Por Lya Rosén D.

Hace poco más de 20 años, y tras su debut fílmico con Tumba al ras de la tierra (1994), el británico Danny Boyle comenzó su coqueteo con la fama como director al llevar al cine la novela Trainspotting, de Irvine Welsh. Esta cinta obtuvo la aprobación del público y la crítica con un ácido relato en torno a un grupo de amigos escoceses: Mark “Rent Boy” Renton (Ewan McGregor), Simon “Sick Boy” Williamson (Jonny Lee Miller), Daniel “Spud” Murphy (Ewen Bremner), Thomas “Tommy” MacKenzie (Kevin McKidd) y Francis “Franco” Begbie (Robert Carlyle).

Dos décadas más tarde, Renton y sus ex camaradas retornan en una nueva película, donde este último vuelve a su natal Edimburgo, ya que las cosas no han ido bien en Ámsterdam y debe saldar deudas con los fantasmas de su pasado. Aquí, Mark encuentra a Daniel, y lo salva de un suicidio por asfixia que acabaría con su batalla con las drogas, y busca a Simon, quien cambió la heroína por la cocaína y maneja un bar que le sirve como fachada para otros “negocios”. Y, además, deberá esquivar al violento Francis, quien recientemente logró fugarse de la cárcel.

Aunque esta Trainspotting no vaya a quedar en los anales de la cultura pop como su predecesora, el filme permite reencontrarse con viejos conocidos, sus antiguas deudas y el don de Boyle para dotar de ritmo a todos sus filmes.

Título original: T2 Trainspotting Género: Drama País: Reino Unido Año: 2017 Director: Danny Boyle Guión: John Hodge Reparto: Ewan McGregor, Ewen Bremner, Jonny Lee Millers, Robert Carlyle Edad: Mayores de 18 años Duración: 117 minutos.