La aventura chilena en Roland Garros llegó a su fin. Christian Garin (37°), quien era el único representante nacional en competencia, luchó frente al ruso Andrey Rublev, pero no le alcanzó. El séptimo mejor tenista del mundo impuso toda su jerarquía para terminar quedándose con lo que fue un disputado encuentro, por parciales de 6-4, 3-6, 6-2 y 7-6. De todas formas, Gago puede despedirse tranquilo del segundo Grand Slam del año, pues ha exhibido un alza importante en su juego que promete de cara a los próximos desafíos de la temporada.

El duelo ya prometía en la antesala. Por un lado, por el buen nivel que ambos venían mostrando en la competencia y, por otro, que se trataba de dos campeones del torneo parisino en su categoría junior. Sabían que iba a ser un compromiso exigente, que solo se pudo definir en tres horas y 11 minutos de juego. De esos en los que es clave mantener la concentración hasta el cierre.

El nacido en Moscú desniveló el cotejo a su favor en el arranque. Su potencia metió de entrada en problemas al Tanque, quien sufrió su de inmediato quiebre en contra en el game inicial. El europeo no dejó escapar la chance de aprovechar esa ventaja y, frente a un incómodo Garin, cuidó su saque para amarrar la ventaja en el primer set. El panorama ya estaba cuesta arriba para el chileno, quien iba a tener que esforzarse al cien por ciento para impedir que su adversario diera otro paso hacia el triunfo.

Y al ariqueño se le vio mejor. Decidido a dar la pelea, puso en aprietos a su oponente. De hecho, temprano en el segundo set estuvo cerca de romperle el servicio a Rubley. Sin embargo, este último remó desde atrás para evitar que así fuera. Pero Gago no se rindió. Se notó más sólido y atrevido, tanto en los saques como en las repuestas, lo que le permitió quebrar en el octavo juego para concluir con la manga a su favor.

El Tanque salió a enfrentar el tercer set con el objetivo de continuar en alza. Y pese a que su rendimiento no decayó, su adversario demostró toda su experiencia en el sexto game, quebrándole a Garin apenas tuvo la opción. Fue así que quedó a una manga de la victoria, luego de no darle oportunidades al chileno, quien, pese a batallar, terminó recibiendo un cachetazo contra su ilusión.

A Gago le quedaba una última opción de estirar el partido. Estaba obligado a quedarse con la cuarta manga para seguir con vida. Y lo cierto es que estuvo muy cerca, pues le rompió los dos primeros servicios al ruso, alcanzando una ventaja de 3-0 que, sin embargo, después no supo cuidar. Rublev se recuperó a pura potencia. Remó desde atrás para quebarle de vuelta al chileno y ponerse adelante, consiguiendo incluso dos opciones de match point en el décimo juego. El encuentro entró en el tie break, instancia en la que el europeo ganó por 13-11, acabando con el sueño de Garin en el Grand Slam.

Aunque Garin se despide temprano del certamen, el análisis sobre su desempeño en las tres primeras rondas es positivo. El nacional se está reencontrando con su mejor juego, demostrando, de paso, que puede pelearle de igual a igual a cualquiera que esté en la línea de los mejores del mundo. Gago se despide de Roland Garros, pero batallando hasta el final.