Aunque una consulta vecinal definió hace un par de días un amplio rechazo al cambio de nombre de la calle República de Israel, el proceso aún no ha sido resuelto por completo. El futuro de la iniciativa impulsada en diciembre de 2024 por la exalcaldesa Emilia Ríos (FA) sigue dependiendo de un pronunciamiento clave de la Contraloría General de la República.

De los 132 vecinos que participaron en una encuesta presencial realizada por funcionarios municipales, el 73,48% se manifestó en contra de modificar el nombre por “Nueva Ñuñoa”, mientras que el 21,97% apoyó la propuesta. Sin embargo, estos resultados no tienen efecto vinculante y no definen por sí solos la continuidad o el rechazo del cambio.

La consulta fue promovida por el actual alcalde Sebastián Sichel, quien asumió en diciembre pasado y decidió suspender la medida por considerarla “inconsulta con los residentes”. En paralelo, la nueva administración del municipio envió una solicitud formal a la Contraloría para que determine si es legal modificar el nombre de una calle cuando este fue originalmente designado por ley, como ocurrió con la calle República de Israel, cuyo nombre fue fijado en 1959 mediante la Ley Nº13.316, en homenaje a la entonces canciller israelí Golda Meir.

La consulta jurídica presentada por Sichel recoge los antecedentes administrativos del caso, incluyendo el informe favorable del Consejo de la Sociedad Civil (COSOC), el pronunciamiento de la Dirección de Obras Municipales —que verificó la viabilidad técnica del cambio— y la votación del Concejo Municipal del 4 de diciembre de 2024, donde la propuesta fue aprobada con siete votos a favor y uno en contra.

El principal nudo legal es si un municipio puede cambiar el nombre de una calle fijado por ley mediante un decreto alcaldicio, considerando el dictamen N°4703/94 de Contraloría que establece que nombres dados por ley solo pueden modificarse por otra ley. Por eso, la administración comunal reconoció que sólo el órgano contralor puede zanjar la controversia.

Hasta que no exista una respuesta definitiva de Contraloría, el cambio de nombre permanece en suspenso. Por ahora, la señalética no ha sido modificada y la calle sigue figurando oficialmente como República de Israel.