Oficialismo da vuelta resultado en estrecha votación y elige a Vlado Mirosevic (PL) para presidir la Cámara

En 48 horas, las fuerzas de gobierno lograron amarrar descolgados y dividir a las bancadas de la DC y el PDG que, hasta el viernes, estaban inclinadas por pactar con la derecha. Incluso, dieron vuelta votos como el radical Tomás Lagomarsino, quien ya tenía un preacuerdo con la oposición.


No podía disimular su alegría. Tras la votación que convirtió a Vlado Mirosevic (PL) en presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, la ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte, que esperaba atenta la deliberación en las puertas del hemiciclo, caminó rauda hasta el puesto del parlamentario liberal para felicitarlo por su triunfo.

En los pasillos aledaños a la Sala, Uriarte saltaba de alegría, mientras repartía abrazos a legisladores oficialistas.

En las conversaciones, destacaba que había logrado cuatro votos de diputados DC (Alberto Undurraga, Héctor Barría, Felipe Camaño y Ricardo Cifuentes), quienes a pesar de que su camarada de partido Miguel Ángel Calisto fue finalmente la carta que levantó la derecha con parte del PDG, mantuvieron su voto por Mirosevic, respetando así el acuerdo administrativo original.

Uriarte, en todo caso, no era la única feliz del oficialismo. El propio Presidente Gabriel Boric siguió desde su despacho la votación y, una vez concluida, según fuentes de gobierno, llamó para felicitar a Mirosevic, mientras que hizo lo propio con la titular de la Segpres para monitorear el ambiente en el Congreso.

La presidenta del PS, Paulina Vodanovic, tampoco escondió su alegría. En el grupo de WhatsApp con los partidos oficialistas y los ministros del comité político compartió un video de la ministra Uriarte celebrando junto a l diputado Diego Ibáñez (CS).

Ascenso y caída de Calisto

El diputado Calisto había surgido como carta de emergencia de la derecha, ya que el candidato original de ese bloque, Víctor Pino (PDG), no generaba consenso ni siquiera en su propio comité. De hecho, minutos antes de la votación Chile Vamos propuso otra idea a la decé: que la carta a la presidencia fuera la diputada Joanna Pérez, sin embargo, eso no convenció a la colectividad, por lo que continuaron con el plan de apoyar a Calisto.

De acuerdo a los diputados DC que apoyaron a Mirosevic, y pese a que tuvieron una reunión de bancada solo minutos antes de la votación, ellos desconocían que Calisto sería candidato.

El diputado Barría dijo que “en la sala nos encontramos con que el diputado Calisto también aparecía. Para mí fue una absoluta sorpresa. Ante la sorpresa, uno se compromete con certezas. Por lo tanto, nuestra acuerdo era con la centroizquierda y con Vlado (Mirosevic)”.

Adicionalmente tres integrantes del comité PDG-independiente (Rubén Oyarzo, Karen Medina y Francisco Pulgar) también se inclinaron por el legislador oficialista.

En la primera vuelta electoral, Mirosevic obtuvo 74 respaldos mientras que Calisto, su contrincante más cercano, obtuvo 70 votos. Sin embargo, en una segunda vuelta, el legislador liberal sumó otros tres sufragios de la bancada ecologista independiente (Félix González, Mónica Arce y Viviana Delgado) quienes inicialmente votaron por Karol Cariola (PC).

Entre ambas votaciones, la misma Cariola y otros legisladores corrieron hasta los pupitres de los ecologistas para pedirles que en la próxima ronda apoyaran al liberal.

La derrota golpeó especialmente a RN, que sufrió los descuelgues de algunos de sus diputados. Sin embargo, los grandes derrotados fueron las bancadas del PDG y la DC que se dividieron a la hora de votar. Ambos grupos eran parte del pacto administrativo que se selló en marzo pasado (del que solo se excluyó a la derecha).

Incluso tanto a la DC como al PDG les correspondía asumir un período en la presidencia de la corporación. No obstante, al poner en duda el cumplimiento del acuerdo y abrir negociaciones con la derecha, ahora difícilmente podrán exigir al oficialismo que se les respete su turno a cargo de la corporación.

De tal manera, el triunfo del oficialismo fue completo, pues además de Mirosevic, Carlos Bianchi (independiente-PPD) y Catalina Pérez (RD) se impusieron en una sola votación como primer y segunda vicepresidente, con 79 sufragios.

“Queremos generar un diálogo (con todos los sectores) para cuidar la democracia chilena”, dijo el nuevo presidente de la Cámara al asumir en el cargo.

Semanas de suspenso

Lo ocurrido este lunes en la Cámara fue el epílogo de varias semanas de suspenso, luego de que la DC y el PDG pusieran en duda el cumplimiento del acuerdo administrativo.

Según ese pacto, la presidencia de la corporación le correspondía ahora a Cariola, pero su nombre no generó consenso entre quienes lo suscribieron, por lo que poco a poco comenzó a crecer la incertidumbre respecto a si podría reunir los 78 votos necesarios para liderar la corporación.

Frente a las dudas, el pasado 2 de noviembre el Partido Comunista decidió bajar a Cariola y renunciar “a nuestra legítima opción” de presidir la Cámara Baja. Una determinación que tensionó más aún el ambiente político por las recriminaciones entre los comunistas y los legisladores de la Democracia Cristiana, quienes habían dicho que no votarían por la diputada si es que la colectividad liderada por Guillermo Teillier no se desmarcaba de una querella presentada por sectores cercanos al PC en contra de Sergio Micco, exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).

Bajo ese escenario y a pocos días de la elección de la mesa, las negociaciones se intensificaron para buscar un nombre de reemplazo. Así fue como surgió el de Mirosevic. Sin embargo, el hecho de que haya sido vocero de la campaña del Apruebo -al igual que Cariola- seguía generando resquemores en la DC y el PDG.

En paralelo, la derecha, el jueves en la noche, a través de sus negociadores, logró un preacuerdo con los diputados Calisto, Víctor Pino (PDG) y Tomás Lagomarsino (radical).

Sin embargo, durante el fin de semana hubo un quiebre al interior de la bancada del PDG, ya que la mitad de sus integrantes estaba por seguir el acuerdo con el oficialismo.

A ello se sumaban los mismos resquemores que había al interior de Chile Vamos respecto a pactar con el PDG, lo que finalmente se manifestó en el descuelgue de algunos RN.

El oficialismo, por su parte, en solo 48 horas, logró amarrar apoyos para Mirosevic. Primero se cerró un acuerdo con Bianchi a quien se le ofreció una vicepresidencia de la Cámara. También se sellaron los respaldos de los cuatro DC, incluyendo a Camaño, quien hasta el viernes estaba dentro del preacuerdo con la derecha, al igual que Lagomarsino.

Además, se sellaron acuerdos con los tres PDG y con el independiente Andrés Jouannet, a quienes se les respetarán sus cupos en comisiones.

Los partidos de gobierno, además, se aseguraron que todos llegaran a votar. El diputado Jorge Brito (RD), con notoria dificultad para caminar, llegó a sufragar en muletas, a días de ser operado de la columna. Mientras que su par de Unir Patricio Rosas llegó tras recuperarse del Covid-19.

Además, el Partido Liberal se desplegó en el Congreso. Su presidente, Patricio Morales, siguió la votación desde las graderías.

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