Más acotada en el tiempo y con menos integrantes: ¿Cómo podría ser la nueva Convención?

Sesión del pleno de la ex Convención Constituyente.

Parlamentarios de oposición y oficialistas buscarán un acuerdo político para dar continuidad al proceso constituyente tras el triunfo ayer del Rechazo y señalan que el debate se extenderá varios días e incluso semanas, pues no quieren repetir la premura con que se llegó al pacto del 15 de noviembre de 2019. Aunque hay varias fórmulas que se están discutiendo, las que incluyen paridad y que sean electos, todo apunta a que los nuevos convencionales sean menos de 155 y a que haya una mayor incidencia de los partidos políticos.


Hace dos semanas se intensificaron las conversaciones “informales” -precisan desde los partidos políticos- entre parlamentarios desde la UDI hasta sectores del Frente Amplio con miras a un acuerdo político que permita dar continuidad al proceso constituyente tras el contundente triunfo del Rechazo a la propuesta que presentaron los ahora exconvencionales.

Con los resultados de anoche en la mano, que vinieron a ratificar lo que las encuestas venían reflejando desde abril pasado, incluso antes de que la Convención Constituyente diera a conocer el texto de su propuesta, la oposición y el oficialismo pasarán de las conversaciones de pasillo, sin minutas de trabajo, como se había hecho hasta ahora, a una etapa de negociaciones de carácter institucional para fijar un nuevo procedimiento.

Todo con el objetivo de confeccionar “a la brevedad” un nuevo acuerdo político que sustituya al del 15 de noviembre de 2019, que inicie otro proceso para redactar una nueva Constitución. Eso sí, diversos actores, tanto de Chile Vamos como del Socialismo Democrático, ya se han manifestado a favor de hacer las cosas distintas y de no repetir los errores que, a su juicio, fueron en parte responsables del fracaso de la pasada Convención.

En ese sentido, algunas propuestas ya han ido ganando terreno en las discusiones. Hay apoyo transversal, señalan por separado el diputado Guillermo Ramírez (UDI) y el senador Jaime Quintana (PPD), en que el debate en torno a este acuerdo político podría extenderse por varios días, incluso semanas, algo muy distinto a los tiempos con que negociaron el acuerdo del 15 de noviembre para dar una salida institucional a la crisis política, en medio de la presión del estallido social.

“El acuerdo del 15 de noviembre tuvo muchos errores producto del apuro. De hecho, después, hubo que hacer acuerdos sobre el acuerdo y votaciones adicionales en el Congreso, y hubo cosas que nunca arreglamos, como la redacción del voto que reguló el plebiscito de salida. Todo eso nos debe llevar a la razonable conclusión de que para conversar este tema debemos tomarnos un buen tiempo para que sea un buen acuerdo, con bajas cuotas de azar y analicemos bien los efectos y consecuencias que pueda tener lo acordado, para, entre otras cosas, no nos pase lo que ocurrió con las listas de independientes, que moldeó completamente el proceso pasado”, señaló Ramírez.

Dirigentes políticos y parlamentarios que la madrugada del 15 de noviembre de 2019 participaron del acuerdo por una nueva Constitución.

En lo que también se ha ido generando cierto consenso entre los parlamentarios y dirigentes políticos es pasar de inmediato a la elección de los convencionales, sin la necesidad de convocar a un nuevo plebiscito de entrada en el que la ciudadanía se pronuncie sobre sobre si quiere una nueva Constitución o sobre cuál mecanismo prefiere.

Propuesta que también ha permeado en el gobierno. “El pueblo de Chile ya tomó una decisión y lo hizo de manera muy mayoritaria (en relación a los resultados del plebiscito de entrada). Repetir ese plebiscito sería redundante”, señaló el Presidente Gabriel Boric el domingo 21 de agosto en entrevista con Chilevisión.

De esa forma, el mandatario zanjó las dudas que había al interior del gobierno y del oficialismo de hacerse parte y empujar un nuevo acuerdo político en el Congreso para convocar a una nueva Convención antes del 4/S.

En esa misma entrevista, Boric delineó algunos de los aspectos mínimos que, a su juicio, debieran enmarcar ese acuerdo, dejando en claro que estaba abierto a que en el Congreso se hicieran modificaciones al proceso anterior. “A partir de la experiencia que hemos tenido este año de debate, de seguro hay muchas cosas que se pueden modificar, no me niego a aquello. Vamos a estar atentos a las propuestas que se hagan, respetando ciertos mínimos, como que sea 100 por ciento electa, (también) creo que la paridad es un avance tremendamente importante”, remarcó el Jefe de Estado.

Y si bien defendió la necesidad de que haya escaños reservados para pueblos originarios, dejó en manos del Congreso el llegar a un acuerdo sobre la forma de elección y el número de estos. La misma disponibilidad a abrir el debate manifestó respecto de la discusión sobre la forma de elegir a los nuevos convencionales.

Temas donde aún no hay acuerdo entre los sectores políticos. “Las conversaciones han sido incipientes en esas materias, porque aún hay mucha desconfianza mutua y fragmentación al interior de las colectividades”, remarcan parlamentarios de diversos partidos que han participado en estos diálogos.

Más chica y más acotada

Las directivas de los partidos de Chile Vamos han comprometido el apoyo de sus parlamentarios a un acuerdo que contemple la redacción de una nueva Constitución, cerrando la puerta a los sectores más duros de sus propias filas que pedían hacer sólo reformas a la actual Constitución, una vía que se había facilitado tras la aprobación de la ley que rebajó los quórum supramayoritarios de 2/3 a 4/7.

“Nos comprometemos a llegar a un acuerdo amplio y transversal que permita tener una nueva Constitución para Chile, mediante un mecanismo donde la ciudadanía incida directamente sobre el procedimiento a seguir y sobre el texto que termine rigiendo en el país”, señalaron el 10 de agosto pasado los timoneles de partidos de Chile Vamos: Javier Macaya (UDI), Francisco Chahuán (RN) y Luz Poblete (Evópoli).

24/08/2022 Presidentes de Chile Vamos. En la foto, Javier Macaya, Luz Poblete y Francisco Chahuán. Mario Téllez / La Tercera

Sin embargo, la oposición no ha definido un mecanismo específico que les permita llegar a puerto con ese compromiso. Tampoco en el oficialismo.

Aunque ciertas ideas ya están circulando y han ganado terreno. “En paridad es muy difícil una vuelta atrás”, aseguran parlamentarios que participan en las conversaciones.

El 22 de agosto pasado, La Tercera filtró un documento elaborado por el PPD donde se esbozaban algunas de las propuestas para una nueva Convención Constituyente que se han estado discutiendo y que han alcanzado respaldo en la derecha.

Entre estas propuestas figura el reducir el número de convencionales de 155 a no más de 100 y el que sean electos mediante listas nacionales, con un porcentaje máximo de escaños a elegir en la Región Metropolitana -se ha hablado de hasta un 40%-, y las que puedan participar independientes y expertos (constitucionales y en economía) en pacto con partidos.

Donde aún no hay consenso es que estas listas nacionales sean cerradas, lo que limitaría la participación y posibilidades de elegibilidad de los candidatos independientes. De esa forma se descarta la posibilidad de que los independientes conformen listas propias, como ocurrió en la pasada elección de los exconvencionales.

La propuesta del PPD también daba un plazo de funcionamiento de seis meses a la nueva Convención Constituyente, lo que permitiría llegar con una nueva propuesta de Constitución antes del 11 de septiembre de 2023, cuando se cumplan 50 años del golpe de Estado.

En Chile Vamos, aunque no fijan un plazo, coinciden en la necesidad de que sea mucho más acotado que el que tuvo la pasada Convención. Para eso, señalan, es indispensable reducir el tiempo que se tomó la ex Convención Constituyente en fijarse un reglamento interno de funcionamiento. “Muchos creemos que la nueva Convención debiera partir de inmediato su trabajo con el reglamento de la anterior Convención o bien con el reglamento del Senado”, explicó el senador Jaime Quintana.

Y aunque tanto en el oficialismo como en la oposición concuerdan en la importancia de garantizar la participación de los pueblos originarios en una nueva Convención, al igual como ocurre con los independientes, las propuestas que se han discutido hasta ahora apuntan a reducir su presencia y a incluirlos como curules supranumerarios.

Las propuestas que se están conversando hablan de fijar el número de escaños reservados para pueblos originarios en relación a la participación electoral efectiva del padrón indígenas (282.719) y no en función del número de personas que se autodefinen como pertenecientes a una etnia en el Censo de 2017 (2.144.479, equivalente al 12% de la población), lo que disminuiría significativamente en número de escaños respecto de la Convención pasada.

En privado, parlamentarios oficialistas aseguran que en el FA están abiertos a hacer correcciones al mecanismo que se utilizó en la elección pasada de convencionales. Pero con ciertos límites. “El gobierno está empujando la idea de que se den facilidades a los independientes para ir en lista de los partidos, mientas que el PC ha sido muy refractario a realizar modificaciones”, remarcan desde el PPD.

“Las conversaciones hasta ahora han girado en torno al documento que hizo circular el PPD, pero muy informales. Ese documento no es vinculante. Sobre lo único que tenemos acuerdo en el oficialismo y parte de la derecha es que no haya plebiscito de entrada y que sea una Convención 100 por ciento electa democráticamente. Pero en el detalle de la composición de esa nueva Convención, lo mínimo que esperamos es primero fijar las reglas entre nosotros (los partidos del oficialismo) antes de abrir las negociaciones con la oposición, regalándole a la derecha la posibilidad de establecer las condiciones. Primero debemos hacer un análisis profundo sobre las razones que llevaron a que fracasara la propuesta de la Convención”, indicó el diputado de Convergencia Social Diego Ibáñez.

A su juicio, el clima político en Chile cambió respecto del momento en que se eligieron los anteriores convencionales, por lo que “aunque utilizáramos las mismas reglas, es muy difícil que se repita la misma composición de la anterior Convención”, indicó. Es más, planteó su preocupación por una rebaja en el número de escaños reservados a pueblos originarios, porque podría terminar imposibilitando el ingreso de representantes de algunas etnias.

Por lo mismo, el martes 30 de agosto, durante una reunión de las directivas y parlamentarios de los partidos del Socialismo Democrático acordaron respaldar al gobierno tras los resultados del plebiscito y apoyar el llamado que haga el Ejecutivo a este acuerdo nacional, buscando los entendimientos que permitan mantener la unidad al interior de los dos bloques que apuntalan la administración de Gabriel Boric.

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