Investigación revela cuál es el cáncer con más retraso de atención en Chile

Investigación revela cuál es el cáncer con más retraso de atención en Chile

Un estudio del Centro de Políticas Públicas e innovación en Salud (CIPS) de la Universidad del Desarrollo detectó que el cervicouterino es el cáncer que más retraso tiene en la lista de Garantías Explícitas de Salud (GES).


En Chile fallecen cerca de 600 mujeres al año a causa del cáncer cervicouterino, lo que equivale al fallecimiento de 2 mujeres al día y 1.500 mujeres diagnosticadas cada año.

Entre 2022 y 2023, de acuerdo a un nuevo análisis del Centro de Políticas Públicas e innovación en Salud (CIPS) de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, hubo una disminución poco significativa de 0,87% en las prestaciones atrasadas por GES de Cáncer Cervicouterino (CaCu), lo que lo posiciona como el cáncer con mayor cantidad de retrasos de cáncer en la lista de las Garantías Explícitas de Salud (GES).

Esta lista se ha ido engrosando en los últimos años. Entre fines del año 2022 y el segundo trimestre del 2023 (corte de los datos al 30 de junio), los retrasos de cáncer cervicouterino disminuyeron en solo 0,87% (de 4.343 a 4.305), manteniéndose como la garantía GES de cáncer con mayor cantidad de retrasos registrados.

Al comparar estos datos anuales, tanto entre el 2019 y 2020 han aumentado los atrasos de esta garantía explicita en salud en 114,54% (399 a 856). Este aumento fue aún más pronunciado entre 2020 y 2021 cuyo aumentó fue del 219,51% (856 a 2.735).

Posteriormente, entre 2021 y 2022 se observa otro aumento de estas garantías en 58,9% (2.735 a 4.343).

La Dra. Paula Daza, directora ejecutiva de CIPS-UDD, y autora del estudio, dice que lo que más les llamó la atención además del atraso en el CaCu, es que “hoy todos los días mueren dos personas por este cáncer, que es prevenible y se puede erradicar”.

Este es el cáncer con la mayor lista de espera en Chile

Al analizar los retrasos GES en cáncer por regiones, se puede identificar que seis de las 16 regiones del país presentan que el cáncer cervicouterino es su garantía con mayor cantidad de atrasos en prestaciones relacionadas a esta enfermedad.

En cuanto al promedio de días de retraso, la investigación detectó que durante el periodo de 2019- 2020 el promedio de días aumentó a 84,3 días (de 41,6 a 84,3), aunque entre 2020 y 2021 disminuyó a 49,8 días promedio de espera (de 84,3 a 49,8).

Sin embargo, a fines del 2022 se evidencia que el promedio de espera aumenta nuevamente a 62 días, alcanzando un peak promedio el 30 de septiembre, con 101,2 días para que una paciente con esta enfermedad reciba su prestación.

Las regiones que presentan mayor cantidad de atrasos a mediados de 2023 son Coquimbo, Metropolitana, La Araucanía, Valparaíso y Maule.

Estos datos sugieren que la mayor cantidad de retrasos se concentran tanto para la macrozona Centro, representando el 33,7% del total de retrasos por esta prestación, y la zona Centro Sur, con el 21,1% del total.

Asimismo, se analizaron las intervenciones sanitarias de los retrasos relacionados a esta prestación GES. En ello se observa que los retrasos en cáncer cervicouterino se deben a:

  • Diagnóstico (51,2%). Las regiones que presentan mayor cantidad de atrasos en esta intervención son la Región Metropolitana 32,2%; Araucanía 29,6% ; Valparaíso 13,3%; Maule 8% y Coquimbo 5,1%.
  • Tamizaje (35,5%). Las regiones que presentan mayor cantidad de atrasos son: Coquimbo 54% del total de atrasos en tamizaje (822); Maule 15% (224); Metropolitana 9% (131); Ñuble 6% (93) y Araucanía 5% (76).
  • Tratamiento (11%).
  • Seguimiento (2,3%).
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Vista de la bahía de Coquimbo desde la playa El Faro de La Serena. Foto: Agencia Uno.

El informe concluye que es clave crear programas de acción específicas para disminuir de forma significativa los retrasos GES de cáncer cervicouterino, sobre todo en las regiones de Coquimbo, Metropolitana, Araucanía, Valparaíso y Maule enfocándose en las intervenciones sanitarias de diagnóstico y tamizaje, las cuales son claves para poder tener una confirmación de la enfermedad a tiempo y un mejor manejo de la enfermedad.

Especial énfasis hay que poner en Coquimbo, dice el informe, donde el cáncer cervicouterino representa el 70% de todos los retrasos de cáncer de la región, principalmente en tamizaje. En la Región Metropolitana, Araucanía y Valparaíso, en cambio, el foco debe estar en la disminución de retrasos GES en cáncer cervicouterino en diagnóstico.

¿Por qué no se realiza el PAP?

La Dra. Daza, explica que uno de los principales factores que explican el retraso es el tamizaje, es decir, el Papanicolaou (PAP), el examen de detección para este cáncer, algo que no logran explicar con claridad debido a la alta cobertura que existe del examen, que en caso de salir alterado, debería permitir avanzar rápidamente al tratamiento.

De acuerdo a otro análisis previo de CIPS en base a respuestas de la Casen, se obtuvieron ciertas ideas de por qué las mujeres no se están haciendo este examen.

Cuando se les preguntó si en los últimos tres años se había hecho el Papanicolaou, el 36,2% respondió que no. Dentro de las razones que más se nombran para no hacérselo es que “cree que no lo necesita”, “se le olvida hacérselo”, “no tiene tiempo” o “le da miedo o le disgusta”.

Examen papanicolau.

“¿Qué estamos viendo ahí? Que cerca de un 60% de las mujeres que no se han hecho el PAP no conocen la relevancia que aportan a este examen. O sea, falta de conocimiento y de educación al respecto”, señala Daza.

En CIPS se ha realizado un trabajo interdisciplinario para aumentar los exámenes de Papanicolau, claves para la detección temprana de esta enfermedad. Si bien la meta es del 80% en la población objetivo, en los últimos años no ha superado el 60%.

Es imprescindible que las mujeres trabajadoras que tienen entre 25 y 64 años conozcan que, por ley, tienen derecho a faltar a su trabajo medio día para hacerse su PAP. “La frase ‘no tengo tiempo’ no debiera ser una excusa para ellas. La educación sanitaria es clave”, enfatiza Daza.

Examen garantizado por ley

Otro factor que se debe mejorar, para ir disminuyendo la recha de retrasos, es la mejora en la gestión de conseguir horas para realizarse el examen, ya que en la mayoría de los casos no siempre se cuenta con el personal especializado o la infraestructura para mejorar esa cobertura.

Pero más importante, es mejorar la brecha del retraso en el tratamiento, ya que un 11% de personas diagnosticadas con CaCu no han podido comenzar con el tratamiento, y los motivos pueden ser distintos como falta de profesionales en regiones o lugares cercanos.

Sin embargo, la Dra. Daza, explica que Fonasa tiene que garantizarle a una persona, un segundo prestador. ¿Qué significa? Tiene que trasladarlo por ley a un segundo prestador, ya sea un Hospital Universitario, un una clínica privada. “Esa persona tiene garantizada que si en el hospital no le pueden dar la prestación tienen que derivarla a un segundo prestador, privado o público. Por ley tiene que exigirlo”.

En el caso de que alguien sea diagnosticado, y necesite cirugía, pero no tenga dónde realizarla en un lugar cercano o no haya especialista en centro de salud donde le corresponde, tiene que apelar a Fonasa para que le den ese segundo prestado, y si esa entidad no lo da, “la Superintendencia de salud le tiene que destinarse el tercer prestador”.

Vacunación VPH

Una de las principales causas del CaCu, es el Virus del Papiloma Humano (VPH). Actualmente tanto niñas como niños en cuarto y quinto básico son vacunado en Chile para prevenir las cepas más peligrosas que pueden llegar a producir este cáncer.

Sin embargo, hoy en día se vacuna con una inyección tetravalente que protege contra cuatro cepas de VPH, donde está la 16 y 18, pero existe una vacuna nonavalente que cubre contra nueve cepas. “Si empezamos a vacunar con la nonavalente podríamos alcanzar el 90% de cobertura y prevención de este cáncer, entonces son estrategias que tenemos que avanzar en nuestro país” señala Daza.

La Organización Mundial de la Salud, creó una estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema de salud pública, que propone un modelo para que esta enfermedad sea eliminada, y tiene como meta para 2030 un modelo de 90-70-90:

- El 90% de las niñas totalmente vacunadas con la vacuna contra el VPH antes de cumplir los 15 años.

- El 70% de las mujeres examinadas mediante una prueba de alta precisión antes de los 35 años y una vez más antes de los 45 años.

- El 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer del cuello uterino reciben tratamiento (90% de las mujeres con lesiones precancerosas tratadas y 90% de las mujeres con cánceres invasivos tratadas).

“Que una vacuna que tenga mayor cantidad de cepas que puedan producir cáncer, significa avanzar en la estrategia de virus papiloma humano con mejor acceso y también por supuesto en el tema de la educación” añade la directora ejecutiva CIPS-UDD.

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Vacunación VPH en niños Chile. Foto: Agencia Uno

“Sin duda estos argumentos demuestran que, autoridades, personal de salud, científico y académico preocupados de los tipos de cáncer que atañe a las mujeres, nos falta visibilizar más el cáncer cervicouterino en la población femenina. Hay que dar a conocer la importancia de detectar a tiempo este cáncer en etapas tempranas para todas aquellas que creen que no necesitan hacérselo o que se le olvida hacérselo” concluye Daza.

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