Una nueva Roja a la medida de Claudio Bravo

Claudio Bravo, en el calentamiento previo al partido contra Perú por las Eliminatorias para Qatar 2022. FOTO:FRANCISCO LONGA/AGENCIAUNO

El meta verá caras conocidas en el proceso. Martín Lasarte, el DT que tuvo en la Real Sociedad, y el preparador de arqueros Roberto Navajas, el mismo que siempre quiso en Chile. Eso sin contar a Francis Cagigao, el director, quien llegó por recomendación de su representante Cristián Ogalde y que ya lo quiso en Arsenal en 2011.



En el papel, al menos, el nuevo proceso de la selección chilena comienza con muchas incógnitas. Sin embargo, para un jugador en especial será el retorno de viejos conocidos. Claudio Bravo, otrora postergado por el ex técnico Reinaldo Rueda, arribará en marzo a un ambiente casi familiar. Una sucesión de hechos que trajeron a la Roja a muchos de sus excolaboradores, escenario que claramente hoy le da una ventaja sobre el resto de sus compañeros.

El 9 de febrero pasado, tres días después de que Matías Almeyda se bajara como técnico de la selección, Claudio Bravo reaccionó frente a la vacancia del cargo. En términos claros y con la misma seguridad que cuida el arco chileno, el ex capitán le restó fatalismo. “No estoy preocupado, ni menos molesto. Menos en estos tiempos (...) Lo mejor posible si toca estar en una futura nómina. La meta es Qatar 2022”, dijo en sus redes sociales.

El mensaje apareció un día antes de que la ANFP confirmara al nuevo entrenador de la selección. Martín Lasarte conoce hace más de 10 años al golero, a quien dirigió en la Real Sociedad entre 2009 y 2011, período en el que consiguieron el ascenso a la máxima categoría. Ambos cultivaron una relación profesional de mucha madurez. “Tal vez no eran los más amigos, pero ambos se respetaban mucho”, dice un cercano al jugador. A tanto llegó el respeto, que cuando Juan Carlos Unzué -en ese entonces preparador de porteros de Barcelona- viajó en 2010 hasta San Sebastián para ver al chileno, Machete no dudó en recomendarlo para el equipo catalán.

Una situación que recién se cristalizó en 2014, cuando Luis Enrique asumió la banca del equipo blaugrana con el mismo Unzué en el cuerpo técnico, claro que esta vez como ayudante de campo.

El factor Cagigao

Pero la de Lasarte no es la única línea que se puede extender hacia el golero. En 2011, en plena Copa América de Argentina, surgió la noticia del interés del Arsenal por contar con el meta chileno. En ese entonces, el plenipotenciario de los veedores del cuadro londinense era Francis Cagigao, el mismo que hoy funge como director deportivo de selecciones.

“Tiene muchas condiciones, lo conocemos mucho. Un arquero moderno que podría jugar en cualquier equipo”, decían entonces el scout gallego, consultado por La Tercera. Ya en ese tiempo, Cagigao y el histórico representante de Bravo, el abogado Cristián Ogalde, habían tomado contacto por el meta, aunque no hubo ni señas de un posible traspaso del de Viluco a Londres. Una comunicación que se hizo más fluida en 2017, cuando el mismo empresario de futbolistas (hoy presidente de Deportes Santa Cruz) y Cagigao coincidieron para conceder una prueba a Marcelo Allende en el club gunner.

El elegido Navajas

Claro que a este puzzle le falta una pieza. Quizás la más importante, la que constata la comodidad que podría tener Bravo en este nuevo proceso. Porque la presencia de Roberto Navajas como nuevo preparador de arqueros no hace más que satisfacer una antigua exigencia. El problema se arrastraba de antes. Cuando Juan Antonio Pizzi tomó el mando de la Roja en 2016, quedó vacante el cargo de entrenador de porteros. Macanudo, apenas tomó posesión de cargo de DT, viajó hasta España para hablar con Bravo y este le aconsejó a Navajas, a quien tuvo en la Real Sociedad.

Si hasta el propio español reconocería más tarde que su ex pupilo siempre lo quiso en el organigrama de la Roja. Pero las conversaciones nunca prosperaron. El pedido nunca fue escuchado por la federación que entonces dirigía Arturo Salah. Menos cuando propuso a su Plan B, el chileno Julio Rodríguez.

Una de las razones que, incluso, llevó al meta a patear el tablero y renunciar a la Roja, en abril de 2018, después de ningunear a los titulares en el cargo: Alex Whiteley y Marcelo Ovalle. A este último, además, lo mandó a bajar de peso. En el actual escenario, la llegada de Navajas sugiere un deseo cumplido para el de Viluco, quien de todas maneras volverá a una Roja hecha a su medida, desde la cabeza.

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