Carlos Miranda, conservador de Santiago: “Es bueno que nos controlen, debemos ser controlados”
El también vicepresidente de la Asociación de Notarios y Conservadores destaca los avances que, a su juicio, representa la reforma al sistema, pero afirma que aún hay que resolver cómo se implementará el nuevo sistema de nombramientos.
Hace una semana, el Congreso despachó después de 6 años, la reforma al sistema de notarios y conversadores de bienes raíces, iniciativa que pone fin a los cargos vitalicios y establece un nuevo nombramiento de notarios, archiveros y conservadores, a través de Alta Dirección Pública.
La nueva normativa genera un cambio sustantivo para el para el Conservador de Bienes Raíces de Santiago (CBRS) pues abre la posibilidad de que sea dividido en varios servicios. Medida que generó un duro intercambio entre senadores y diputados durante la tramitación legislativa, a la cual se opone Carlos Miranda, uno de los titulares del oficio de Santiago y vicepresidente de la Asociación de Notarios y Conservadores.
¿Cómo evalúa la reforma?
Creo que más que una reforma es una modernización al sistema. Es un proyecto que se demoró, pero que si bien no es perfecto, logró recoger muchas de las inquietudes que la comunidad tenía. La institución necesitaba una modernización o recoger los nuevos tiempos que estamos viviendo.
¿Qué aspecto destaca?
La fiscalización que aumenta, el ingreso del Servicio Nacional del Consumidor. El tema de cómo se fijan las tarifas, también, la transparencia. La reforma ha terminado con la opacidad o la duda que normalmente la gente tiene en relación con los servicios. Eso es lo que más puedo destacar, que la reforma recogió varios temas.
Esta ley fue de tramitación difícil y se acusaron presiones de los conservadores y notarios que se verían afectados, ¿Cómo responde eso?
Cuando se habla de estas presiones, puede estar relacionado a cómo se ve Santiago. Yo te puedo decir que, por lo menos todos los que hemos estado en regiones, no participamos de presiones para que no hubiera una reforma o una modificación del sistema. Por el contrario.
¿Qué aspectos según ustedes no eran buenos?
Privatizar la fe pública mediante fedatario, que era como decirle a un mall, tenga su propio fedatario y autorice usted lo que quiera.
Usted fue el último conservador de Santiago elegido con la antigua modalidad. ¿Qué apreciación tiene del nuevo sistema?
El mismo Poder Judicial, la Corte Suprema, en distintos dictámenes, resoluciones, instrucciones, manifestaron su deseo de no participar del tema de los concursos. Pero quizás los resultados que se han generado en algunos casos particulares, porque no es general, ha habido situaciones que no son del todo transparentes. Nosotros estamos por la transparencia.
¿Y sobre el límite de edad?
El límite de edad existe desde 1995. Todos los que ingresamos después de eso se nos aplicó el límite de edad. Por acuerdo de la Asamblea de Notarios y Conservadores, el año 2018 se acordó que estábamos de acuerdo en que debía aplicarse las mismas reglas que se le aplican a los jueces, que es un límite de edad. Ahora, si ellos quieren recurrir (al TC) están en la libertad y nosotros por eso tampoco nos hemos pronunciado mayormente.
La reforma igual presenta inhabilidades. ¿Qué le parecen?
Es dudosa la constitucionalidad cuando establecen ciertas prohibiciones en contratación de ciertas personas. O la publicidad de los sueldos privados, porque nuestros ingresos no son públicos, son privados. Entonces, se está vulnerando, entendemos como asociación, ciertos principios constitucionales que se aprobó legalmente.
¿O sea que no está de acuerdo con aquello?
Es que creo que son cosméticos solo para decir cuánto gana un funcionario o cuánto gana alguien. La verdad que se entiende que los funcionarios públicos se publican, pero los trabajadores no son funcionarios públicos, son contratos privados. Entonces, eso atenta contra el principio constitucional.
Pero también van a ser auditados...
Siempre es bueno que nos controlen. Todos debemos ser controlados. El control es súper bueno en la medida que sea eficiente y efectivo.
Sobre su servicio. La ley abre la posibilidad que se divida. ¿Está de acuerdo?
En lo personal, creo que no es bueno para el servicio de los usuarios dividir el conservador de Santiago.
¿Por qué?
Porque el servicio que presta es de primera calidad. Es decir, nadie duda de que puede acceder a la página y puede obtener un certificado al día siguiente. Entonces, cuando se habla de dividir, ¿cuál es la razón para dividir? Si la razón para dividir es porque aparentemente se generan muchos ingresos, para que tenga ese nivel de eficiencia el CBRS, es porque debe tener recursos. Por consiguiente, si uno lo ve de un modo objetivo, podríamos decir que no es conveniente dividir, porque se dividieran 7 u 8 criterios distintos, de distintos conservadores.
Pero las críticas también van porque se concentra el poder...
Yo no sé quién tiene poder acá. Lo único que yo sé es que yo tengo una función pública, que cumplo con mi deber. De hecho, por eso también estimé que si mis colegas estaban con licencia médica mi deber me decía, atendido mi función, a suspender mis vacaciones. Si yo ejerciera poder, me daría lo mismo y no lo haría.
Lo que creo es que, más que concentración, tenemos un equipo de trabajo, 460 funcionarios, capacitaciones, obligaciones legales y que lo que nos distingue como conservadores es que somos referentes a nivel latinoamericano.
¿Considera que la fijación de tarifas permitirá transparentas los ingresos?
El Ministerio de Justicia desde 1998 nos dicta un reglamento que actualice las tarifas. Santiago se le aplica el porcentaje más bajo a nivel nacional. Entendiendo eso, la fijación tarifaria lo que viene a hacer es recoger cuáles son los reales costos de funcionamiento de este oficio y cuál es la carga laboral, la carga tributaria, y la carga de eventos que tiene.
Pero siempre se han cuestionado sus ingresos...
En el CBRS pagamos el 40% de impuestos. Es decir, un 60% de estos ingresos que quedarían son para el Conservador y un 40% para el fisco. Somos una parte activa en el ingreso. El 77% de los ingresos del conservador van para los trabajadores. El 78% de los ingresos que son utilidades, el final del día, y se reparte todo. Y una parte se dedica a gastos de inversión o gastos de operativos.
¿Considera que esta reforma les permitirá mejorar su reputación?
La reputación la hacen las personas en la medida que demuestran que su reputación es intachable. Pero siendo realista, los notarios y los conservadores estamos en un cargo privilegiado y vivimos situaciones donde las personas están en circunstancias muy difíciles. ¿Qué es lo que nos va a hacer que la comunidad nos pueda comprender o comprender esto? Lo que en parte recoge la reforma.
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