El primer crossover compacto. Esta fue la carta de presentación del BMW X2, una apuesta de la firma bávara que desdibuja la frontera entre los compactos y los SUV.

De 4.360 mm de largo, el nuevo BMW X2 pretende ser el hermano divertido y dinámico del X1, por lo que luce un diseño más arriesgado, ancho y bajo (con 1.824 mm y 1.526 mm, respectivamente). El frontal muestra unas ópticas led de aspecto afilado y una parrilla sobredimensionada con el clásico diseño de riñones.

Su perfil presume de unas llantas de 19 y 20 pulgadas, emarcadas en unos pasos de rueda ligeramente cuadriculados. Así como también del logotipo de BMW en el pilar C, un guiño a los coupés clásicos de la marca, como el BMW 3.0 CSL.

En la parte trasera, dos ópticas LED alargadas y dos salidas de escape – con 90 mm de diámetro- cierran un modelo de aspecto mucho más juvenil que sus hermanos de gama.

El interior del BMW X2 es muy similar al del X1. Luce un habitáculo muy bien construido, con materiales y acabados a la altura de la marca alemana. Su instrumentación es parcialmente digital y la consola central está presidida por un sistema de infotainment BMW ConnectedDrive de hasta 8,8 pulgadas.

Al país llega en dos versiones de motorización: la sDrive20i con un 2.0 litros de 192 caballos y 280 Nm de par máximo, asociado a una caja automática de doble embrague de siete velocidades; y la xDrive20d con un diésel de 2.0 litros, 190 Hp y 400 Nm, gestionado por una transmisión Steptronic de ocho marchas.

El BMW X2 está disponible en tres nuevos colores: Sunset Orange, Misano Blue y Galvanic Gold y un precio que parte en los $29.990.000.