El tira y afloja entre Interior y Santiago por la violencia en los liceos emblemáticos

Una de las reuniones del año pasado en que, entre otros, participaron Santiago e Interior.

Los episodios que en 2022 se dieron en los establecimientos educacionales derivaron en una creciente tensión entre las instituciones que ya va más allá de este tema. Mañana hay convocado un comité de emergencia en que se verá el retorno a clases capitalino. Santiago no ha sido invitado.


El lunes 14 de noviembre de 2022 algo cambió en la relación entre el Ministerio del Interior y la Municipalidad de Santiago. A partir de ese día, dos instituciones que en el papel son aliadas y que venían trabajando desde octubre en un plan en torno a los liceos emblemáticos, comenzaron a evidenciar un tira y afloja impulsado por cómo enfrentar la violencia que se ha dado en los recintos más tradicionales de la comuna que comanda Irací Hassler (PC).

Pero, ¿qué ocurrió hacia fines del año pasado que tensionó de ahí en más la conexión entre ambas entidades? A las 16 horas de ese lunes, lo que debería haber sido una reunión más de coordinación en La Moneda entre la Subsecretaría del Interior, los rectores de los liceos emblemáticos y el municipio dieron un giro inesperado cuando el subsecretario Manuel Monsalve les pidió a los directores y al municipio -representado por su director de Educación, Rodrigo Roco- “colaborar” con la entrega de información que les estaba solicitando el Ministerio Público.

El semblante de los aludidos cambió de golpe, pues entendieron que se les estaba pidiendo entregar información que a ellos no les correspondía. Uno de los presentes en la cita resumía posterios a ella así el sentir: “No somos los sheriffs”.

Ese día los rectores y Santiago quedaron con la sensación de que se les estaba traspasando una responsabilidad que creen no les compete, la de hacerse cargo de la investigación de los hechos de violencia que envolvieron durante 2022 a sus establecimientos, cuando ellos, dicen, son responsables de lo relativo a las aulas. “La propuesta del gobierno es que le hagamos la pega a la fiscalía”, decía uno de los rectores.

Y aunque Monsalve quiso explicarles que solo les estaban pidiendo antecedentes para que el Ministerio Público hiciera su trabajo, los rectores se negaron a dar nombres, pues creían que eso podía quebrar aún más las ya frágiles relaciones con los alumnos.

Interior, sin embargo, mantuvo su postura y al día siguiente fue la propia ministra Carolina Tohá la que lo dejó en claro: “Estamos trabajando con la fiscalía para hacer un trabajo focalizado, identificar quiénes son estos grupos, sacar información de los colegios, perseguirlos y desarticularlos”, dijo. Eso, lo de extraer información de los establecimientos, encrispó los ánimos en Santiago.

Conocedores de la relación entre Hassler y Monsalve, quien ha liderado esta materia desde Interior, cuentan que no es que se lleven mal, pero que sí se nota tensión entre ellos cuando llega el turno de hablar de los liceos. Que tienen un trato cordial y que pueden discutir de la contingencia. El problema, reseñan, es cuando entran “al área chica” y la alcaldesa de inmediato toma distancia.

Y aunque hubo reuniones posteriores a la cita de noviembre, ya nada fue lo mismo. Hoy, con la vuelta a clases ya efectuada y con llamados a movilizaciones concretos, la sensación en Santiago se mantiene, según diversos conocedores de la interna del municipio: que Interior sigue con ese afán de traspasarle al municipio la responsabilidad de la seguridad de los liceos de su comuna. “Nunca lo han querido transparentar, pero todas sus señales apuntan a eso”, reseña una fuente de la administración santiaguina.

La molestia, agrega, radica en que “pretenden que tengamos un rol más inquisidor y eso no corresponde”.

Ese sentir no ha estado ni cerca de aplacarse, menos después de la reunión de febrero entre Hassler y Tohá donde, según Santiago, Interior se comprometió con una estrategia para la comuna con la finalidad de abordar la seguridad de los establecimientos “y quedaron de presentarla antes de marzo”. Esto no ocurrió, lo que otra vez desató la molestia del municipio, donde, según varias fuentes, la sensación es que la vuelta a clases no se abordó como se debía “en términos de estrategia y coordinación” y que se les siguió instando a hacerse cargo de resolver la violencia. Sin embargo, en La Moneda retrucan esta versión. Dicen que sí existió un plan que compartieron con Santiago y que fue el “Plan Marzo” de Carabineros, donde se detallan cuáles serán las medidas que se tomarán para evitar un colapso de seguridad en torno a los liceos emblemáticos.

Pero, además, este medio pudo conocer que mañana, convocado por la cartera, habrá un comité de emergencia para abordar la masiva vuelta a clases en la capital. En él participarán las policías, Transportes, Delegación Presidencial, MOP y Metro. Y Santiago no ha sido invitado. Señales.

Y si bien dicho municipio ha seguido participando de otras reuniones coordinadoras, cada vez que pueden sus representantes comunales bajan los grados de responsabilidad en la materia. Así, de hecho, lo hizo Hassler esta semana: “No es atribución de los municipios abordar el orden público, sino que priorizar el proceso educativo y el aporte y coordinación en aquellos puntos donde podamos colaborar. Temas de orden público no están directamente a nuestro cargo”, dijo.

Requeridos por una versión, desde Santiago denotan que su creciente molestia ya traspasa el ámbito de los liceos y señalan que han reiterado “insistentemente ante el Ministerio del Interior en la urgencia de contar con una mayor presencia de la institucionalidad del Estado en nuestra comuna a propósito de situaciones en materia de seguridad, como el grave aumento de homicidios, el uso de armas de fuego, indicios de crimen organizado y la recuperación de espación públicos”, además de los relacionados con los liceos. “Hemos sostenido reuniones en las que se ha pedido definir y establecer un protocolo de intervención policial ante los actos de violencia”, añaden. Pero también, suman, a través de la Dirección de Prevención y Seguridad Ciudadana “hemos constatado la evidente falta de dotación policial para las necesidades de la comuna (...) los que esperamos se subsanen a la brevedad, ya que es incomprensible que se descuiden algunos sectores en favor de otros”.

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