Familias homoparentales en Chile: 54% reconoce haber sufrido discriminación

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Resultados de Primera Encuesta sobre Familias Homoparentales aplicada el Movilh, detalla además que solo el 10,8% denunció los atropellos o discriminación, versus el 89,2% que no lo hizo.


¿Cómo es ser madre o padre fuera de la heteronormatividad en Chile? Familias de madres lesbianas, padres homosexuales, bisexuales, entre otros, que desafían las nociones tradicionales de parentesco, y de una familia con madre, padre e hijos.

Esa fue la pregunta que buscó responder la Primera Encuesta sobre Familias Homoparentales aplicada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) a madres y padres LGBTI. Los resultados muestran que existen desigualdades y discriminación que las afecta en su mayoría: el 54,5% reporta haber sufrido discriminación y denuncia al Registro Civil como la entidad donde enfrentan más problemas.

Aplicada a 219 personas, el sondeo arrojó que hay más madres (86,1%) que padres (13,3%) LGBTI (ver infografía).

De quienes reconocen discriminación, el 10,9% ha sido discriminado solo una vez, el 25,5% “a veces” y el 18,1% “frecuentemente”.

¿Dónde ocurrió esa discriminación? El 40,3% reconoce que los mayores problemas ocurrieron en el Registro Civil. Luego nombran a “otros lugares” (38,3%); a “organismos públicos que dan prestaciones de seguridad social” (30,85%); al “lugar de estudios de mis hijos o mío” (28.72%), al “recinto médico donde se atienden mis hijos o yo” (24,47%); al lugar de trabajo (11,7%) y en todos lados (8,51%).

Pese a esas cifras, un bajo porcentaje realiza denuncias por esos hechos. Solo el 10,8% reportó los atropellos o discriminación, versus el 89,2% que no lo hizo.

Las razones para no denunciar fueron, que un 27,7% pensó que una denuncia no resolvería el problema; seguido porque “no sabía cómo o dónde hacerlo (24,6%) y “por temor a efectos en los hijos” (16,9%). También hay quienes admien que no les interesó hacerlo (10,8%); porque no tuvo tiempo (7,7%); porque no sabían que podína hacerlo (7,7%) y por miedo a represalias (4,6%).

Familias diversas

La casi totalidad de las madres y padres LGBTI, es decir el 98,2%, tiene entre uno o dos hijos: el 66,88% tiene uno; el 21,08% dos y el 10,24%, tres hijos. En tanto, el 1,2%, tiene cuatro hijos y el 0,6%, cinco hijos. En el 83% de los casos los hijos son menores de 18 años.

En relación con los niveles de visibilidad de las familias diversas, la encuesta indica que el 57,8% dice que en el lugar de estudios de los hijos se sabe que sus madres o padres son LGBTI.

En relación a la partida de nacimiento, en el 61,4% de los casos los hijos están inscritos con los apellidos de su madre o padre LGBTI y el de su otra madre o padre biológico. Solo el 12,9% está inscrito con los apellidos de la pareja del mismo sexo y el 10,4% solo con los apellidos de la madre o padre LGBTI. El 10,4% está inscrito con apellidos que no son los del padre o madre LGBTI y el 4,9% con los apellidos de éstos últimos, más el de otra persona.

Pese a la desigualdad y desconocimiento legal, dice la encuesta, en el 72,4% de los casos “todos” los hijos/as de familias LGBTI reconocen que tienen dos madres o dos madres. En otros casos la “mitad” de los hijos lo reconoce (3,1%), seguido por la “mayoría” (1,2%) y la “minoría” (0,6%) de los hijos. Solo el 22,7% de los hijos de padres o madres LGBTI no tiene o no reconoce una segunda madre o un segundo padre.

escolares
La encuesta indica que el 57,8% dice que en el lugar de estudios de los hijos se sabe que sus madres o padres son LGBTI.

El 73,5% de los madres o padres LGBTI iniciaría acciones legales para que se reconozca que sus hijos tienen dos padres o dos madres. El 19,7% no lo haría “porque no es el caso” y al 6,8% porque no le interesa.

La mayoría de los hijos/as es criado, educado y vive con una pareja del mismo sexo (61,5%) y reconoce tener dos padres o dos madres (77,3%). Sin embargo, la custodia en la mayoría de las ocasiones (87,7%) solo la tiene un padre o madre biológica y/o la comparte con otras personas, que no son su pareja o a quien los niños o niñas reconocen como su padre o madre.

Chile no cuenta con leyes ni políticas públicas que respalden a las familias homoparentales, detalla el sondeo. Si la mayoría de los hijos de personas LGBTI son criados por parejas del mismo sexo, pero aún así en la mayoría de los casos solo uno de ellos tiene la custodia legal, significa que estas familias están en desprotección jurídica, señala Óscar Rementería, vocero Movilh.

“Por otro lado, sus hijos, pierden la posibilidad de ser representados ante escuelas o médicos por uno de sus pares o madres. Todo refleja una vulnerabilidad grave de las familias basada solo en su orientación sexual o identidad de género”, detalla Rementería.

Reconocimiento legal

Para el 94% es “muy importante” que se apruebe el matrimonio igualitario, para el 2,4% “poco importante” y para el 3,6% “nada importante”.

En relación a una ley de matrimonio igualitario, el 16,3% señala que es lo que mejor resolvería los derechos de las familias homoparentales, seguida por la adopción homoparental (3%), la filiación homoparental (3,6%) y ninguna (0, 6%). En tanto, para el 76,5% todas estas leyes resuelven en su conjunto los derechos de las familias homoparentales.

Matrimonio
Para el 94% es “muy importante” que se apruebe el matrimonio igualitario”, para el 2,4% “poco importante” y para el 3,6% “nada importante”.

Rementería destaca que los resultados hablan de la necesidad de legislar sobre el matrimonio, la filiación y la adopción homoparental, “pues estas leyes vendrán a proteger a familias que ya existen, con la diferencia que son más vulnerables que otras por falta de estas legislaciones

Caterine Galaz, coordinadora del Núcleo Diversidad y Género de la Universidad de Chile, el país no está acorde al concierto internacional en tema de derechos LGTBI+. “En Chile la diversidad de tipos de familias es amplio, pero se sigue pensando en una familia estandarizada de núcleo básico heterosexual”.

Las familias disidentes existen, subraya Galaz, y no pueden ser invisibilizadas y ubicadas en posiciones subalternas. “No sólo se requiere un reconocimiento legal, sino también se requiere un cambio social y cultural de normalización de las diferentes formas de cuidado existentes”.

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