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Trump nombra a Marco Rubio como asesor de seguridad nacional interino tras salida de Mike Waltz

El mandatario estadounidense anunció una serie de cambios clave en su equipo de seguridad nacional, en medio de una polémica por el uso indebido de una aplicación de mensajería para discutir operaciones militares.

U.S. Secretary of State Marco Rubio sits next to U.S. National Security Advisor Mike Waltz during a meeting with Saudi Foreign Minister Prince Faisal bin Farhan Al Saud, Saudi National Security Advisor Mosaad bin Mohammad Al-Aiban, Russian Foreign Minister Sergei Lavrov and Russian President Vladimir Putin's foreign policy advisor Yuri Ushakov, at Diriyah Palace, in Riyadh, Saudi Arabia, February 18, 2025. REUTERS/Evelyn Hockstein/Pool Evelyn Hockstein

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump informó que el secretario de Estado, Marco Rubio, asumirá de forma interina el cargo de asesor de seguridad nacional, en reemplazo de Mike Waltz, quien ha sido nominado como próximo embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.

El anuncio se produjo poco después de conocerse que Waltz y su adjunto, Alex Wong, dejarán sus funciones en el gobierno. La salida de Waltz ocurre semanas después de que se revelara que había añadido a un periodista a un grupo de Signal —una aplicación de mensajería cifrada— donde se discutían planes militares sensibles.

“Me complace anunciar que nominaré a Mike Waltz como el próximo embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas”, escribió Trump en redes sociales. “Durante su tiempo en el campo de batalla, en el Congreso y como mi asesor de seguridad nacional, ha trabajado incansablemente por los intereses de nuestra nación”.

Trump agregó que Rubio continuará simultáneamente como secretario de Estado y asesor interino de seguridad nacional. “Juntos seguiremos luchando sin descanso para hacer a Estados Unidos, y al mundo, seguros nuevamente”, afirmó.

Polémica por uso de aplicación en operaciones militares

Waltz fue objeto de fuertes críticas luego de que se conociera que agregó al periodista Jeffrey Goldberg a un grupo de Signal donde se discutía una operación militar contra militantes hutíes en Yemen, programada para el 15 de marzo. La filtración generó inquietud sobre seguridad y confidencialidad en la administración.

A pesar de que tanto Trump como la Casa Blanca defendieron públicamente a Waltz —afirmando que no se compartió información clasificada—, sectores cercanos al presidente, como la activista de derecha Laura Loomer, lo acusaron de rodearse de funcionarios “no lo suficientemente leales” al movimiento MAGA y de confiar en “neoconservadores”.

La presión interna aumentó luego de que Loomer reclamara haber sido marginada del proceso de selección de asesores del Consejo de Seguridad Nacional (NSC). Tras su reunión con Trump, varios funcionarios de ese organismo fueron despedidos, lo que ella celebró públicamente como una “purga” necesaria.

Waltz, por su parte, asumió la responsabilidad por la creación del grupo de mensajería, aunque sostuvo no saber cómo el periodista se integró a la conversación. Mientras tanto, el Departamento de Defensa enfrenta también cuestionamientos por el rol del secretario Pete Hegseth, quien compartió horarios exactos de operaciones aéreas tanto en Signal como en otras plataformas no seguras, incluyendo a personas fuera del gobierno.

Hegseth está siendo investigado por el inspector general del Pentágono, tras revelaciones de que instaló una línea no autorizada en su oficina para operar un computador personal, junto a terminales que manejan información clasificada.

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