SEÑOR DIRECTOR
No sabemos con certeza cómo llegó el virus del Covid-19, pero no parece dispuesto a abandonarnos. Lo sorprendimos con las vacunas que nos protegen contra Delta, pero ahora éste nos descoloca con múltiples mutaciones. Cambió tanto el virus que Ómicron representaría un nuevo subgrupo de SARS CoV2. Además de superar a nuestra primera barrera defensiva, Ómicron se multiplica a muchísima mayor velocidad que sus ancestros: por ejemplo, en Noruega un brote de Ómicron en una fiesta, con incubación media de tres días (o hasta ocho), contagió al 74% de los asistentes, el 98% de ellos vacunados con dos dosis (vacunas mRNA). Eran jóvenes y ninguno fue hospitalizado.
Por ahora sabemos que dos dosis de cualquiera de las vacunas disponibles son insuficientes para frenar Ómicron; tres dosis o dos dosis más haber tenido Covid-19, ofrecieron una mejor barrera, y Sinovac reportó que tres dosis de Coronavac neutralizan al 90% de Ómicron en el laboratorio.
Será muy importante lo que podamos aprender en Chile de los casos de Ómicron que nos están afectando; hasta ahora, han sido por viajeros o comunitarios, en transmisión intradomiciliario o por contactos estrechos. Los brotes masivos son en fiestas ruidosas, donde la gente habla muy fuerte y están muy cerca, resultando inevitable el traspaso de cantidades importantes de virus.
Qué se recomienda: disminuir el número de invitados y el ruido ambiental, ventilar u optar por el aire libre, y no sacarse la mascarilla durante los abrazos. Pero como siempre algo puede fallar, mejor tener la tercera dosis para estas fiestas.
Catterina Ferreccio
Profesora Epidemiología
Escuela de Medicina PUC
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