Durante años hemos escuchado sobre el bajo índice de I+D que se ocupa del PIB en Chile, pero no se ha logrado hacer mucho al respecto. ¿Cuáles deberían ser los pilares de ese cambio?

Un aspecto importante del gasto en I+D en Chile es que el porcentaje que financia el Estado es relativamente alto, si lo comparamos con otros países de la Ocde. En Chile, las empresas financian un 39% del gasto total en I+D, mientras el promedio de la Ocde las empresas financian el 69% de ese gasto. Por esta razón necesitamos fomentar que las empresas aumenten sus actividades de investigación y desarrollo.

¿Qué se necesita para lograr esto?

- Mercados altamente competitivos son fundamentales. Así, los incumbentes se verán desafiados por nuevos emprendedores o empresas y sabrán que si no innovan, se arriesgan a perder su parte del mercado. Otro aspecto importante es facilitar y apoyar el esfuerzo que hacen las empresas en innovar, es por eso que estamos trabajando en modificaciones a la ley de incentivo tributario a la I+D, además de otras propuestas que estamos evaluando.

¿Qué modificaciones se le deberían hacer a la ley de I+D (aparte de las que se han realizado ahora último), para que realmente este cambio sea importante?

- Hoy, si una empresa no tiene utilidades, no puede descontar impuestos y no se beneficia de este mecanismo. Esto hace que muchas pymes y startups no tengan los incentivos adecuados para hacer investigación y desarrollo, un problema que queremos solucionar.

¿Qué ámbitos de la innovación deberíamos fomentar más en Chile? ¿Al interior de las empresas, más hacia el mundo del emprendimiento o mayor énfasis en las academias?

- No hay un solo camino, no hay una sola receta. En el Ministerio de Economía apuntamos a fortalecer la innovación desde una mirada multisectorial, porque no hay duda que muchas veces las necesidades o dificultades nos llevan a la innovación, pero ésta también es fundamental para seguir vigente en mercados competitivos.

¿De qué forma?

- Por un lado, fomentando la creación de empresas innovadoras y startups que tengan alto potencial de crecimiento. Por otro, buscando mecanismos para que las empresas actuales hagan I+D, innoven y así aumenten sus niveles de productividad. Adicionalmente, también tenemos que fomentar el vínculo universidad-empresa.

¿Cómo el Ministerio de Economía conversa con otras entidades públicas para lograr este cambio?

- Somos articuladores y coordinadores en proceso de potenciamiento de la innovación. Por eso, para nosotros es fundamental escuchar a los actores involucrados en el mundo de la investigación y desarrollo, la academia y el sector productivo antes de plantear propuestas. Lo primero que hicimos al empezar a trabajar en modificaciones a la ley de incentivo tributario a la I+D fue convocar a pymes, empresas de mayor tamaño, gremios y académicos, para escucharlos y entender mejor dónde están las barreras a la innovación en Chile. Esto sido muy fructífero y prontamente presentaremos las propuestas que han salido de ese proceso.