Guatón facho
Sr. Pérez, aún hay esperanza. Según la FAO, el 34,5% de los chilenos mayores de 15 presentan altos índices de obesidad. No es una noticia para estar orgullosos ni algo que debamos promover, pero al menos a 4 de 10 chilenos puede no haberle gustado que lo trataran de esa forma. Por otra parte, en el mundo y también en Chile, los fachos están avanzando. Y aunque los progres sigan intentando levantar polémicas sobre lucha de clases y de opresión de la clase empresarial, estos conflictos no son más que peleas veraniegas que a la inmensa mayoría de las personas no les afecta ni le interesan.
Creo importante aclarar previamente: No conozco a Matías Pérez; no tengo casa en Lago Ranco (ni en ningún otro lago); soy guatón (a dieta hace varios años, con más fracasos que éxitos); y soy facho (según la nomenclatura progre).
Dicho eso, esta columna se trata de los guatones fachos. Porque digamos la verdad: a nadie le interesa si las señoras estaban o no en la playa o propiedad privada. Lo más relevante, para las hordas de defensores de lo políticamente correcto, fue hablar de sus kilos de más y de sus vínculos con la "extrema" derecha.
Primero, el guatón. Cientos de memes sobre el "Guatón de Gasco", referencias a Jabba de Hutt, a Shrek y una serie de imágenes del señor Pérez, con vestido, sostenes o cualquier accesorio que buscaba ridiculizarlo por su guata o senos. Durante las últimas 24 horas, se desató una verdadera "gordofobia" y mediante una suerte de bullying colectivo, las redes sociales trapearon el piso con el sobrepeso del supuesto victimario en este caso.
Segundo, el facho. Lo primero habría sido insuficiente para generar una polémica nacional si no hubiese estado acompañado de dos elementos claves: el financiamiento que aportó a José Antonio Kast y su defensa férrea del pinochetismo. No, no es un guatón cualquiera. Era un guatón facho y así lo hicieron saber los medios de comunicación desde temprano para elevar al patrón de fundo a la categoría de persona muy indeseable.
Este cóctel explosivo de obesidad y facherío es el que permitió no sólo alcanzar el trending topic en redes sociales, sino que inspiró despachos en terreno, portadas de diario, probablemente matinales y por qué no soñarlo, un espacio en las columnas privilegiadas del fin de semana que quizás le dediquen un capítulo nuevo a los privilegios de llamarse Pérez.
¿Pero quién pone atención en el asunto de fondo? ¿Quién analiza de verdad si el tono del Sr.Pérez fue prepotente? ¿O si en alguna medida, quizás, tenía razón en su alegato? ¿Acaso nadie se molestaría si un grupo de personas entrara a su casa y se sentara en su jardín? ¿Serían tan amables como en un principio lo fue el Sr. Pérez?
Yo no vi a alguien actuar con prepotencia desde un comienzo, sino que al contrario, con absoluta templanza frente un hecho en el que se sentía agraviado. Segundo, hay una mala reacción al tratar de impedir que lo graben, ¿pero quién no lo haría si un extraño te empezara a grabar en tu casa?. No sabemos las razones que tuvieron las señoras para ocupar ese lugar. ¿Fue una provocación o una coincidencia? ¿Por qué no se sentaron frente a la playa de la propiedad vecina, lugar de donde supuestamente venían?
Nada de eso forma parte del debate, porque el gatillo de la polémica del verano no es un metro o más de playa. Todos los días, en lagos, ríos y mares, hay disputas sobre ocupación ilegal del borde costero, impedimentos de acceso a la playa o los deslindes y no se causa un revuelo como este. El motivo del carácter nacional de esta disputa se centra en los atributos físicos de la persona, su opción política o la plata que tiene. Y en ella participan con entusiasmo la izquierda, los medios y también la derecha acomplejada, que cree que por salir a pegar primero, va a terminar ganando esta pulseada. Esa misma izquierda que acusa a todos de distintas fobias e ismos (homofobia, xenofobia, racismo, sexismo), pero que cuando se trata de fachos, todo bullying es permitido, incluso la gordofobia.
¿Creen Uds. que este episodio habría tenido tanto impacto si lo hubiera protagonizado un homosexual de izquierda? ¿Habrían existido memes tan hirientes y despectivos respecto de su orientación sexual, o quizás el asunto se hubiera centrado en la discusión legal? O en un caso similar – muy ficticio – en el que una Comunidad Ecológica Hippie en una comuna progre se hubiera opuesto a la construcción de viviendas sociales ¿Uds. creen que se habría armado tanto alboroto, incluso si en esa comunidad viviese un Senador y ex Candidato Presidencial? ¿Acaso eso no es prepotencia y discriminación social?
El problema de Pérez y de cualquier otro guatón facho, es que en el mundo de hoy no hay espacio para malas interpretaciones, al menos cuando de la derecha se trata. Si Ud. es facho y no está armado con un celular para grabar el contexto u otra perspectiva, la edición de la potencial víctima puede liquidarlo. Esos segundos o minutos, pueden ser letales, tenga o no tenga la razón.
Pero Sr. Pérez, aún hay esperanza. Según la FAO, el 34,5% de los chilenos mayores de 15 presentan altos índices de obesidad. No es una noticia para estar orgullosos ni algo que debamos promover, pero al menos a 4 de 10 chilenos puede no haberle gustado que lo trataran de esa forma. Por otra parte, en el mundo y también en Chile, los fachos están avanzando. Y aunque los progres sigan intentando levantar polémicas sobre lucha de clases y de opresión de la clase empresarial, estos conflictos no son más que peleas veraniegas que a la inmensa mayoría de las personas no les afecta ni le interesan. Mientras unos luchan contra las isapres, los colegios particulares, los fundos o los impuestos que pagan los ricos, hay muchos más preocupados de los más vulnerables y de la clase media, que necesitan ayuda urgente.
Los problemas de fondo y la atención ciudadana, la están captando quienes buscan interpretar el sentido común de las personas y que no temen, llegado el momento, el enfrentar la ideología de lo políticamente correcto y defender nociones básicas como el estado de derecho, la libertad y la propiedad privada. Mientras el Ministerio no me demuestre lo contrario, yo defiendo a este guatón facho y su legítimo derecho a defenderse si ocupan su terreno ilegalmente (y no le han pedido permiso previamente).
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