Hace casi 20 años, comenzó el concepto de vinos naturales. Aquí, los señalados como tales prefieren autodefinirse como tradicionales. La diferenciación es acertada, ya que además de no intervenir con químicos los viñedos y el vino, se trata de volver a los métodos antiguos de la elaboración de un territorio específico. En Chile, una nueva asociación surge directamente relacionada con la uva país, parras centenarias traídas por los españoles, que fueron muy producidas y consumidas como Pipeño, para después ser despreciadas y arrasadas. Pero hay sobrevivientes y personas que quieren mostrar todas sus potencialidades. Un grupo de nuevos vinos hechos a la vieja usanza.