Impacto de los retiros en las pensiones
El daño que los retiros provocaría en el monto de las pensiones fue largamente advertido, pero ello no se quiso escuchar.
Un reciente estudio de la Asociación de AFP -que fue consignado por este medio- entregó luces respecto del impacto que los tres retiros han tenido sobre las pensiones, para lo cual se analizaron las jubilaciones de quienes se acogieron a retiro en el período enero-julio 2019, versus quienes lo hicieron en el mismo período de este año, en todos los casos considerando pensiones obtenidas mediante capitalización individual. Las conclusiones son elocuentes: más del 80% de las mujeres pensionadas en 2024 obtuvieron una pensión autofinanciada que fue un 31% menor en comparación con las mujeres que se jubilaron en 2019. En el caso de los hombres, la disminución fue del 30%.
De acuerdo con el informe, una baja de 30% en la pensión, con una densidad de cotizaciones promedio, equivale a que las tasas de reemplazo disminuyan 10 puntos porcentuales en el caso de una mujer, y 16 puntos en el caso de un hombre. Asimismo, se observa que las diferencias entre quienes se pensionaron antes y después de los retiros, son más relevantes para aquellos que registran una mayor densidad de cotizaciones.
Estos primeros hallazgos no hacen más que confirmar los pronósticos que distintas organizaciones y expertos formularon en su momento, alertando de que uno de los mayores impactos de esta irresponsable política sería precisamente la disminución en el monto de las pensiones, es decir, que afectaría la esencia misma de cualquier sistema previsional, que es asegurar el mayor bienestar posible de los pensionados. Así, por ejemplo, un informe de la Superintendencia de Pensiones de enero de 2022, que cuantificaba el impacto de los tres retiros, ya advertía que el 34,5% de todos los afiliados que solicitaron retiros quedaron sin saldo en su cuenta de capitalización individual -mayoritariamente personas de hasta 35 años-, en tanto que de quienes agotaron su saldo, el 58% correspondía a mujeres. Entonces se proyectaba que la caída en las pensiones autofinanciadas futuras sería de un 38% para mujeres versus un 29% para hombres, mientras que en el caso de quienes reciben el salario mínimo la caída podría ser aún mayor.
Todas las advertencias que alertaban del daño previsional han sido completamente desatendidas por los impulsores de los retiros, privilegiando el consumo presente sin importar las consecuencias futuras, como tampoco los graves efectos para el entorno macroeconómico, cuyo impacto recae sobre toda la población. De modo que si algo no podría alegarse con los resultados que ahora estamos empezando a comprobar en la caída de las pensiones es que “no lo vimos venir”, el eslogan que tan de moda estuvo para justificar el malestar social.
Recuperar el saldo que se había logrado acumular en el fondo de pensiones hasta antes de que comenzaran los retiros -julio de 2020- ha tomado más de tres años, un rezago que será muy difícil de poder subsanar y que previsiblemente causará un daño permanente en los montos de las futuras jubilaciones.
Incomprensiblemente, se acaba de archivar en el Congreso un proyecto de “séptimo retiro”, pero únicamente con la finalidad de volver a presentarlo el próximo año, para hacerlo coincidir con las elecciones generales y de esa forma buscar una suerte de extorsión al sistema político. Sólo cabe esperar que esta vez se actúe responsablemente y no se persista en el drenaje de los fondos de pensiones, algo que además de profundizar el daño previsional iría totalmente en contra del espíritu de la reforma previsional que se busca aprobar.