La plataforma chilena que enseña inglés con Inteligencia Artificial

Eduardo Toloza tuvo la inquietud de funda Beeflu en base a su experiencia propia.

Desde hace unas semanas ya está en línea la primera versión de Beeflu, sitio que ofrece tutores virtuales que ofrecen ayuda personalizada para mejorar fluidez y pronunciación.


Eduardo Toloza era una suerte de niño prodigio de la computación chilena. A los 14 años aprendió a programar y los 16 ya trabaja remotamente como desarrollador para una empresa española. Desde entonces ha encabezado diversos proyectos ligados al rubro.

A los 18 tuvo un portal de descargas de software que llegó a tener 60.000 visitas diarias, y cuando entró a la universidad ganó experiencia en el mundo del hackeo y la ciberseguridad. Luego, su experiencia profesional siguió ligada al mundo de la tecnología y en 2017 decidió fundar la startup SatisFactor, plataforma que ofrece a diversas empresas medir el nivel de satisfacción de sus clientes.

Fue ahí cuando surgió su inquietud por entrar al mercado norteamericano. Dos años después, fue seleccionado para un programa de emprendimiento en Estados Unidos y, el mismo año, se convirtió en embajador del MIT para un programa de innovación. Así, en 2021 la consultora McKinsey & Company lo invitó a participar como CTO de Mentu, una edtech pensada para países de Latinoamérica.

Esa labor y su experiencia acumulada en Estados Unidos moldearon el nuevo proyecto de Toloza, que hace unas semanas lanzó Beeflu, una plataforma que busca ayudar a personas hispanohablantes a que puedan hablar un inglés fluido y con buena pronunciación.

Experiencia propia

Beeflu nació en gran parte del desafío que experimentó Toloza al querer expandirse profesionalmente a Estados Unidos. Como no había aprendido inglés en su infancia, tuvo que enfrentarse al reto de adquirir aquel lenguaje en su adultez.

Hasta el día de hoy, Eduardo Toloza es embajador de un programa de innovación del MIT.

Probó varios métodos. Aplicaciones, clases particulares, escuelas tradicionales y, aunque adquirió bastante conocimiento, sentía que el aprendizaje no estaba completo. “Fui agarrándome de todos lados pero me pasaba que cuando venía a Estados Unidos o conversaba con gente nativa, no me sentía muy seguro y no podía hablar muy fluido en realidad”, cuenta Toloza, que actualmente reside en Phoenix.

Investigando, Toloza se dio cuenta que lo que había pasado a él, le pasaba a muchos otros hispanohablantes. De hecho, cifras del Banco Interamericano de Desarrollo indican que solo el 2% de las personas de Latinoamérica tiene la habilidad para mantener una conversación en inglés.

Aunque Toloza no niega que otros métodos de aprendizaje pueden ser muy útiles, considera que el problema que tienen es que el costo económico es muy alto o que no logran que el estudiante tome confianza y fluidez en el nuevo idioma.

“La mayoría de la gente en Chile y en Latinoamérica dice: ‘Yo sé inglés, yo puedo leer, yo puedo escribir un poquito, yo entiendo cuando me hablan, pero yo no puedo hablar’. Y si tú no puedes hablar, no te puedes comunicar, entonces al final no lo manejas, no lo tienes”, opina Toloza, quien ejemplifica con su caso: “Yo estudié mucho inglés, pero la primera vez que vine quería ir a la peluquería y no sabía cómo pedir un corte. Nadie te enseña eso, así como otras mil cosas”.

Un profesor particular con IA

Fue recién en junio cuando Eduardo Toloza tomó la decisión de abandonar sus labores en Mentu para hacerse cargo de esta inquietud que le rondaba hace un tiempo. Aunque estaba acostumbrado a liderar equipos técnicos, este vez le tocó hacerlo todo y pasar meses encerrado programando. “Como antes, como cuando era niño” acota con una sonrisa.

El resultado de todo ese trabajo se puede apreciar desde hace algunas semanas en la primera versión de Beeflu. Por ahora, la plataforma solo está disponible en su versión web y admite una prueba gratuita pero ya es suficiente para dar cuenta de en lo que busca convertirse.

Beeflu entrega feedback en tiempo real a los usuarios, puntuando su desempeño y haciendo recomendaciones para mejorar.

Al menos hasta el momento, la plataforma está pensada para usuarios que ya tengan un cierto manejo de inglés y que quieran perfeccionarlo y ponerlo a prueba. Así, los ejercicios que propone Beeflu tienen que ver con simulaciones de situaciones cotidianas, que se separan en tres niveles de dificultad y que van desde presentarse o pedir ayuda en la calle, hasta una entrevista de trabajo.

Como el objetivo es mejorar fluidez y pronunciación, todas estas situaciones se recrean a través de diálogos por voz, donde el usuario va interactuando con un tutor creado con Inteligencia Artificial, que va haciendo preguntas según las respuestas que vaya dando el estudiante.

Cada respuesta recibe una retroalimentación inmediata de la plataforma, que sugiere cómo se puede formular mejor las ideas que se expresan o qué opciones más formales o informales hay para decir lo mismo. Además, ofrece traducción simultánea de palabras y poder escuchar la pronunciación correcta de las opciones sugeridas.

Al final de cada ejercicio la plataforma entrega al usuario tres puntuaciones del 1 al 100, que miden fluidez, pronunciación y evaluación. “La idea es que tú puedas empezar a hablar desde el primer momento y sobre eso vayas mejorando. Hay muchas cosas que uno no sabe, pero acá la va a poder simular a través de conversaciones. Lo que busca esto es que tú, más que estudiar gramática, estudiar inglés, puedas adquirir el idioma como si estuvieras inmerso. Es una ruta personalizada de aprendizaje”, explica Toloza.

Plataforma en desarrollo

Además de la prueba gratis, hoy Beeflu permite acceder a casi 100 situaciones distintas a partir de una suscripción que vale 20 dólares mensuales, aunque hay planes semestrales y anuales que permiten un ahorro en el monto.

“Nosotros apuntamos a ser 10 veces más económico que una solución actual. Porque realmente queremos emparejar la cancha, Si contratas anualmente, el mes te sale a 9 dólares, es decir, te sale a la mitad de una hora de un profesor particular”, dice Toloza.

El fundador de Beeflu asegura que en estos pocos días con la plataforma disponible, ya tienen suscripciones anuales, lo que es una gran incentivo para seguir desarrollando el modelo. Actualmente la prioridad es desarrollar la aplicación para celulares, que ya está siendo trabajada y que vería la luz durante noviembre.

Paralelamente, Toloza espera seguir mejorando la plataforma y durante el próximo año tiene pensado levantar una primera ronda de inversión. Además, el feedback que ha recibido en estos días ha alimentado nuevas ideas, como por ejemplo crear una versión que parta desde conocimientos más básciso, destinada para niños. “A la gente que lo ha probado, le ha gustado y algunos ya se han suscrito, así que es una buena señal. Ahora es el desafío es contárselo al mundo y masificarlo”, cierra.

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