PDG y Jiles: los votos decisivos de los que depende el futuro de la Cámara

Cámara de Diputadas y Diputados.

"Las condiciones cambiaron”, dice la jefa de bancada de diputados del PDG, Yovana Ahumada, ante la próxima renovación de la mesa de la corporación, el 21 y 22 de octubre, oportunidad en la que se debiera elegir a la diputada Karol Cariola (PC) como su nueva presidenta. Sin embargo, los votos no están asegurados. Si las bancadas de gobierno no logran conservar la presidencia, podrían perder el control de esta rama del Congreso.


Un escenario de alto riesgo constataron los jefes de bancadas de diputados del oficialismo, que se reunieron el lunes de la semana pasada a comer en un restaurante de Viña del Mar, tras la sesión de ese día.

La próxima renovación de la mesa de la Cámara -que se realizará entre el 21 y 22 de octubre, oportunidad en la que, en teoría, debiera elegirse a la diputada comunista Karol Cariola como nueva presidenta de la corporación- fue uno de los temas centrales del encuentro, al que asistieron representantes del Frente Amplio, del PC, del PS y de los grupos de independientes-PPD y liberales-radicales.

En la ocasión, cada personero de bancada sinceró la situación interna de sus comités. Sin embargo, según un par de asistentes, la sumatoria preliminar de votos arrojó un resultado inquietante: faltaban dos diputados para llegar a la mayoría necesaria e imponer el nombre de Cariola.

En todo caso, ese conteo solo consideraba los votos oficialistas, de la DC y de algunos ecologistas- independientes, que han dicho que cumplirán el acuerdo que se selló en marzo pasado.

Sin embargo, los representantes ya daban por hecho la marginación de dos posibles disidentes: René Alinco y Carlos Bianchi, independientes asociados a la bancada PPD, que han expresado dudas y reparos por el nombre de Cariola, quien fue vocera del comando del Apruebo.

La conclusión del encuentro fue que los votos del Partido de la Gente (PDG) y de la independiente Pamela Jiles pasaban a ser cruciales para el desenlace de este suspenso.

El problema es que no mantener la presidencia implicaría también perder el control de todas las comisiones de la Cámara. Ello podría transformarse en un nuevo revés para el oficialismo, que aún no se repone de la derrota en el plebiscito.

Si bien el PDG y Jiles eran parte del pacto administrativo y de gobernabilidad -que establecía una rotación en la presidencia de la Cámara y distribuía los cupos en las comisiones legislativas-, la próxima elección de Cariola, que debiera ser un mero trámite, ya que el acuerdo compromete al menos el voto de 85 de los 155 diputados, se complejizó por reacomodos políticos y por diferencias legislativas en temas como los retiros de ahorros previsionales.

La diputada Pamela Jiles junto al diputado del Partido de la Gente, Gaspar Rivas.

La principal razón que esgrimen algunos diputados que expresan dudas es que el triunfo del Rechazo, en el plebiscito del 4 de septiembre, provocó un nuevo escenario político, tal como se preveía hace meses. Ello se agravaría, señalan los mismos legisladores dubitativos, por el rol protagónico que asumió Cariola como coordinadora de la derrotada campaña del Apruebo.

“Así como nos reunimos para conformar el acuerdo administrativo, tenemos que volver a reunirnos. Cariola fue la cara visible del Apruebo. Las condiciones cambiaron. Hay que generar ajustes para ver qué va a pasar. Hay rumores. Pueden pasar muchas cosas, pero lo primero es sentarse a conversar”, dice la jefa de bancada de diputados del PDG, Yovana Ahumada.

La jefa de bancada del PDG, Yovana Ahumada.

“No tengo problemas con Karol Cariola en lo personal, pero me gustaría saber cuál será el planteamiento de mi bancada. Todavía no tenemos una decisión tomada”, comenta el diputado Gaspar Rivas (PDG).

“Sé que hay conversaciones. No tendría cómo pronunciarme en estos momentos. Pueden pasar muchas cosas”, señala Roberto Arroyo, también legislador del PDG.

“Es un tema que no hemos tratado como bancada, pero yo soy muy partidaria de respetar los acuerdos”, comenta otra parlamentaria del PDG, Karen Medina.

“Yo, como diputado, mantengo mi palabra. Soy parte de un acuerdo, que quiero mantener. Si el acuerdo no se cumple, será responsabilidad de diputados del oficialismo, que yo he escuchado en los pasillos que no quieren a la diputada Cariola como presidenta de la Cámara”, añade Rubén Oyarzo, otro integrante de la bancada PDG.

El caso de Pamela Jiles es distinto. Si bien ella es parte del acuerdo que se selló en marzo, ha preferido guardar silencio respecto de la próxima definición.

No obstante, a raíz del debate de los retiros previsionales, Jiles ha mantenido una pública diferencia con Cariola, quien actualmente es presidenta de la Comisión de Constitución, donde quedó radicada la tramitación de estas iniciativas.

Aunque la diputada comunista Cariola no se opuso a tramitar la reforma del llamado “quinto retiro”, tras el rechazo de la sala de la Cámara, el pasado 18 de abril, Jiles ha presionado para que se reponga la discusión de una nueva iniciativa en esa línea.

Sin embargo, representantes de bancadas oficialistas y aliadas al gobierno añaden que el riesgo no se limita al PDG, Jiles, Alinco y Bianchi, también podría haber otros diputados que en reserva tienen reparos con Cariola y solo saldrían a luz cuando se produzca la votación.

Esta elección, sin embargo, tiene una novedad. Por primera vez el voto para elegir a la mesa será público. Antiguamente era secreto y facilitaba los descuelgues. Esas condiciones contribuyeron a que Cariola sufriera un revés el 7 de abril de 2020, en la elección de la mesa de la Cámara, cuando se impusieron sorpresivamente Diego Paulsen (RN), en la presidencia, Francisco Undurraga (Evópoli), en la primera vicepresidencia.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.