Arabia Saudita marca el 2-1 en la victoria sobre Argentina y hay uno de sus jugadores al que ni siquiera le preocupa celebra la conquista de Salem Al-Dawsari: el defensor Ali Al-Bulaihi. Por estas horas, su nombre circula por las distintas plataformas a nivel mundial asociado al de una estrella: el argentino Lionel Messi. La razón no es otra que haber provocado, literalmente, a la vista de todo mundo al delantero del PSG. Después de la conquista, lo enfrentó abiertamente y le dijo un par de palabras que La Pulga ni siquiera debió entender. “No vas a ganar, no vas a ganar”, es la traducción, según la cadena Goal. La figura transandina le devolvió una risa antes de que sus compañeros Lautaro Martínez y Papu Gómez intervinieran para separar al agresor.

Al-Bulaihi es un defensor. Del montón, hay que decir, por añadidura. El de Qatar es su segundo Mundial, lo que podría llevar a pensar que se trata de un jugador de cierta alcurnia, pero, en rigor, no es así. Un lazo lo ata, de hecho a Chile y a Argentina: en 2018, la primera vez que disputó un evento planetario, fue escogido por Juan Antonio Pizzi en la delegación que viajó a Rusia. En ese torneo disputó un partido.

En el combinado árabe había debutado recién un poco antes. El 15 de mayo fue incluido en un amistoso frente a Grecia, que terminó con una victoria por 2-0 para los saudíes. Por esos días, Macanudo ya estaba en el banco.

Ali Al-Bulaihi intenta frenar a Ángel Di María (Foto: AP)

Solo conoce Arabia Saudita

En su carrera, Al-Bulaihi solo ha defendido a clubes de su país. A los 33 años, el defensor nacido en Diriyah, quien mide 1,82 metros (lo que hacía notoria su diferencia de envergadura frente al astro del PSG) parece más bien condenado a no conocer otro destino futbolístico. En su palmarés luce dos ligas profesionales saudíes, una Supercopa y una Copa del Rey. A nivel internacional, celebró la Liga de Campeones de la Asociación Asiática de Fútbol (AFC). Todos los títulos los ha conseguido con el Al-Hilal.

Al-Bulaihi suma 37 presencias con su selección. Puede actuar como zaguero central o lateral izquierdo. A su actual club llegó en 2017, en una operación más bien exigua: su pase costó US$ 250 mil. Hoy, pese a que sus participaciones internacionales le dan cierta notoriedad, para el mercado tampoco parece demasiado relevante: según Transfermarkt, el sitio que se utiliza como parámetro para la tasación de los futbolistas a nivel mundial, su actual valoración bordea los US$ 400 mil.

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