El desayuno, en abril, se armó de la noche a la mañana. Carlos Ominami, el anfitrión, quiso reunir a su visita en Chile al ahora candidato presidencial Alberto Fernández con algunos de los mayores empresarios con negocios en Argentina. Al encuentro en el departamento en Santiago del exsenador socialista llegó un reducido grupo, entre los que se encontraban Óscar Guillermo Garretón, vicepresidente de Puerto Ventanas, y Rodrigo Hinzpeter, exministro, gerente legal de Quiñenco y director de CCU.

Fue una conversación franca. En ese momento, claro, aún no se sabía de la postulación de Fernández como abanderado de la alianza peronista de centroizquierda Frente de Todos a las elecciones presidenciales de octubre, en una fórmula con la exmandataria Cristina Fernández en la vicepresidencia. Puesta en perspectiva, la cita con Alberto Fernández -quien viajó a Chile para participar en el lanzamiento del documental Al Fondo a la Izquierda, de Marco Enríquez-Ominami- fue clave.

Conocedores del encuentro indican que el político argentino aseguró que sentía que Cristina Fernández había aprendido la lección y que sería más amigable con los inversionistas extranjeros de lo que había sido en su gobierno entre 2007 y 2015, algo que, por cierto, tienen muy presente los empresarios chilenos. "Para Alberto es importante tomar nota de los niveles de incertidumbre que produce Argentina. Él dijo que nos vemos allá y también está disponible para volver a venir a Chile a juntarse y presentar las ideas que el Frente de Todos va a estar proponiendo", dice Ominami, quien no detalló los nombres de los asistentes al desayuno.

Argentina completó en enero-marzo de 2019 cuatro trimestres consecutivos de contracciones en su Producto Interno Bruto (PIB), que retrocedió 5,8% interanual en los primeros tres meses de este año. La inflación, en tanto, en 12 meses, a mayo, se disparó a 57,3%. La crisis, debido a una serie de "tormentas interminables", como ha declarado el Presidente Mauricio Macri -sequías, la violenta depreciación del peso frente al dólar, el efecto de la política monetaria de Washington-, ha golpeado con especial fuerza al empleo y al consumo. Por cierto, el propio Macri, cuyos índices de aprobación se han desplomado, también ha reconocido algunos errores, como fijar objetivos económicos que resultaron muy optimistas y no lograr la coordinación de sus políticas.

Aun cuando desde la era kirchnerista las inversiones chilenas en Argentina han mostrado una tendencia decreciente -hoy se encuentran por debajo de Perú y Colombia como destino- y representan un 15% de los recursos materializados por empresas chilenas en el exterior en las últimas tres décadas, ascienden a un monto superior a US$ 18 mil millones. El desembarco de empresarios chilenos en Argentina fue especialmente potente durante la década de 1990.

Los negocios de las compañías chilenas en territorio argentino, de un amplio abanico, que incluye una presencia importante en áreas como retail, consumo masivo o transporte aéreo, han resentido la crisis.

En el caso de Cencosud, por ejemplo, aunque los ingresos de supermercados, tiendas de mejoramiento del hogar y centros comerciales crecieron por el ajuste inflacionario en moneda local en el primer trimestre, la depreciación frente a la moneda chilena provocó una contracción de 26,2%. Algo similar ocurrió con Falabella, donde las ventas se contrajeron un tercio, afectadas por un menor consumo y la depreciación del peso argentino. La situación de Argentina también resintió el segmento de operación de negocios internacionales de CCU en el primer trimestre, cuyos ingresos se contrajeron 7,6%. La depreciación del peso argentino también afectó los ingresos de Latam en ese país.

El momento justo

Una misión del Consejo Empresarial Chile-Argentina, la instancia que encabeza el presidente de Cencosud, Horst Paulmann, tenía previsto viajar a Argentina el próximo jueves 27 de junio. Sin embargo, la visita debió ser postergada debido a que Macri no se encontrará en Buenos Aires ese día y se prefirió reprogramar para después de las elecciones primarias (PASO) del domingo 11 de agosto, que concentrarán la atención del mundo político transandino en las próximas semanas.

La idea de la misión empresarial chilena, que coordina Sofofa, es poder concretar durante una visita de un día y medio no solo una reunión con Macri -quien irá por la reelección en una fórmula en la que le secundará el senador peronista Miguel Ángel Pichetto-, sino que también con los candidatos Fernández y los peronistas de centro Roberto Lavagna -exministro de Economía- y Rodolfo Urtubey, que también anunciaron su fórmula presidencial.

Los observadores políticos indican que es poco probable que cualquiera de las fórmulas electorales termine ganando en la primera vuelta del 27 de octubre, por lo que todo apunta a que la Presidencia del país se disputará en un balotaje el 24 de noviembre.

"Esta visita se produce en un momento en que Argentina -y esto es una opinión personal, no a nombre del consejo- ya tocó fondo en términos de la caída en el PIB y, por lo tanto, lo que uno debiera ver hacia adelante es que la economía empiece a recuperarse lentamente", señala Manuel José Prieto, gerente Internacional y de Comercio Exterior de Sofofa. "La velocidad en que lo haga va a depender de muchos factores y, entre otros, depende de cómo se vayan posicionando los candidatos y cuáles son las propuestas de los equipos económicos".

Hasta antes de la reprogramación ya había unos 15 empresarios inscritos para el viaje a Buenos Aires, de las 25 personas que participan en el Consejo Empresarial Chile-Argentina. En la coordinación de los encuentros, Sofofa trabaja con la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Además de las reuniones con los candidatos a la presidencia, se considera exposiciones de analistas políticos y económicos para tener un panorama completo de las variables que inciden en la coyuntura económica y en su anticipación.

"La preocupación por la situación en Argentina es grande. Cuando el gobierno de Macri partió, el primer viaje que hicimos como Consejo Empresarial allá congregó a más de 70 personas para reunirse con el presidente y conocerlo. O sea, había una gran expectativa del empresariado chileno por lo que estaba ocurriendo en Argentina. Hoy día, realmente movilizados por el tema argentino son fundamentalmente las empresas que ya tienen inversiones en Argentina y están preocupadas por lo que ocurre", dice Garretón, quien es vicepresidente de la instancia empresarial binacional y que esta semana hizo noticia también por su renuncia a la militancia socialista.

"Nosotros no nos vamos a pronunciar ni a buscar que gane uno u otro candidato, sino que vamos de verdad a buscar trabajar con el gobierno que los argentinos elijan y en el que, indudablemente, va a haber más interés chileno en la medida en que sea más abierto a la inversión extranjera y chilena", agrega Garretón. Aunque no quiso ahondar sobre los otros participantes en el encuentro que sostuvo con Alberto Fernández en Santiago, sí se refirió a esa reunión: "Es una buena noticia lo que él planteó si es que llegara a ganar la elección, pero la verdad es que una conversación de ese tipo no es suficiente para entusiasmar a empresarios que han sido bastante afectados durante los años de gobiernos kirchneristas. Tendría que haber algunas cosas más concretas como para que eso motivara un aplauso".

Desde el empresariado nacional se reconoce que incluso en el complejo momento económico que vive Argentina ha habido un diálogo fluido con las autoridades del gobierno de Macri y también con el embajador argentino en Santiago, José Octavio Bordón. Y esese espíritu de diálogo el que se quiere mantener más allá de las elecciones de octubre, independiente de quién se quede en la Casa Rosada.

Un empresario que participará en la misión a Buenos Aires, pero que prefirió mantener su nombre en reserva, indica que para los hombres de negocios chilenos, como todo inversionista extranjero, interesa que haya reglas claras, confiables y que las autoridades también sean personas altamente profesionales en su desempeño. Y recalca que, en eso, los funcionarios de Macri han subido la vara. "Independientemente de quién gane las elecciones, que es algo que tienen que resolver los argentinos, lo que nos preocupa es que Argentina siga en una senda de tener reglas claras, confiables y autoridades gubernamentales competentes con las cuales interactuar", señala el empresario.

En otras ocasiones, junto a Paulmann y Garretón han viajado a Argentina empresarios como el presidente Falabella, Carlo Solari, o el presidente de Latam Airlines, Enrique Cueto. Prieto dijo que dado que aún no se encuentra definida la fecha exacta del viaje, no es posible confirmar a estas alturas los nombres de la delegación. Una fuente cercana a la misión dijo que no habrían caído bien ni en Argentina ni dentro del Consejo Binacional las recientes declaraciones de Paulmann, quien en la última junta de accionistas de Cencosud declaró: "Argentina está donde Chile en 1974".

Aunque hace una semana Argentina hizo noticia mundial por un extenso apagón, algunos economistas coinciden en que antes de ese acontecimiento ya había síntomas de que la nación podía haber tocado fondo del actual ciclo. La visita podría coincidir entonces con señales de reactivación.

"Chile tiene una buena imagen en Argentina, de un país que hizo una transición ordenada, que fue capaz de conciliar la apertura política con la económica, que tuvo un crecimiento muy dinámico en democracia. Entonces, hay respeto por ese lado y por la presencia de grandes empresarios chilenos en Argentina. Chile puede jugar cierto papel", sostiene Ominami.