La era de la automatización post Covid-19

Los expertos esperan que en 2050, ya haya sistemas de inteligencia artificial equiparables al hombre.

La crisis sanitaria ha dejado en evidencia la necesidad de acelerar los procesos de automatización en todos los ámbitos de la sociedad. Llevarlo a cabo, implica un modelo educativo que incluye la tecnología desde los inicios de la enseñanza y la capacitación continua de los trabajadores, para así enfrentar de mejor forma los cambios de esta Cuarta Revolución Industrial.



Si alguien me hubiera asegurado hace 10 años que le podría preguntar a un asistente virtual en mi teléfono celular cuál es la capital de Afganistán, y una voz de mujer llamada Siri me daría la respuesta correcta, lo hubiera tildado de loco de remate. Y lo mismo hubiera ocurrido si alguien me hubiera asegurado hace apenas una década, que una aplicación llamada Waze me indicaría, a viva voz, el camino más corto y con menos tráfico”, reflexiona el periodista Andrés Oppenheimer en su libro ¡Sálvese quien pueda! El Futuro del trabajo en la era de la automatización.

Lo cierto es que la inteligencia artificial ha avanzado a pasos agigantados esta última década, modificando procesos industriales, el mundo laboral y también los modos de vivir. Países como Singapur, Alemania, Corea del Sur y Finlandia, quienes cuentan con una fuerza laboral altamente preparada para los desafíos que presenta la nueva era digital, han logrado crecer a través de la innovación.

Hoy, debido a la pandemia del Covid-19, la automatización se ha transformado en una posibilidad para seguir trabajando y produciendo. “Tareas que se hacían en la oficina, de un momento a otro, se empezaron a realizar en la casa, lo que generó una mayor consciencia de la importancia de automatizar ciertas cosas, y se hizo más fuerte la necesidad de incorporar herramientas digitales para mejorar los procesos de las organizaciones”, explica José Cifuentes, especialista en transformación digital y docente DUOC de matemáticas aplicadas.

Al respecto, Nicolás Symmes, experto en tecnología, sostiene que “la crisis sanitatia vino a darnos un empujón en lo que será clave en los próximos años. Desde que el mundo tuvo que pararse hemos visto cómo las marcas han tenido que invertir en mejores procesos internos y externos para mantenerse activas. Entonces, hoy en plena pandemia, fue importante ver cómo algunos venían trabajando en la automatización de procesos y lograron sobrellevar la crisis de mejor forma. Un ejemplo de esto, es Amazon y sus centros de distribución automatizados”.

A medida que pase el tiempo existirá desempleo debido a la sustitución tecnológica, pero también se crearán múltiples otros que harán frente a estas nuevas necesidades tecnológicas de vanguardia.

Marco Terán, director de Desarrollo Digital de Fundación País Digital

El Covid-19 es un acelerador de tendencias de las que se había hablado hace mucho tiempo, y la automatización es una de ellas. Así lo cree Sandra Guazzotti, vicepresidente senior de Oracle Latinoamérica, quien señala que: “Según un informe de McKinsey Global Institute, Chile tiene un potencial de automatización que alcanza el 48,9%. Evidentemente, esto no es algo que vaya a ocurrir de la noche a la mañana, pero sin duda la pandemia está acelerando esos procesos y llevando a las empresas a desplegar mucho más rápidamente tecnologías para mantener los negocios en funcionamiento, ayudar a las personas a seguir trabajando, asegurar las cadenas de suministro e incluso para potenciar nuevos modelos de negocio”.

La automatización de un proceso es la capacidad tecnológica de ejecutar una serie de tareas que antes eran realizadas por el hombre y que cumple con los criterios de robotización tales como: que son repetitivas, que poseen muchas variables y/o validaciones y que muchas veces pueden incurrir en muchos pasos. Así lo explica Sol Besprosvan, Country Head de TCS Chile, quien agrega que: “Esto permite liberar a las personas para así maximizar su potencial en la toma de decisiones y actividades que requieran creatividad e innovación, dejando en los robots todo aquello repetitivo y/o simulable. Si a la robotización le agregamos los conceptos de inteligencia artificial y machine learning podemos además obtener como resultado la toma de decisiones sofisticadas y la incorporación de nuevos comportamientos cognitivos en estos robots”.

Sobre ello, José Miguel Selman, experto en Cloud Híbrida de IBM Chile, afirma que “los avances tecnológicos en temáticas como inteligencia artificial, robótica y analítica predictiva, han dado paso a una nueva fase a la que comúnmente nos referimos como ‘automatización inteligente’, y que está cambiando la forma en que las organizaciones operan, permitiendo generar optimización, personalización de las experiencias y mejoras en la toma de decisiones”.

Según el último estudio llamado Future Workforce, realizado por Accenture en conjunto con Fundación País Digital, hay múltiples sectores que necesitan fomentar con mayor fuerza la tecnología en sus procesos. Algunos de ellos son la minería, que podría llegar a perder hasta US$2.8 mil millones; y también, el sector de servicios financieros que podrían perder hasta US$1.3 mil millones durante los próximos 10 años si no se digitalizan ni adoptan la automatización como herramienta de transformación.

Sobre los resultados del estudio, Marco Terán, director de Desarrollo Digital de Fundación País Digital, sostiene que: “El estudio señala que más allá del impacto económico, el riesgo de la no automatización y adopción de las tecnologías en los sectores, incluye mayores índices de desempleo y una intensificación de la desigualdad de ingresos. En este sentido, el proceso de transformación digital debiera ser en todos los sectores, formando así una sociedad informada y preparada para la Cuarta Revolución Industrial”.

Temor frente al avance tecnológico

Desde la Revolución Industrial la tecnología y los procesos de modernización han sido visto como una amenaza por la sociedad, sin embargo, hasta ahora, las civilizaciones siempre han logrado adaptarse a los cambios y generar nuevas oportunidades de trabajo.

Sobre este punto, Marco Terán explica que, “a medida que pase el tiempo existirá desempleo debido a la sustitución tecnológica, pero también se crearán múltiples otros que harán frente a estas nuevas necesidades tecnológicas de vanguardia. Es por ello, que, en esta Cuarta Revolución Industrial, el trabajo no se destruirá, se transformará. Tendremos empleos de mayor especialización, con mejores sueldos y de mayor agregación de valor a la economía, los cuales tendrán una gran demanda laboral. Este desafío de capital humano avanzado es la urgencia país de los próximos 10 años y decidirá realmente si nuestra sociedad se convertirá en una economía diversificada y desarrollada”.

Según el estudio realizado por la OCDE, Employment Outlook 2019: The Future of Work, en los próximos 15 años el 14% de los trabajos serán completamente automatizaciones, mientras 32% lo serán parcialmente.

De acuerdo al estudio de IBM, IBV Intelligent Automation Study, las organizaciones que logran contar con una estrategia de automatización son considerablemente más ágiles que sus pares, preparándolas así para una mejor adaptación a cambios repentinos en los contextos y mercados donde se desenvuelven. “El estudio revela, además, que las organizaciones que lideran en automatización inteligente maximizan los beneficios que pueden extraer de los datos que recolectan, mejorando su rendimiento y habilidad para rápidamente escalar hacia arriba o abajo, además de una mayor predictibilidad”, explica Selman.

Un aspecto que también comparte Nicolás Symmes quien afirma que: “La automatización de los sistemas es una alternativa para poder desarrollarnos más rápido, ayudando a los países en vía de desarrollo a encontrar soluciones viables y con menos costo. La tecnología es nuestra aliada, no nuestra enemiga”.

Desafíos

Para hacer de esto un proceso amigable y preparar a los empleados de todos los rubros para la automatización, José Cifuentes señala que es necesario capacitar a los trabajadores y asumir que estamos ante un nuevo paradigma social. “Hay que generar las condiciones para que los trabajadores se adapten al cambio. Por ello, las instituciones de educación superior también deben incorporar este ítem en sus mallas curriculares; y los gobiernos deben facilitar espacios para la innovación y la transformación digital. Todavía tenemos muchos desafíos que debemos enfrentar, por ejemplo, la pandemia nos ha demostrado la gran brecha que tenemos en cobertura del acceso a Internet y las dificultades que tiene la ciudadanía para optar por los servicios digitales”.

Según el estudio realizado por la OCDE, Employment Outlook 2019: The Future of Work, en los próximos 15 años el 14% de los trabajos serán completamente automatizaciones, mientras 32% lo serán parcialmente. “Lo importante es saber cómo adaptarse a estos cambios. Para conseguirlo, es relevante tener presente el concepto de Lifelong Learning (aprendizaje para toda la vida), entendiendo que no solo nos educamos en la niñez y la juventud, sino que es necesario un aprendizaje continuo”, dice Terán.

La transformación acelerada que las nuevas tecnologías está generando en el mercado y en la economía, plantea también la necesidad de acelerar la forma en que las personas aprenden y desarrollan nuevas habilidades, para así poder adaptarse al mercado laboral. Esto también trae consigo la necesidad de trabajar junto a las instituciones educativas para incorporar el uso de las nuevas tecnologías en todos los niveles.

El gran desafío es trabajar en conjunto entre empresas, Estado y organizaciones educacionales, para capacitar y hacer que las cosas avancen hacia trabajadores capaces de afrontar los nuevos desafíos tecnológicos

José Miguel Selman, experto en Cloud Híbrida de IBM Chile

Selman sostiene que es fundamental crear programas e iniciativas gratuitas y de acceso universal, colaborativas y multisectoriales, en las que los estudiantes y profesionales puedan acceder a herramientas y contenidos de calidad sobre las tecnologías disruptivas, y de esta forma, poder democratizar el uso de la tecnología, comenzando por la educación.

“Lo anterior está estrechamente relacionado también con la necesidad de las empresas de trazar una estrategia, para lograr la superación permanente de su personal, y a su vez la contratación de nuevos profesionales capacitados y adaptados a los cambios que impone la nueva revolución tecnológica. De esta forma, resulta clave la incorporación de capacitación constante a sus empleados para su rápida adaptación a la organización digital que tiene -como estrategia central- procesos automatizados utilizando inteligencia artificial y robótica”, dice Selman.

Según un estudio del IBM Institute Business Value de 2019, en los próximos tres años, 120 millones de trabajadores de las 10 economías más grandes del mundo tendrán que pasar por un proceso de capacitación y actualización, como resultado de los desarrollos en inteligencia artificial y nuevas tecnologías. “Por tanto, el gran desafío es trabajar en conjunto entre empresas, Estado y organizaciones educacionales, para capacitar y hacer que las cosas avancen hacia trabajadores capaces de afrontar los nuevos desafíos tecnológicos”, cierra Selman.

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