Opinión

Una gran enseñanza

SEÑOR DIRECTOR

Me despido con profunda tristeza de don Urbano Marín, farol del conocimiento del Derecho Público y de la generosidad con las nuevas generaciones.

Vale la pena recodar su discurso de 3 de septiembre de 2010, donde nos indicaba que las sentencias de la Corte Suprema deberían llevar la leyenda “hecha a mano”, y como alfarero hizo a mano los contornos de un nuevo Derecho Público, que nosotros estamos llamados a custodiar, para que su esfuerzo y trabajo tengan trascendencia.

Cristóbal Osorio Vargas

Profesor Fac. de Derecho U. de Chile

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