Víctor Ramos, el “elegido” de Boric para hacer frente al conflicto de la Macrozona Sur

El encargado del Plan Buen Vivir -que diseñó el Ministerio del Interior para dar una salida política al conflicto con el pueblo mapuche- llegó a la cartera el pasado 20 de abril. Según distintas fuentes, la recomendación a la ministra Izkia Siches -quien no lo conocía- provino justamente del Presidente Gabriel Boric. El psicólogo y magíster en políticas públicas coincidió con el Mandatario en la época en que se fundó el Movimiento Autonomista y es militante de su partido, la Convergencia Social.


Un viaje a la Macrozona Sur para adelantar a autoridades y comunidades mapuche que el gobierno se inclinaría por aplicar el controvertido estado de excepción acotado a rutas y caminos. Esa fue la primera misión relevante que tuvo Víctor Ramos Muñoz tras integrarse como asesor al gabinete de la ministra del Interior, Izkia Siches, el pasado 20 de abril.

Su arribo a la cartera se debería a dos hitos. Primero, a la sugerencia que el propio Presidente Gabriel Boric le hizo a Siches para que reestructurara sus equipos tras el flanco que le abrió a su gobierno al entregar información falsa a la Cámara de Diputados. Y segundo, a la fuerte presión interna para que el entonces jefe de gabinete de la ministra, Roberto Estay, dejara el cargo.

El nombre del militante de Convergencia Social sonó por esos días como un posible reemplazo de la mano derecha de la secretaria de Estado. Sin embargo, la socialista Ana Lya Uriarte sería quien asumiría ese desafío. Para uno de los fundadores del partido del Mandatario, habría otro y no menos crucial: asumir la gestión del conflicto político en las regiones del Bíobío, La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos y hacerse cargo del Plan Buen Vivir que contempla, entre otras acciones, restitución de tierras, diálogos con vehedores internacionales y mayor inversión.

Quienes conocieron cómo Ramos terminó en un cargo de ese nivel político y estratégico para el gobierno, sostienen que su nombre habría llegado a oídos de Siches por parte del propio Mandatario. El también psicólogo de la Universidad de Viña del Mar conoció al jefe de Estado poco después de que en 2016 se fundara el Movimiento Autonomista, del que ambos fueron parte. Luego, unirían esfuerzos para constituir como partido político a la Convergencia Social. Como parte del primer Comité Central de la colectividad, Ramos fue uno de los que defendió la decisión del entonces diputado de firmar a título personal el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019.

Si bien en su círculo señalan que no es amigo del Mandatario y que la relación entre ambos es de confianza política y respeto, lo cierto es que distintos actores de la zona reconocen en Ramos al “hombre del Presidente” si se trata de abordar la crisis política y social que arrastran esas regiones. Un gobernador lo explica así: “Hablar con él, es tener línea directa con Boric”.

Primeros pasos en La Moneda

En las últimas semanas, el psicólogo ha cobrado notoriedad en La Moneda. Por ejemplo, ayer participó en la reunión que lideró el subsecretario Manuel Monsalve con el gobernador de La Araucanía, Luciano Rivas. Además, le atribuyen a él -en parte- la organización de la cita que sostuvo el viernes pasado Siches con los werkén del Consejo del Longko de Arauco con quienes se acordó avanzar hacia el diálogo.

Ramos es magíster en Estudios Sociales Aplicados de la Universidad de Zaragoza de España, donde vivió varios años y tejió lazos con referentes de Podemos. Además, tiene también una maestría en Políticas Públicas y Gobierno, el que cursó en la Universidad Alberto Hurtado. En Convergencia Social sus principales redes están en el movimiento Cordillera a Mar, cuyos referentes son la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana y el diputado Diego Ibáñez. Este último es uno de los más cercanos a Ramos: de hecho, el ahora colaborador de Interior ejerció como su jefe de gabinete en el primer periodo parlamentario del legislador por Valparaíso.

En su paso por el Parlamento, además, afianzó lazos con el jefe de gabinete del Presidente, Matías Meza-Lopehandía -que por esos años se desempeñaba en la Biblioteca del Congreso Nacional- y quien tiene una experiencia directa en el tema indígena: fue abogado del Observatorio de Derechos Indígenas, y es contrario a la militarización de La Araucanía y a la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado.

Su misión: solo el tema mapuche

La trayectoria profesional y política de Ramos, dicen en el gobierno, es algo que estuvo sobre la mesa cuando -tras la recomendación de Boric- la ministra Siches decidió darle una misión tan relevante para su cartera. Si bien en el círculo de Ramos reconocen que no tiene vinculación orgánica con las comunidades mapuche, recalcan que hay varios elementos de su experiencia que podrían ayudar en ese objetivo.

El militante de Convergencia Social trabajó varios años en la Fundación Para la Superación de la Pobreza, donde estuvo a cargo de programas de ruralidad y habitabilidad en zonas con alta densidad indígena.

“Su plus es el abordaje sociocomunitario, la capacidad de articular actores, pero sobre todo su lectura política”, dice un dirigente oficialista.

Quienes lo conocen afirman que su mirada sobre la situación de la Macrozona Sur coincide con el diagnóstico del Ejecutivo: que la seguridad y el fin a la violencia deben abordarse de manera urgente, pero al mismo tiempo avanzar en el conflicto político de fondo y en los problemas asociados que lo agudizan como, por ejemplo, el rezago y la pobreza. Las mismas fuentes señalan que está convencido de que existe una oportunidad histórica durante el mandato de Boric para lograr avanzar en una solución política.

En el gobierno recalcan que su relación con la ministra Siches, en tanto, es de “simpatía mutua” y que pese a que no se conocían antes de que ella lo llamara para integrarse a sus equipos, ambos han logrado forjar un vínculo de confianza.

Si bien la llegada de Ramos a Interior se dio poco antes de que el encargado de Asuntos Indígenas Salvador Millaleo dejara el cargo por sus diferencias con medidas como el estado de excepción, en La Moneda recalcan que el rol del psicólogo está enfocado solo en el conflicto mapuche y no al abordaje de la situación de otros pueblos originarios.

Eso sí, Ramos ha mantenido en sus equipos a colaboradores del académico de la Universidad de Chile, entre ellos, a Francisco Reyes y Gabriela España.

Además, lo apoyan Jorge Figueroa, encargado de coordinar el despliegue territorial del Plan Buen Vivir entre todas las regiones y Ruben Sánchez, quien es el nexo del gobierno en La Araucanía.

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