El optimismo que prevaleció durante la tregua comercial alcanzada entre las dos mayores economías del mundo, se revirtió súbitamente ante la amenaza da Donald Trump de aumentar las barreras comerciales contra China. Se trata de una advertencia que se convirtió rápidamente en realidad, luego que ayer Robert Lighthizer, representante de comercio estadounidense que ha encabezado las negociaciones, asegurara que el alza en los aranceles se hará efectivo este viernes.

Sin esta confirmación, las bolsas chinas ya padecieron el incremento de las tensiones, con retrocesos de 8% Shenzhen y 6% Shanghai, mientras el presidente de EEUU daba continuidad a su arremetida por twitter asegurando que su país pierde US$500.000 millones anuales en comercio con el gigante asiático y que no dejará que eso siga ocurriendo.

Tenso escenario

A propósito de estas declaraciones, circuló la opción de que la delegación china cancelara su participación en la última ronda de negociaciones, agendada entre el miércoles y viernes de esta semana. Esto contribuyó a las bajas en torno a 1% en las bolsas europeas, pero la ratificación de la asistencia del equipo liderado por el vicepremier chino, Liu He, alcanzó para que Wall Street repuntara en la segunda parte de la jornada, acotando las bajas en el S&P500 a 0,45%.

Pero el renovado optimismo duró poco y nada. Los futuros del mercado neoyorquino profundizaron los descensos luego que Lighthizer diera detalles del estado de las negociaciones. "En el transcurso de la última semana más o menos, hemos visto una erosión en los compromisos por parte de China. Diría que retiran los compromisos que ya han hecho, a nuestro juicio", sostuvo.

Fue en ese marco que confirmó que el viernes los aranceles de 10% que pesan sobre US$200.000 millones de importaciones chinas, subirán a 25%.

Incierto desenlace

Si bien entre los principales actores de Wall Street un acuerdo entre China y EEUU sigue en el escenario base, hay un reconocimiento generalizado del aumento de la incertidumbre.

"Al menos una parte de la historia es que la economía y los mercados se han fortalecido, lo que ha reducido los incentivos para comprometerse de ambas partes", señalaron en Bank of America. "No pain, no deal" ("sin dolor, no hay acuerdo", en inglés) es el "mantra" que propone el banco, es decir, que sin una incomodidad en los mercados, será más difícil poner fin a la guerra comercial.

Morgan Stanley cree probable que la escalada en las tensiones sea temporal, pero indica que esto "inherentemente aumenta la incertidumbre y socavará aún más los mercados de riesgo, donde un resultado optimista ya está apreciado".

En ese marco, Goldman Sachs le puso número a los posibles desenlaces. El fracaso de las negociaciones, que lleve a un aumento de los aranceles de EEUU a China, alcanza una probabilidad de 40%, mientras que el 60% restante, con el que apuntan a un acuerdo comercial, ya se vio fortalecido ante la confirmación de la visita de los chinos, para la negociación definitiva.