Uno de los principales desafíos en la era post pandemia es retomar el cuidado de la salud, más allá del Covid-19. Según una consulta realizada en 7 países hispanohablantes -incluido Chile-, liderada a nivel local por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, las mujeres han sufrido un impacto mayor al asumir un papel protagónico en los cuidados familiares y en la primera línea de los servicios asistenciales.

El reporte 2020 del Fondo de Población de las Naciones Unidas aporta otro dato alarmante: la pandemia alteró gravemente la vida reproductiva de las mujeres y sus preferencias reproductivas. Destaca que solo en 2020 unas 12 millones de mujeres vieron interrumpida la disponibilidad de anticonceptivos, causando casi 1,4 millones de embarazos no deseados en 115 países de ingresos bajos y medios.

En su libro “Sexo Inteligente” la doctora Andrea Huneeus, presidenta de la Sociedad Chilena de Ginecología Infantil y de la Adolescencia, explica que “la pandemia ha limitado el acceso a los anticonceptivos y condones entregados en la salud pública o comprados en la farmacia, a vacunas contra las infecciones de transmisión sexual, al diagnóstico de infecciones de transmisión sexual en personas asintomáticas, al PrEP (profilaxis prexposición) y a la terapia antirretroviral. Lamentablemente la limitación de estos servicios nos llevará a una crisis de embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual”.

Pero hay un lado positivo según el reciente libro publicado por Huneeus: “La pandemia nos forzó a un distanciamiento sexual y mucha exposición a redes, donde se ha enseñado y aprendido mucho de sexualidad. Este aprendizaje ha incluido autoconocimiento, consentimiento sexual y cómo evitar el abuso, y varios temas que empoderarán a las personas a tomar mejores decisiones sexuales”, relata la profesional, quien participó este martes 8 de marzo en el conversatorio “Sexualidad post pandemia: La importancia de la educación sexual y disponibilidad de métodos anticonceptivos”. En este live, moderado por la periodista María Elena Dressel, también estuvo Emilia Vergara, cofundadora y directora ejecutiva de Fundación Niñas Valientes.

Emilia Vergara señala que la pandemia “limitó el acceso a las atenciones en salud sexual y reproductiva y, en muchos casos, el acceso a métodos de anticoncepción y tratamiento de infecciones de transmisión sexual”.

A su juicio, “necesitamos urgente que la educación sexual sea realmente integral, es decir, vaya más allá de la prevención de las infecciones de transmisión sexual y el embarazo. La sexualidad debe ser abordada como un aspecto positivo de la vida, vinculado a la dimensión afectiva y basarse en los principios de los derechos humanos, promoviendo la dignidad, el trato igualitario y las oportunidades de participación”.

Mayela Bastidas, directora de negocios de Organon Chile, la primera compañía farmacéutica global con foco en la salud de la mujer y que recientemente inició operaciones independientes en nuestro país, explica cómo funciona el mercado de la anticoncepción. “En el sistema público de Chile, aquellas mujeres que califican para recibir consejería de planificación familiar pueden acceder a una amplia gama de métodos anticonceptivos de manera gratuita. En ese portafolio destacan píldoras anticonceptivas, anillos vaginales y también los implantes anticonceptivos subdérmicos. Sin embargo, ese acceso, gratuito y con una pluralidad de alternativas, no es algo que esté presente para aquellas mujeres que cuentan con un seguro de salud, quienes deben financiar íntegramente de su bolsillo cualquier método anticonceptivo de su preferencia”.

A nivel global, Organon concedió a todos sus colaboradores como día libre remunerado el Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo, para atender sus necesidades de salud. El objetivo: promover la importancia del cuidado de la salud femenina en la región y visibilizar la creciente desigualdad que enfrentan las mujeres.

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