Un mutante: científicos creen que el coronavirus es un híbrido salido de murciélagos y pangolines

A electron microscope image of a coronavirus is seen in this undated picture provided by the Health Protection Agency in London
Imagen microscópica de un coronavirus. FOTO: Reuters

Investigadores sospechan que el Sars-CoV-2 tiene una estructura genética que proviene de los murciélagos, y que sus características púas con las que se adhieren a las células es una herencia del coronavirus de los pangolines, una eficiente combinación que explica su increíble letalidad.


Una de las tantas incógnitas que aún persisten en la bitácora del coronavirus es su origen. Saber de dónde proviene, no solo acallaría las tesis conspirativas de su creación en un laboratorio chino, sino, más importante aún, ayudaría a entender su compleja biología, y con ello, mejorar el tratamiento de personas infectadas y la creación de una vacuna.

Pero ahora, un estudio científico internacional, en el que participaron investigadores de la U. de Duke, la U. de Texas, la U. de Nueva York y del Laboratorio Nacional de Los Alamos de EE.UU. y la U. de Jilin, de China, presenta una nueva tesis para descubrir la cuna biológica del mortal patógeno. Según el estudio, el Sars-CoV-2 sería un híbrido.

Si bien la mayoría de la evidencia sugiere que el virus se diseminó entre los murciélagos antes de infectar a las personas, hasta ahora no hay un análisis científico del nuevo coronavirus que calcé a la perfección con alguno que circule actualmente en alguna especie de murciélago

Según la investigación, muchos científicos sospechan que esto se debe a que el Sars-CoV-2 es en realidad un híbrido genético: una combinación entre dos virus separados que intercambiaron genes en algún lugar del camino. De ahí lo pedregoso de rastrear su origen.

Un velcro biológico

La superficie del Sars-CoV-2 está cubierta de proteínas con púas, que le ayudan a “aferrarse” a las células que infecta, una especie de “velcro biológico”.

Mientras todo su código genético coincide con un virus murciélago, la porción del genoma de Sars-CoV-2 que crea esas proteínas con formas de púas, no. Y esta estructura parece provenir de un coronavirus del pangolín, según una investigación publicada el viernes en la revista Science Advances.

Electron microscope image the new coronavirus, SARS-CoV-2 (February 2020)Coronavirus Niaid Rml 49531042907 531f7f1186 O
Imagen microscópica del nuevo coronavirus.

Antes de saltar de los animales a los humanos, los investigadores creen que ambos coronavirus participaron en un proceso llamado “recombinación” para crear un híbrido que ahora está causando una pandemia en el planeta.

La recombinación puede ocurrir entre dos virus no relacionados, como el de uno proveniente de un murciélago y un coronavirus del pangolín, si han infectado al mismo huésped.

“Las recombinaciones entre coronavirus son posibles", dice Nicolás Muena, investigador de la Fundación Ciencia & Vida. Aunque es más habitual entre virus, como el virus hanta, o la influenza que desencadenó la gripe porcina en 2009. de hecho, la recombinación en esta última ocurrió entre un virus de los cerdos al interior de estos animales y uno virus de influenza humano. Pese a ello, aclara, existe literatura médica de recombinación entre coronavirus al menos desde 1992.

“Hay reportes de dos coronavirus infectando a un mismo individuo (animal) donde ocurre una recombinación entre sus segmentos”, añade.

Muena explica que la región de la unión al receptor del Sars-CoV-2, la estructura que utiliza para infectar una célula, llamada RBD (sigla en inglés de receptor binding domain), es 99% idéntica a la del coronavirus del pangolín. Sin embargo, el resto de la estructura no es tan similar, como si lo es con el encontrado en algunas especies de murciélagos, lo que a su juicio apoya la teoría de una recombinación.

La maquinaria celular de un virus se descompone al intentar reproducirse, y el otro virus se hace cargo, insertando su genoma en la cadena de material genético parcialmente completada.

Muena insiste en que es una hipótesis plausible y muy interesante, “pero nos faltan mas datos genómicos para confirmarla”.

Lo más preocupante, dicen los científicos, es que afuera, estas peligrosas recombinaciones, siguen produciéndose.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.