Con el objetivo de mantener su liquidez y buena posición de caja, Embotelladora Andina volvió a revisar su plan de inversiones. Si bien la idea original era invertir US$165 millones durante este año, la realidad cambió los planes.

“Hemos reducido el plan de inversiones de este año de la compañía, reduciéndolo desde US$165 millones a US$90 millones”, decía la firma a mita de año en su análisis razonado enviado al regulador. En el mismo documento, pero del tercer trimestre, ajusta en algo las cifras: “Hemos reducido el plan de inversiones de este año de la compañía, reduciéndolo desde US$165 millones a US$95-US$100 millones”.

Ajustes más o ajustes menos, la compañía está haciendo frente a la situación del Coronavirus con una serie de medidas que permitan sobrellevar la situación.

“Como consecuencia de la pandemia del COVID-19 y de las restricciones que han impuesto las autoridades en los cuatro países donde operamos, hemos visto una gran volatilidad en nuestras ventas en los distintos canales. Durante este tercer trimestre, a nivel consolidado, hemos observado una marcada caída en nuestros volúmenes de venta en el canal on-premise (aunque en menor medida que el trimestre anterior), compuesto principalmente por restaurantes y bares, los que en parte han debido cerrar temporalmente u operar con restricciones de aforo. También hemos observado una disminución de volumen en el canal supermercado, y un aumento en los volúmenes en los canales tradicional y mayorista. Debido a que la pandemia y las medidas que adoptan los gobiernos están cambiando muy rápidamente, creemos que es muy pronto para sacar conclusiones respecto a cambios en el patrón de consumo de largo plazo, y cómo estos pueden afectar en el futuro nuestros resultados operativos y financieros”, según el reporte de la compañía.

La empresa asegura que no tendrán problemas de liquidez pese al incierto escenario.

En concreto, los activos corrientes aumentaron en $155.581 millones, un 29,2% respecto a diciembre de 2019, lo cual se explica principalmente por el aumento de Efectivo y Equivalentes al Efectivo ($131.031 millones), debido principalmente a la mayor disponibilidad de flujos explicado por la colocación de un bono en el mercado de Estados Unidos realizado en enero de este año.