“Control estatal”: La promesa presidencial que se cumplirá recién a partir de 2031 en la alianza Codelco-SQM

Presidente Boric celebra acuerdo por litio entre Codelco y SQM.

La compañía estatal tendrá el 50% más una acción a partir de 2025, pero no tendrá la mayoría de los derechos económicos y políticos de la nueva sociedad sino hasta 2031.


El 20 de abril, el Presidente Gabriel Boric lanzó la Estrategia Nacional del Litio, que incluía como uno de sus ejes principales el ingreso del Estado a la exploración y explotación del litio en el Salar de Atacama. La negociación apuntaba a un sólo objetivo: SQM, cuyos contratos de arrendamiento de las pertenencias de Corfo terminan en 2030. Albemarle, el otro operador del salar, más pequeño que SQM, tiene un contrato hasta 2044.

En su anuncio, Boric enumeró dos consideraciones ese 20 de abril. “En primer lugar, en caso de conformarse una empresa público-privada que explote el litio del Salar de Atacama, ésta será controlada por el Estado a través de Codelco”, dijo Boric. Pero la segunda condición hacía incompatible cumplir esa primera exigencia de inmediato: “El Estado de Chile respetará íntegramente lo establecido en los contratos vigentes. Es decir, una anticipada participación del Estado en el Salar de Atacama, será fruto de un acuerdo con quienes actualmente tienen los derechos para explotar el litio”, agregó en su discurso vía cadena nacional. Y aunque cedió y permitió el ingreso del Estado vía Codelco, SQM no entregó el control del negocio durante la vigencia de su contrato. A cambio, seguirá en el negocio hasta 2060.

El Presidente no impuso fecha para esa exigencia de “control estatal”. Y aunque aquello se cumplirá, no será pronto. Codelco será el controlador de la nueva empresa que se cree en la asociación con SQM sólo a partir de 2030. Aquel fue uno de los aspectos más ásperos de la negociación entre las dos empresas. Personas que conocieron las tratativas dicen que aquella fue una exigencia permanente del mayor negociador de Codelco, su presidente, Máximo Pacheco. Pero SQM no cedió. Y que Pacheco aceptó a regañadientes, recién el último mes de conversaciones, que SQM mantuviera el control operativo del negocio.

Pacheco consiguió para Codelco la mayoría accionaria de la nueva sociedad, pero será esa una mayoría accionaria simbólica: entre 2025 y 2030, Codelco tendrá el 50% más una acción, pero no tendrá la mayoría de los derechos políticos ni económicos de la nueva sociedad, los que preservará SQM durante seis años. Claro, porque en términos económicos, sólo recibirá las utilidades correspondientes a la venta de 33.500 toneladas de carbonato de litio equivalente al año, lo que equivaldrá a cerca del 15% de la producción anual de SQM de litio, que llegará tras varias ampliaciones productivas, a 210 mil toneladas de carbonato de litio al año, y no la mitad de esa cifra, como debiera reflejar esa participación accionaria del 50% más una acción.

Y en términos de derechos políticos, Codelco tampoco ejercería la mayoría accionaria que tenga en la nueva sociedad, pues no sería efectivamente controlador si se considera la definición oficial de control. La ley de Mercado de Valores dice que el control de una sociedad anónima se obtiene al asegurar “la mayoría de votos en las juntas de accionistas y elegir a la mayoría de los directores” o teniendo influencia decisiva, que es cuando un accionista tiene entre el 25% y el 40% y no hay otros socios que superen su porcentaje. Pero también hay otras maneras. La misma, por ejemplo, que tiene SQM, que posee dos series de acciones: la A, que elige a siete directores, y la B, que elige uno solo, y donde ambas tienen los mismos derechos económicos.

En el caso de esta futura nueva sociedad, la presencia de Codelco en el gobierno corporativo tampoco representará el 50% más uno de las acciones, como se acostumbra en las sociedades anónimas: tendrá la mitad del directorio, pero no la última palabra. Aunque sí un poder de veto. Hasta el 2030, el directorio tendrá un número par de miembros (lo tradicional es que sea impar) y cada parte nombrará a la mitad de sus integrantes, el presidente será designado por la cuprífera estatal y el vicepresidente por la minera no metálica privada, pero quien encabece la mesa no tendrá voto dirimente, por tanto su mayoría en la mesa no le permite imponerse en las decisiones que puedan generar conflicto. De hecho, será SQM quien tendrá “la posibilidad de resolver empates en votaciones de directorio sobre la gestión del negocio, de manera de mantener la consolidación de los resultados de la sociedad operativa y para que SQM no sea considerada una sociedad de inversión conforme a la Investment Company Act de Estados Unidos”, dice el memorando de entendimiento de 15 páginas liberado este miércoles.

Y en las juntas de accionistas, la estatal tampoco ejercerá el control, dado que ese documento establece que, mediante la implementación de distintas series de acciones, SQM tendrá la mayoría de los votos para las asambleas.

En este “primer periodo de asociación”, que rige entre 2025 y 2030, Codelco tendrá ciertos derechos de veto sobre decisiones que eventualmente SQM desee adoptar, y la nueva sociedad contará con un comité de auditoría de tres directores, donde la mayoría la tendrá la estatal, pues el accionista que no consolida los resultados de la nueva sociedad.

Recién en 2031, cuando parta el “segundo periodo de asociación”, como lo llama el memorando, Codelco pasará a ser controlador en propiedad. Mantendrá el 50% más una acción de la nueva empresa, pero el directorio pasará a tener un número impar de miembros, donde Codelco tendrá la mayoría y designará a su presidente, aunque éste tampoco tendrá voto dirimente. Habrá una sola serie de acciones y los derechos se distribuirán proporcionalmente a sus participaciones accionarias, por lo que la cuprífera tendrá la mayoría de votos en las juntas de accionistas y consolidará los resultados de la futura sociedad, aunque el eventual pacto de accionistas le otorgará ciertos derechos de veto a SQM, equivalentes a los que tendrá Codelco en el “primer periodo de asociación”. En este segundo periodo, la mayoría del comité de auditoría la tendrá SQM.

El acuerdo final, en todo caso, permite el ingreso anticipado de Codelco a la propiedad de la empresa que explotará en negocio del litio, pero con una participación económica equivalente al 15% en un comienzo, minoritaria, que sube al 50% más uno de esos beneficios financieros a partir de 2031. Y a eso cedió SQM en la negociación voluntaria que duró siete meses y que debe aún cursar otra barrera: terminar los contratos y detalles en el primer trimestre de 2024.

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