De cara a la reunión de política monetaria que se llevará a cabo en diciembre en Estados Unidos, varios miembros del banco central norteamericano, incluido su presidente, vienen preparando un cambio de escenario por parte de la Fed, con discursos que apuntan a una menor proyección de alzas de tasas para 2019.

Asimismo, hay varios factores que juegan favorablemente a un pronto cambio de escenario para la política monetaria de EEUU: el derrumbe de los principales indicadores bursátiles norteamericanos, la significativa caída del precio del petróleo, la desaceleración de la economía global y las -hasta ahora- reducidas presiones inflacionarias de EEUU.

Hasta hace poco, solo algunos analistas se atrevían a proyectar una moderación en la visión alcista de tasas por parte de la Fed, sobre todo frente a un discurso oficial que sostenía prácticamente sin alteraciones las proyecciones levantadas en septiembre (que hablaban de tres alzas de tasa adicionales en 2019, con una tasa efectiva que incluso sobrepasaría el nivel estimado como "neutral").

Sin embargo, el rápido cambio en las condiciones de activos clave y su efecto negativo sobre las expectativas de inflación, sumado a una economía global y norteamericana que comenzará a perder tracción, habría terminado por convencer a la Fed por moderar su visión alcista de tasas.

En tanto, el mercado se anticipa de manera algo exagerada a un escenario como este, internalizando en los precios de activos apenas un alza de tasa para todo 2019.

Con esto podría abrirse un escenario favorable para los precios de activos de países emergentes, que han sido castigados sistemáticamente ante el estrechamiento de las condiciones de financiamiento producido por el ciclo alcista de tasas norteamericano y los temores respecto a una agudización del conflicto comercial China/EE.UU.

En efecto, un relajamiento en la política monetaria norteamericana podría gatillar un retorno de los flujos de capital hacia las economías emergentes, lo que además permitiría una recuperación de sus respectivas monedas.

El ambiente está apto para un escenario como este, que incluso podría ser más auspicioso, si se alcanza un acuerdo que neutralice el conflicto comercial -actualmente en desarrollo- algo que aún está por verse.