Maskne: ¿qué es y cómo controlarlo?

Ilustración: César Mejías

La mascarilla se ha transformado en un elemento imprescindible en la vida de todos y todas, pero su uso constante ha traído implicancias en la piel. Aquí algunos consejos y productos para tratarlas.




En inglés ya se acuñó el término: maskne, la unión de “mask” (mascarilla) y “acne” (acné). Así de masivos han sido los efectos del uso de esos productos en la piel, lo que incluso han afectado a personas que jamás tuvieron brotes anteriormente, y las razones son varias.

El estrés que sentimos en esta época de incertidumbre tiene consecuencias, y si a ello se le suma el calor y la condensación que se genera entre el material protector y la piel, la aparición de brotes no es una sorpresa, tal como explica la dermatóloga del Centro Médico Dermaline, Natacha Quezada: “A la actividad de la glándula sebácea agravada por el estrés, se suma la alteración en el sebo que se produce con la mascarilla, ya que en esa zona la temperatura local sube, llegando a uno o dos grados más que en el resto del cuerpo, lo que se relaciona con un acné oclusivo”. Es decir, el alza en la temperatura genera el ambiente perfecto para la proliferación de las bacterias que posteriormente darán pie al acné en la zona.

El roce entre la mascarilla y la piel, también afecta al rostro, algo que se relaciona al llamado “acné mecánico”, el que se explica en la retención del sudor en un material que -además- genera ese roce. Normalmente eso se ha visto en el uso de ropa muy ajustada en deportistas de alto rendimiento, pero el efecto se aplica en la situación que vivimos hoy en día.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Lo básico se mantiene: siempre limpiar el rostro, día y noche, pero con productos suaves, sin aceite y sin frotar demasiado.

La cosmetóloga Isidora Cousiño entrega algunas recomendaciones:

1. Antes del uso prolongado de la mascarilla, evitar el maquillaje (por lo menos la zona que se mantendrá cubierta).

2. Hidratar con un producto lo más liviano posible.

3. Usar una mascarilla de material respirable y que ojalá contenga cobre, por su acción bactericida.

4. Al sacarnos la mascarilla, lavarnos la cara y hacer nuestra rutina de cuidado diario de la piel; no esperar hasta la noche, sino hacerla en ese momento.

5. Usar agua termal para calmar y desinflamar.

Si el brote es demasiado molesto, es importante consultar a un dermatólogo.

En Práctico te recomendamos algunos productos que pueden ayudarte a cuidar tu piel en esta situación:

Spray Agua Termal de Avène

Alivia, suaviza e hidrata todo tipo de piel, incluso las más sensibles.


Lámina protectoras Ep-iderm

Lámina de silicona adhesiva de menos de 1 mm. de grosor que protege del roce que provoca el uso de mascarillas.


Keloplast Scars de Isispharma

Repara erosiones y cicatriza la piel irritada por el contacto permanente con elementos de protección.


Toleriane Ultra Fluido de La Roche Posay

Fluido hidratante no grasoso y calmante para pieles ultra-sensibles. Alivia el picor, irritaciones, sensación de ardor y rojeces visibles.


Clarity Control Professional Concentrate de Murad

Mejora la claridad y resistencia de la piel a las imperfecciones, reduce los brotes, descongestiona y calma las rojeces.


My Clarins CLEAR-OUT Stop Imperfections

Tratamiento purificante específico para atenuar las imperfecciones. Su textura en gel calma la sensación de escozor.


Todos estos precios corresponden al día jueves 13 de agosto

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