El escenario que el mercado ve para que el Banco Central comience a bajar la tasa a partir de julio

En julio sería el primer recorte, de acuerdo a los expertos. Hoy a las 18:00 el instituto emisor anunciaría una nueva mantención. Entre los elementos claves que el ente rector resaltará está el hecho que la inflación anual bajó de los dos dígitos en abril. A ello se suma que las expectativas a dos años plazo se ubican en 3% y las proyecciones para este año se acercan a la expectativa que tiene el BC.


De manera lenta, pero sostenida la inflación ha ido cediendo. En agosto del año pasado se alcanzó el peak de 14,1% y de allí en más comenzó a reducirse hasta cerrar 2022 en 11,9% y ahora en abril bajó de la barrera de los dos dígitos. Después de 13 meses, llegó a 9,9%, lo que da cuenta que la política monetaria que ha experimentado el Banco Central está teniendo resultados.

Ese es un elemento clave que el Banco Central resaltará en su comunicado que hoy a las 18 horas publicará en su página web dando cuenta de la decisión sobre la Tasa de Política Monetaria (TPM). Si bien la mantendrá en 11,25%, ya hay elementos que van configurando un escenario que pavimenta la baja de la Tasa de Política Monetaria.

Además del hecho de que ya la inflación bajó de los dos dígitos, otro elemento a favor que señalan los expertos y que el ente rector destacará es que las expectativas a 24 meses, que es la que mira principalmente el ente rector han comenzado a descender.

En la Encuesta de Expectativas Económicas que se conoció esta semana se ubican en 3%, mientras que en la Encuesta de Operadores Financieros ya está en 3,3% y ha mostrado una sucesiva reducción. Los economistas afirman que esta es una señal de que el mercado le está creyendo al Banco Central en el manejo de su política monetaria, y que, dada esta estrategia, la inflación convergerá al 3% en hacia 2024.

Otro elemento que también se escribirá en el comunicado de las 18 horas es que las expectativas para este año se han ido ajustando a la baja y ya están en 5%, acercándose al 4,6% que proyectó el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo.

A nivel externo, la inflación de abril en Estados Unidos se ubicó bajo las expectativas lo que también es una señal para lo que haga la Reserva Federal (Fed) con su tasa de interés y eso marca también una señal para la economía mundial.

Ahora bien, los economistas mencionan que la alerta estará por el lado de la inflación subyacente, que es la que excluye elemento volátil, muestra que la inflación mes a mes fue de 0,7%, esto es 8,4% anualizada, aún muy alta. Ahí marcará una preocupación.

En cuanto a la actividad económica, esta se ha ido enfriando y eso es lo que también pavimenta el camino para el rector de la tasa de interés. El primer trimestre la economía cayó 0,9%, lo que muestra una señal ya más clara de freno de la economía. Si bien está siendo más suave de lo previsto, ya hay más elementos que hacen pensar que la economía está más fría. En ese sentido, el mercado espera que en el segundo trimestre la economía también se contraiga en una magnitud similar a la del primer trimestre.

No obstante, los expertos no esperan que el Banco Central cambie el sesgo, que es la perspectiva o señal que muestra en qué dirección será el próximo movimiento. Por ahora, dicen que se mantendrá en nivel neutro para no generar expectativas.

Ya en junio, considerando que hay Reunión de Política Monetaria y el Informe de Política Monetaria del segundo trimestre, el Central delineará con mayor nitidez el cambio de sesgo preparando el camino para que la baja de tasa comience en julio. Esa es la visión que ya toma fuerza entre los expertos.

Aunque el camino se ve auspicioso en la reducción de las presiones inflacionarias, hay dos riesgos que están presentes. A nivel interno, el hecho de que avance el proyecto que busca permitir un nuevo retiro de los fondos previsionales y eventualmente llegara a ser aprobado generaría una mayor liquidez generando que la inflación se mantenga en estos niveles o vuelva a superar el 10% anual.

El otro peligro que se debe seguir de cerca es la evolución de los precios internacional de los alimentos. De acuerdo al índice que mide la FAO, en abril el promedio fue de 127,2 puntos, esto es, 0,8 puntos (un 0,6 %) más que en marzo, pero unos 31,2 puntos (un 19,7 %) por debajo de su valor en el mismo mes del año pasado. El precio de la azúcar fue el que más subió.

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