Columna de Cristián Valenzuela: Hacer la pega
“Es muy fácil agarrar el computador y tuitear, escribir algo, vociferar, gritar más fuerte, pero es difícil hacer la pega y acá lo que estamos haciendo es hacer la pega” afirmó el Presidente Boric, en un punto de prensa, fabricado en medio del desierto, para hablar sobre los avances de su gobierno en materia de control de frontera.
Efectivamente, es mucho más fácil escribir columnas y mandar mensajes por Twitter, que gobernar una nación y enfrentar una crisis gigantesca de inseguridad e inmigración ilegal. Por algo, algunos somos simples columnistas y otros, legítimamente, fueron elegidos para gobernar y hoy están a supuestamente a cargo del país. Pero estos arrebatos comunicacionales del Presidente, que buscan intimidar a sus críticos y restringir la libertad de expresión de quienes criticamos su mal desempeño, no deben inhibirnos de cuestionar su gestión a partir de los datos y la información objetiva disponible.
En los últimos 30 meses, desde que comenzó este gobierno, más de 3.000 personas han sido asesinadas en Chile. Hacer la pega, señor Presidente, es evitar que 3,3 personas sean asesinadas todos los días y que 9 de cada 10 chilenos no puedan vivir en paz.
En los últimos 30 meses, señor Presidente, la economía creció, en promedio, un 1,2%. En el gobierno anterior, el crecimiento promedio de los 4 años, con una pandemia y un estallido delictual de por medio, fue de un 2,6%. Hacer la pega, es sacar a la economía del estancamiento y volver a crecer con fuerza.
Hacer la pega en salud, señor Presidente, sería haber reducido – y no aumentado – la listas de espera de las atenciones de salud que angustian a millones de chilenos, los mismos que están cotizando un chaleco antibalas, para poder acudir a un Cesfam.
Hacer la pega, señor Presidente, sería haber evitado que en los últimos dos años hayan entrado a Chile más de 100 mil inmigrantes ilegales y no estar felicitándose, luego de instalar un par de megáfonos, porque esa cifra gigantesca, haya disminuido de manera marginal.
Y así, podemos hacer un largo listado de errores, deficiencias e incompetencias que ha mostrado el gobierno durante su gestión (salud, educación, transporte y tantos otros más), que demuestran, objetivamente, que su gobierno no ha hecho la pega y que las deficiencias no se resuelven con un Presidente amurrado o peleándose continuamente con la oposición. Sin duda, también han habido algunos logros – pocos – pero no nos pida a nosotros que dediquemos el limitado espacio que tenemos para alabarlo en esos aspectos, cuando tiene una larga lista de minuteros y comentaristas, varios de cargo fiscal, que se dedican continuamente a ello.
Chile necesita un Presidente, no un comentarista de la contingencia nacional.
Hacer la pega significa trabajar sin descanso para resolver los problemas urgentes de los chilenos y no vivir en un permanente estado de queja, culpando a otros de las deficiencias de su gestión personal. No son los medios de comunicación ni los comentaristas de escritorio los que haremos la evaluación final de su gobierno, sino la ciudadanía, informada y activa, la que a través de elecciones entregará su veredicto final. Y aunque le moleste al Presidente, hoy está reprobando y si sigue llorando, probablemente nada de eso va a cambiar.