Tomás de Rementería (PS): “El gobierno pecó al pensar que se podía hacer cambios significativos en política exterior, que todo tenía que ser histórico”

FOTO: DEDVI MISSENE

Pese a las desprolijidades, el parlamentario destaca que la administración de Boric ha encontrado un tono adecuado en las relaciones exteriores. Además, asegura que si en el PC hay quienes pretenden alinear a Chile con Venezuela, perdieron por goleada.


Próximo a dejar la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, el socialista Tomás de Rementería hace un balance de la gestión en política exterior durante los dos primeros años de la administración del Presidente Gabriel Boric.

¿Qué diagnóstico hace sobre el manejo que ha tenido el gobierno de las Relaciones Exteriores?

El gobierno ha ido generando un aprendizaje. Partimos con ciertos problemas y desinteligencias entre la Cancillería con el equipo del Segundo Piso. En un primer momento había muchas visiones, sin unidad de criterio. Se discutieron los acuerdo comerciales, vimos problemas con el acuerdo con la Unión Europea, el CPTPP. Pero después se unificó la visión. El Presidente tuvo la madurez de adoptarla y confiar en el canciller Van Klaveren. Salvo ciertos errores, algunos nombramientos, como la embajadora en Londres, se ha unificado la visión.

¿Se pecó en caer en la “curva de aprendizaje” en política exterior?

En un comienzo el gobierno pecó de pensar que se podía hacer cambios significativos a algo, que todo tenía que ser histórico. Nos dimos cuenta de que lo que históricamente se había hecho era correcto y ponía Chile en un sitial internacional. Más allá de la experiencia de las personas, tenía que ver con la idea de fracturar algo que se venía haciendo, por lo que Chile era respetado. Se retomó y hoy día tenemos una política exterior que funciona.

No había que innovar tanto, en el fondo...

No. En la mayoría de los mercados nosotros necesitamos una política comercial abierta e innovar mucho no era positivo para Chile. De hecho, lo contrario.

¿Qué nota le pondría al manejo del gobierno en política exterior?

En promedio, un 5,5. Nunca nada es perfecto para el 7,0. Hubo errores, pero se ha retomado.

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¿No cree que al canciller se le ha visto poco? Es algo que la oposición acusa.

Yo he visto constantemente al canciller en las comisiones, ha organizado almuerzos, desayunos. Ellos esperarían, por ejemplo, que se pronunciara por el caso del teniente Ojeda. Ha habido mucha irresponsabilidad de lado y lado. Cuando Lautaro Carmona dice que es intervención de la CIA o cuando el senador Matías Walker dice que hay participación directa del gobierno de Maduro sin tener conocimiento...

¿Es preferible la prudencia en el ministro?

Quizás les gustaría un canciller más estridente, como fue Roberto Ampuero, que, con todo el respeto que le tengo, hablaba más de la cuenta de lo que debería hablar un canciller.

¿Los tropiezos que ha habido en Relaciones Exteriores responden a las diferencias entre las “dos almas” del gobierno?

Probablemente la posición de Lautaro Carmona, que no es la de todo el PC, perdió desde el primer momento con la dura posición que ha tenido el Presidente contra el régimen de Maduro. Eso le ha valido críticas del payaso número uno de ese gobierno, el señor Diosdado Cabello. La posición de Boric sobre Venezuela y Nicaragua demuestran que ese grupo, que yo diría que es minoritario dentro del comunismo, no tiene mucha cabida en la política exterior chilena.

¿No cree que el PC ha jugado en contra de mantener buenas relaciones exteriores?

El PC, o Lautaro Carmona, ha tenido declaraciones bastante poco afortunadas.

¿El PC o Lautaro Carmona?

Yo creo que Carmona en específico. Él ha tenido unas declaraciones... Yo he visto que, por ejemplo, la ministra Vallejo ha sido crítica de lo que pasa en Venezuela, en Nicaragua. Si hay un grupo minoritario del PC que tiene esa posición, han perdido la batalla por goleada, si sus intenciones son alinear a Chile con países como Venezuela, Rusia, Irán.

De todas formas, los diputados se han desordenado...

Sí, como en todo gobierno hay una multiplicidad de voces y obviamente hay diputados con una posición más pro-Venezuela. Pero son muy minoritarias.

¿Cómo ha sido el manejo del gobierno por la situación de Venezuela?

El gobierno ha tenido una posición bastante clara. Nos hemos mantenido como garantes de los Acuerdos de Barbados, hemos mantenido la crítica que se ha hecho por la imposibilidad de inscripción tanto de María Corina Machado como de su reemplazante, Corina Yoris. Ha sido una posición bien clara, que le valió una crítica diplomática incluso del gobierno de Maduro.

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¿Cómo evalúa el rol del embajador Gazmuri?

Le tocó una tarea titánica. Ha logrado que estos nexos existan. Recordemos que teníamos las relaciones totalmente quebradas en el gobierno el Presidente Piñera. Ha hecho un avance significativo, lidiando con un gobierno que tiene animosidad contra Boric. Ha podido mantener esta línea de contacto permanente para poder solucionar los problemas comunes que tenemos con Venezuela, pero sin ser entreguista, en el sentido de reconocer que en Venezuela no hay una democracia.

En relación al conflicto entre Israel y Palestina, ¿considera que el tono del Presidente ha sido el adecuado?

El tono del Presidente ha subido, pero también ha subido la conflictividad del tema. Tenemos un Presidente que ha tomado una determinación, siguiendo la línea de varios líderes internacionales, de utilizar el derecho internacional, como al excluir a Israel de la FIDAE, como se hizo con Rusia en su momento. La posición ha sido clara y valorada en el mundo.

¿No teme que esa exclusión pueda conllevar consecuencias?

Hay un gran mito sobre la dependencia chilena en materia de Defensa con Israel. Es un país que no es ni por lejos el mayor proveedor de armas de Chile. Es muy poco patriota tomar decisiones amarrados de contratos comerciales. El Presidente ha sido valiente y patriota. Me recuerda mucho cuando el Presidente Lagos apoyó ir en contra de George Bush en la guerra de Irak, aunque corriera riesgo el tratado de libre comercio.

¿Cuál podría ser el legado de este gobierno en Relaciones Exteriores?

La posición irrestricta que ha tenido el Presidente respecto a los derechos humanos, la democracia y al cumplimiento del derecho internacional. Y el segundo: este gobierno puede ser el que abra el mercado de Medio Oriente para Chile. El Presidente puede ser un pionero, como lo fue el Presidente Frei con Asia Oriental.

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