con un nivel técnico más bajo, independientemente de su capacidad para producir nuevos equipos”, detalla.

En febrero de 2023, el IISS evaluó que Rusia había perdido hasta la mitad de sus tanques de combate en el primer año de la guerra. A finales de enero, James Heappey, ministro de las Fuerzas Armadas de Gran Bretaña, dijo a los legisladores de Reino Unido que Londres estimaba que las pérdidas totales de tanques rusos superaban los 2.600, con aproximadamente 4.900 vehículos blindados destruidos. Hasta el martes, el Ejército ucraniano cifraba las pérdidas de tanques rusos en 6.424. Las estimaciones de Kiev suelen ser superiores a las de los analistas occidentales, apunta la revista Newsweek.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el martes que Ucrania había perdido poco menos de 15.000 tanques y vehículos blindados de combate en los casi 24 meses de guerra.

Mientras tanto, el informe señala que la influencia de Irán en las zonas de conflicto ha aumentado a medida que suministra misiles a los hutíes en Yemen y aviones no tripulados a Rusia. China también había demostrado “una mayor capacidad de proyección de poder”, añadió.

“Mientras el gasto en defensa occidental está aumentando y los planes para renovar el equipo están en marcha, reflexionamos sobre los desafíos, incluidos los planteados por la actual invasión rusa de Ucrania, la modernización militar de China y los acontecimientos en Medio Oriente”, dijo el director ejecutivo del IISS, Bastian Giegerich.

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