"Me quería retirar pero el presidente de EEUU me hizo seguir trabajando para la empresa, especialmente para la parte de relaciones públicas", asegura Ren Zhengfei, fundador y CEO de Huawei, quien de hecho dio hoy su primera entrevista a medios de habla hispana, entre ellos PULSO.

La empresa ha sido uno de los blancos predilectos de Donald Trump, quien la agregó a una lista negra por su supuesta colaboración con la inteligencia del gobierno chino. Esto podría complicar el acceso de sus celulares a los servicios de Google, lo que no complica de sobremanera al líder de la compañía.

"Huawei siendo una empresa no tan rica como sus pares norteamericanas, ha sido capaz de desarrollar sus propios chips y su propia inteligencia artificial (IA). Es en base a esto que puedo decir que sin Google podríamos seguir ofreciendo las mejores soluciones tecnológicas para nuestros clientes", señala Zhengfei, quien de todas maneras destaca que su afán es seguir comprando las piezas y componentes con hoy adquiere "en masa" de las firmas de ese país.

El ataque del mandatario estadounidense se ha dado en el marco de la guerra comercial, que el líder de Huawei dice no comprender, y además justo cuando se negocian los contratos para el despliegue de la red 5G alrededor del mundo. Sin embargo, salvo Washington y Australia, no se le han cerrado las puestas a la empresa en esta materia. De hecho, de los 60 contratos firmados, 30 los logró después de ingresar a la lista negra.

Aunque el conflicto por la supremacía digital entre las dos naciones es evidente, Zhengfei duda que escale de manera tal que se levante un muro entre Oriente y Occidente. "Hoy tenemos accesos a los artículos científicos, por creo en gran medida todos compartimos la misma base de ciencia y tecnología. No es posible hacer la división de esos conocimientos", señala.

De todas maneras, especula que de darse un escenario de esa naturaleza, las gigantes tecnológicas de EEUU serían las más perjudicadas. "Si no pudieran comercializar sus productos y servicios en otro bloque enfrentarían también grandes pérdidas, sus resultados financieros serían peores. Además, en el otro bloque, prohibidas las empresas norteamericanas, surgirían otras que las reemplazarán", plantea.