PDI: el "explosivo" aumento del tráfico de drogas sintéticas en la última década

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En 2010, la policía civil incautó 2.304 dosis de estas sustancias. El año pasado se requisó 1.638.491 dosis. Además, se reportaron nuevos mecanismos de ingresos marítimos.


"En esta década el aumento de las drogas de síntesis fue explosivo, entraron muy fuerte". Con esas palabras, el prefecto inspector Leonardo Torres, quien está al mando de la Jefatura Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Jenanco), de la PDI, se refiere a lo que fue uno de los ejes que marcaron el trabajo contra el tráfico de drogas durante los últimos 10 años.

El fenómeno no es menor. Según cifras de la policía civil, la tendencia en Chile en la incautación de drogas de síntesis tuvo un aumento exponencial. Si en 2010 solo se decomisaron 2.304 dosis, el año pasado se logró incautar un total de 1.638.491 dosis (ver infografía). "Estas drogas son más peligrosas, porque muchas de ellas son elaboradas de forma artesanal, y como la dosificación no es perfecta, una persona se puede intoxicar fácilmente. Además, los jóvenes no tienen conciencia de su peligrosidad", dice Torres.

De acuerdo a las investigaciones de la PDI, las drogas sintéticas provienen principalmente de países europeos y, en general, ingresan a Chile por encomienda, por lo que el trabajo policial se ha centrado en los aeropuertos. Las indagatorias de la policía dan cuenta de que con el aumento del consumo se incrementó también el tráfico de estas sustancias.

Además de este fenómeno, el prefecto inspector Torres señala que hay otra tendencia que también marcó la década. "La aparición hace cinco años de la marihuana cripy". Esta droga proviene de la misma planta, pero se cultiva en condiciones distintas, las cuales generan marihuana "con mayor concentración de THC, por lo tanto su efecto es mucho más potente; eso ha hecho que sea más cotizada y que se pague más por ella".

También, dice Torres, a nivel mundial, en estos 10 años, se triplicó la producción de cocaína. "Junto al aumento de la producción, se han mejorado los sistemas de elaboración, es más eficiente el proceso. Se utilizan nuevas técnicas científicas de elaboración de la droga, nuevos químicos", explican en Jenanco. Junto con esto, han comenzado a aparecer laboratorios clandestinos, para hacer la transformación de la cocaína en Chile.

En general, estas drogas entran por Perú o por Bolivia. Este último país es utilizado como un corredor para ingresar la droga a Chile. Sin embargo, de acuerdo a la información de la PDI, el principal ingreso de cocaína a Chile proviene de Perú. "Pese a todos los controles que existen, se mantiene la modalidad de ingesta de cápsulas con cocaína, eso es estable en el tiempo, a pesar del alto número de detenidos. Revela un trasfondo social muy grave, porque la gente es consciente de que se va a morir si se rompe alguna de esas cápsulas", afirma el jefe policial.

Eduardo Vergara, director ejecutivo de la Fundación Chile 21, sostuvo que "si el país quiere enfrentar este fenómeno con seriedad y efectividad, debe entender que el foco debe estar puesto en dos grandes desafíos. El primero es sobre los usuarios de droga, entregándoles información basada en la evidencia para que tomen decisiones responsables. Lo segundo es que debemos cambiar los incentivos, para que se persiga a los grandes narcos y no a los desechables. Hay que atacar a la punta de la pirámide".

Método de ocultamiento

En 10 años, la PDI notó que en cuanto a las formas para ocultar la droga que ingresa al país "lo relevante" son las rutas marítimas.

Al inicio de la década, el mecanismo habitual consistía en "contaminar los contenedores con droga". Luego, la técnica se sofisticó y se empezó a endosar la droga a la estructura de las embarcaciones. Las sustancias van "en las cajas de agua" o también en estructuras metálicas , similares a un cilindro de gas de 45 kilos, que se sueldan en el casco de la embarcación.

Con la aparición de esta técnica, la PDI creó el Departamento de Operaciones Subacuáticas, que cuenta con buzos criminalísticos. Entre 2017 y 2019 se incautaron tres toneladas de droga de esta forma.

Por la vía marítima también se utilizan embarcaciones pesqueras que salen cargadas con droga a altamar. Luego se acercan a las costas de Chile y naves menores se encargan del traspaso. El año pasado, la PDI junto con la Armada realizaron una de las incautaciones más grandes a un barco de este tipo, que traía 4.272 kilos de marihuana cripy, avaluada en $ 21 mil millones.

El diputado RN Gonzalo Fuenzalida manifestó que "tenemos una fiscalización bastante menor en los puertos respecto del ingreso y paso de droga por Chile. Ahora, dado que las policías están atendiendo situaciones vinculadas a la violencia en las calles, prevemos que el ingreso de droga a nuestro país irá en aumento".

El prefecto inspector Torres advierte, además, que en el último tiempo han notado una nueva técnica. "Se trata de los semisumergibles, una embarcación que va casi en la línea de flotación, es como un misil de pura marihuana. La última incautación se hizo en Perú y traía una tonelada de marihuana cripy", afirma.

En cuanto a las rutas terrestres, si al inicio de la década el foco estaba en Arica, ahora está puesto en la macrozona norte, que llega hasta La Serena. Aquí la tendencia es el transporte de droga por las rutas del sector precordillerano, que abarca algunos caminos mineros y así evita los controles de la Ruta 5. Frente a esto se creó un equipo especializado llamado Equipo de Frontera Norte (Efron).

Cambio en las ventas

Para la distribución de la droga, en un inicio la tendencia era la venta por parte de microtraficantes en pequeñas cantidades. Ahora, explican en la policía civil, "encontramos estructuras que se dedican a establecer focos de venta". El mecanismo es el siguiente: las bandas compran "casas sociales" en poblaciones de manera informal, en las que no vive nadie. Las propiedades se transforman en sedes de venta y consumo. A la casa se le instalan rejas, como si fuera una botillería, para comprar y consumir las sustancias. La sede, además, cuenta con una vía de escape que suele estar coordinada con los vecinos. Luego, los líderes de la banda pasan a recoger las ganancias.

Se comenta que uno de los puntos destacables del combate contra el narcotráfico es que la PDI "ha ido modificando la estructura orgánica del área antinarcóticos", creando nuevas estructuras, prefecturas y departamentos. Una de esas innovaciones fue incorporar a la Brigada de Lavado de Activos (Brilac) en las indagatorias.

El comisario Johny Fica, jefe de la Brilac, afirma que "la estrategia que se ha tomado es hacer investigaciones en conjunto (...). La idea es detener al grupo completo, no tan solo a quienes se dedican al tráfico, sino que a los financistas, a quienes lavaron y prestaron el nombre, los que pusieron la sociedad para lavar, a todos".

Sobre los mecanismos de lavado, el comisario comenta que algunas bandas dedicadas al narcotráfico, con gran margen de ganancias, utilizan "sociedades de fachada, mezcla de negocios lícitos e ilícitos, servicios que se montan con dineros sucios" e incluso "inversiones en el sistema bancario".

"El objetivo es desfinanciarlos e incautar sus bienes, para impedir que los imputados se reestructuren por lo menos en el corto y mediano plazo", asegura el detective. Agrega que "la idea no es atacar solo la bodega, el camión o el local, sino que al poder financiero que hay detrás".

Según cifras de la Brilac Metropolitana, por tráfico de drogas en 2018 se incautaron bienes por más de $ 2.700 millones, y en 2019 por casi $ 700 millones.

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