SEÑOR DIRECTOR

En relación con la carta del diputado Leonardo Soto sobre el retiro del Sr. Harvey, es necesario señalar que ella parece responder únicamente al interés de este último, pues contiene afirmaciones y calificaciones que no corresponden a la verdad y ponen en tela de juicio, además, las decisiones de la Excma. Corte Suprema, en donde tanto el Sr. Harvey como el Ejército, representado por el Consejo de Defensa del Estado, expusieron todos los antecedentes que llevaron a su retiro.

La situación del Sr. Harvey no obedece a ninguna persecución ni represalia, sino a faltas reiteradas a la disciplina, que no fueron las primeras de su carrera, como consta en su hoja de vida con anterioridad al año 2015.

El Ejército no ampara ni convive con la corrupción, imputaciones que agravian a todos los integrantes de la institución, y que solo pueden explicarse por desconocimiento o porque fue engañado por el Sr. Harvey. Las únicas denuncias que el Sr. Harvey realizó fueron debidamente investigadas, terminando con sanciones para quienes resultaron responsables. Es de público conocimiento que el proceso por el “Fraude al Ejército” comenzó por una denuncia de la institución el 2014, sin intervención del Sr. Harvey.

La institución ha implementado y difundido un modelo de prevención de delitos desde el 2019 con reserva de identidad y anónimas, para que cualquier miembro de la institución pueda hacer denuncias, las que son debidamente analizadas e investigadas.

Finalmente, debemos expresar que el Ejército, como cualquier institución militar del mundo, es jerarquizada y obediente, según lo establece la Constitución, la que solo puede cumplir sus misiones de defensa nacional y colaboración en catástrofes y emergencias, si todos sus miembros respetan la disciplina y jerarquía militar, más aún cuando se tiene la potestad legal en el uso de las armas.

Cristián Guendelhoefer Erbetta

General de Brigada

Secretario General del Ejército