Expertos plantean cinco desafíos de la educación superior en Chile

José Joaquín Brunner, Luz María Budge y Hugo Lavados. Foto: Andrés Pérez / La Tercera.

Luz María Budge, presidenta del Consejo Nacional de Educación; Hugo Lavados, rector de la Universidad San Sebastián (USS); y José Joaquín Brunner, experto en educación, participaron en el Conversatorio “Desafíos de la Educación Superior en Chile, donde el financiamiento al sistema, la flexibilidad curricular y la empleabilidad surgieron como temas claves del análisis.



Contar con los recursos necesarios para crecer y dar sostenibilidad a las universidades, Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP); dónde y en qué condiciones están trabajando los egresados de las instituciones de educación superior; y cómo el cambio tecnológico está impactando en el diseño de los programas académicos, fueron algunos de los temas que tres destacados expertos en educación: Luz María Budge, presidenta Consejo Nacional de Educación; Hugo Lavados, rector de la Universidad San Sebastián (USS) y José Joaquín Brunner, experto en educación, debatieron en el marco del conversatorio “Desafíos de la Educación Superior en Chile”.

José Joaquín Brunner, experto en educación; Luz María Budge, presidenta Consejo Nacional de Educación; y Hugo Lavados, rector de la Universidad San Sebastián. Foto: Andrés Pérez / La Tercera.

Los cinco desafíos de la educación superior

Durante la conversación, los expertos abordaron de manera integral los desafíos del sistema de educación superior y plantearon cinco temáticas que se deberían abordar en un debate serio basado en la evidencia y en la proyección de los avances tecnológicos y los cambios en la sociedad para entregar la mejor formación a las actuales y futuras generaciones de estudiantes de la educación terciaria en Chile. A continuación, entregamos un extracto de estos planteamientos.

1.- Flexibilidad curricular

Hugo Lavados planteó que la flexibilidad de los currículos de las carreras que se imparten en la educación superior ha estado poco presente en el debate actual, que se ha centrado principalmente en lo financiero, dejando de lado aspectos tan importantes como la calidad y el acceso.

“Tenemos un tema que es muy difícil de resolver, que es cultural. Y es que, en Chile, todo el mundo, la familia, los estudiantes, los académicos y los políticos conciben la universidad y la educación superior en general sólo como entrar a una carrera específica. Y eso trae malas consecuencias para el futuro, sobre todo en términos de la flexibilidad que se necesita para el mundo de hoy y con mayor razón el de mañana, al avance del conocimiento, la tecnología y a la necesidad de que en algunas áreas de gran especialización se hace complejo solamente constreñirse a una carrera específica. En Chile nadie concibe no entrar desde el primer año, el primer día de clase a estudiar derecho, enfermería, etc. y eso termina siendo un problema desde el punto de vista del mercado del trabajo y la especialización”.

Hugo Lavados, rector de la Universidad San Sebastián. Foto: Andrés Pérez / La Tercera.

2.- Brecha de conocimientos de los estudiantes nuevos

La falta de conocimiento base con que algunos estudiantes secundarios ingresan a las casas de estudios superiores es otro de los problemas que éstas experimentan, señaló Luz María Budge. “El gran desafío de las universidades es cómo pueden comprometer un determinado número de años de estudio para un perfil de egreso que ha sido consensuado, y recibir alumnos que en realidad están entre tres y cuatro años por debajo del conocimiento esperable para entrar. Esto supone una inversión por parte de las universidades en recomponer esas carencias. Los perfiles de egreso de la gran mayoría de las carreras fueron hechos incluso antes de que existiera la inteligencia artificial nueva, como ChatGPT”, sostuvo.

Luz María Budge, presidenta del Consejo Nacional de Educación. Foto: Andrés Pérez / La Tercera

3.- Financiamiento de la educación superior

Desarrollar más laboratorios y actividades prácticas y contratar a profesores que estén a la vanguardia en sus disciplinas implica costos elevados para las casas de estudio superiores, lo que pone más presión al tema del financiamiento, planteó José Joaquín Brunner. “Tengo la impresión de que en general nuestras instituciones de todo tipo en el sistema de educación superior se han modernizado muy fuertemente en términos de gestión. Pero estamos llegando a un límite con los recursos existentes. Aunque se optimice y se racionalice al máximo su uso, efectivamente muchas instituciones empiezan a sentir que no tienen espacio para poder seguir creciendo. Y ahí hay un desafío para la política, para los gobiernos, para el que existe y los que vendrán. El desafío mayor es cómo vamos a armar un sistema de financiamiento que sea sustentable en el tiempo para la educación superior”, afirmó.

José Joaquín Brunner, experto en educación. Foto: Andrés Pérez / La Tercera.

4.- Crédito con Garantía Estatal (CAE)

Siguiendo en la línea del financiamiento universitario, pero acotado al Crédito con Garantía Estatal (CAE), Hugo Lavados dijo que “estamos muy focalizados en un tema que hay que arreglar de alguna manera, el tema del CAE y de la deuda del CAE. Hay que arreglarlo. El país sabe, el gobierno sabe, y todo el mundo sabe que en realidad esto no significa una condonación, porque no puede haber una condonación ni desde el punto de vista político, mucho menos del punto de vista económico, y porque desde el punto de vista ético no sería lo más justo de hacer. Entonces, en realidad tenemos que pasar rápidamente a una pregunta distinta, que es cómo vamos a financiar un sistema durante los próximos 15 o 20 años”, agregando que el tema del CAE “está lleno de mitos. Está lleno de lo que uno piensa podría ser definiciones políticas, pero no están basadas en hechos reales, sino que, o en visiones antiguas o en mitos”.

5.- Empleabilidad de los egresados

Luz María Budge subrayó la importancia de preguntarse por la empleabilidad de los egresados de las universidades, pues “la empleabilidad la seguimos solamente en el caso técnico, no en los universitarios. Preguntamos cuál es la tasa de titulación, pero no les preguntamos cuál es su tasa de empleabilidad, ni cuántos siguen en el área para la cual estudiaron, ni si acaso están haciendo aportes como los que se esperaba que pudieran dar”, todo esto, en el contexto de la calidad de la educación que se entrega. “Pensar que el momento de la educación superior sigue siendo el punto principal de la formación de las personas es anacrónico (...) es erróneo pensar que el joven, a los 18 años, se juega la vida, porque a lo largo de su vida va a ir adquiriendo un conjunto de conocimientos y habilidades para el mundo laboral”, sostuvo José Joaquín Brunner.

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